12 de agosto 2025 - 9:29hs

El litio reavivó el sueño boliviano de dar finalmente el gran salto económico. El mineral representa desde hace años la esperanza de que país pase de proveedor de materias primas a exportador de manufacturas. La actual crisis potencia la ambición de reactivar la economía y posicionar a Bolivia como un actor clave en el mercado global del litio.

Sin embargo, después de casi dos décadas de proyectos, cambios de estrategia y millones de dólares invertidos sin retorno, el proceso de explotación de este metal se encuentra completamente estancado. A pocos días de las elecciones presidenciales del 17 de agosto, el litio ocupa el centro de la agenda política, con los candidatos presentando sus propuestas para que, finalmente, ser el país con las mayores reservas de litio rinda sus frutos.

De cara a las próximas elecciones presidenciales, los dos candidatos de la oposición lideran las encuestas. Samuel Doria Medina, de la Alianza Unidad, y Jorge "Tuto" Quiroga, de la Alianza Libre, se encuentran codo a codo en intención de voto. Ambos postulantes ya definieron a sus respectivos equipos afrontar la agenda más candente del país: la económica.

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En La Paz, El Observador USA conversó con los elegidos para ser ministros de Economía de los favoritos: Gabriel Espinoza, de Unidad, y Ramiro Cavero, de la Alianza Libre, sobre sus perspectivas respecto a la promesa del litio boliviano.

Hombre caminando en medio de promontorios de Litio en Colcha K, Bolivia. EFE
Hombre caminando en medio de promontorios de Litio en Colcha K, Bolivia.

Hombre caminando en medio de promontorios de Litio en Colcha K, Bolivia.

Bolivia posee una de las mayores reservas de litio del mundo, estimadas en alrededor de 23 millones de toneladas, según los últimos datos del Servicio Geológico de Estados Unidos. La mayor parte de estas reservas se encuentran en Uyuni, en la región andina de Potosí, y en menor proporción en los salares de Pastos Grandes, también en Potosí, y Coipasa, que se extiende entre el departamento de Oruro y Chile.

Pero son diversos los factores que impidieron que Bolivia se convirtiera en la "Arabia Saudita del litio": la falta de tecnología y personal calificado, la polarización política, la falta de transparencia en los procesos, el aislamiento geográfico del país, que no tiene salida al mar, y el rechazo del pueblo boliviano, que teme las consecuencias ambientales y la ausencia de beneficios por la explotación del mineral, entre otros.

El fallido proyecto de litio soberano

Evo Morales. AFP
Evo Morales incentiva el voto nulo para las elecciones presidenciales de 2025.

Evo Morales incentiva el voto nulo para las elecciones presidenciales de 2025.

El interés por la extracción e industrialización del litio en Bolivia se remonta a casi dos décadas atrás. En el primer gobierno de Evo Morales comenzaron las primeras conversaciones con empresas y actores interesados en participar del negocio. Sin embargo, luego de no haber llegado a ningún acuerdo, en 2010 el mandatario declaró la "soberanía del litio" y apostó por una explotación completamente estatal.

En 2012 se construyeron las primeras piscinas de evaporación de litio para extraer la materia prima y, al mismo tiempo, se creó una planta piloto de cátodos para la producción de baterías. Pero los errores técnicos en el diseño, la construcción y la implementación resultaron en que la inversión de cerca de 1.100 millones de dólares no generara frutos. Omar Alarcón, el último presidente de la empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), aseguró que el error estuvo en la concepción del proyecto, ya que las condiciones del salar de Uyuni, que sufre inundaciones durante gran parte del año, no son adecuadas para el sistema de evaporación.

Después de millonarias inversiones públicas que no lograron cumplir con los objetivos establecidos, el gobierno decidió buscar capitales extranjeros, pero los acuerdos comerciales siguieron estancados. En la actualidad, Bolivia es capaz de exportar litio, pero no en el grado necesario para la producción de baterías, y la cantidad que exporta es tan baja que ni siquiera figura en los registros internacionales.

Luis-Arce-Reuters.jpg

La última medida tomada por el gobierno de Luis Arce fue el envío de un proyecto de ley a la Asamblea Legislativa para que apruebe los acuerdos firmados por YLB con las compañías chinas CBC y Citic Guoan, y con la empresa rusa Uranium One Group, para la producción industrial de carbonato de litio utilizando una tecnología conocida como EDL (Extracción Directa de Litio).

Sin embargo, el plan encontró una fuerte resistencia en el Congreso, donde los opositores denuncian graves irregularidades en el proceso, errores técnicos y falta de transparencia, acusaciones que el gobierno niega. El apuntado es directamente el presidente, con acusaciones de corrupción que alcanzan al hijo de Luis Arce.

Marcelo Arce Mosqueira, hijo del presidente boliviano, llegó a ser blanco de críticas y acusaciones por parte del sector de Evo Morales. El diputado Héctor Arce, del MAS, dijo que el hijo del presidente hizo "negociados en la oscuridad" con el proyecto del litio. Aseguró tener pruebas de que intentó favorecer a algunas empresas.

Tras tensas sesiones en la Asamblea y varias manifestaciones de comunidades indígenas, organizaciones ambientales y habitantes de las zonas donde se encuentra el litio, el tratamiento del plan se paralizó en la Asamblea y los contratos quedaron en suspenso.

El tiempo del litio se escapa

El economista boliviano Jonathan Fortun, del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), considera al litio como una más de las muchas potencialidades que Bolivia ha tenido a lo largo de los años. "El tema con el litio es que cualquier explotación minera, ya sea como materia prima o en procesos de manufactura, requiere dos tipos de inversión: la inversión extranjera directa y los recursos humanos para operar en estas industrias", dijo Fortun en diálogo con El Observador USA.

"Si las cosas se hacen bien desde hoy, con una convocatoria clara para la explotación, un proceso de inversión bien estructurado y con incentivos fiscales, como fue el caso de Vaca Muerta, podría haber una oportunidad para aprovechar el litio. Pero no creo que el retorno de este esfuerzo se vea antes de cuatro o cinco años", afirmó el economista, en referencia al proyecto para explotar el yacimiento de gas y petróleo argentino.

Bolivia - litio - EFE

Fortun sostiene que el tiempo corre: en la actualidad solo hay un par de piscinas en funcionamiento, Argentina y Chile avanzan rápidamente en el mercado y el litio ya no está en su mejor momento tecnológicamente. "Creo que el litio es una gran oportunidad, pero no considero que estemos en el momento adecuado y la situación macroeconómica de Bolivia está contra el reloj", explicó.

En julio, la inflación interanual alcanzó un 25%, un nivel no visto desde mediados de los años 80, mientras que las arcas fiscales del país se encuentran en su punto más bajo de la historia y las reservas de dólares casi inexistentes.

La crisis política del país agrava aún más la situación y, según Fortun, aleja a los posibles inversores: el Movimiento al Socialismo (MAS) lleva años sumido en una lucha interna entre Evo Morales y Luis Arce y, luego de casi 20 años de dominio de la izquierda, Bolivia va a elecciones con el partido fracturado y Morales corrido del poder. En este escenario de polarización y dificultades, continúan las protestas y bloqueos de carreteras en regiones clave como el Chapare, bastión cocalero y feudo de Morales, que generaron pérdidas económicas millonarias.

"El tiempo del litio se nos puede escapar de las manos", dijo Arce en febrero. En poco tiempo terminará su gobierno y las posibilidades de que los legisladores aprueben la propuesta de asociación con los inversores rusos y chinos parecen cada vez más escasas. En medio del caos, el sueño de aprovechar la gigantesca riqueza del litio se convirtió, para muchos bolivianos, en una fantasía.

Salar de Uyuni en Potosí, Bolivia, Litio. EFE
Salar de Uyuni en Potosí, Bolivia.

Salar de Uyuni en Potosí, Bolivia.

"La única forma de avanzar es con una terapia de choque, algo costoso frente al juego político de Evo Morales. Cualquiera que asuma el poder, sin ser un populista, tendrá que tomar decisiones fuertes en el ámbito fiscal, como reducir el gasto, recortar la burocracia del gobierno, eliminar subsidios a los hidrocarburos y reducir el pegaje del dólar", sostuvo Fortun.

Y agregó: "Algunos acuerdos con China, Rusia o Brasil pueden ayudar un poco, y organizaciones como los BRICS, la CAF y el BID pueden ofrecer algo de apoyo, pero estos son solo parches, van a estar contra la espada y la pared".

Los proyectos de los candidatos

Jorge Tuto Quiroga

Cavero, que de ganar las próximas elecciones se convertiría en el ministro de Economía del expresidente Quiroga, sostuvo que lo fundamental es "hacer cambios legislativos, sobre todo en las leyes de hidrocarburos, minería y litio, con el objetivo de tener un sistema tributario que sea competitivo y transparente".

El exministro de Planificación de Quiroga aseguró que además "hay que recuperar los acuerdos de protección de inversiones, tanto bilaterales como multilaterales, para atraer inversión extranjera, y poner a funcionar toda nuestra infraestructura de servicio exterior para que nuestras embajadas se conviertan en promotores de los productos de exportación, la inversión y el turismo boliviano".

"Nuestro objetivo con respecto al litio es que las empresas vendan y compitan con la mayor transparencia posible, con un sistema impositivo competitivo que también beneficie a las regiones productoras", dijo Cavero, y agregó: "No podemos seguir con contratos como los que se discutieron en el Congreso, que nadie sabe de dónde salieron, no hubo licitación transparente, no se sabe cuánto se va a pagar. Tiene que ser un proceso claro, con la participación del pueblo, los comités cívicos y los empresarios".

Sumado a esto, Cavero habló de la fabricación de baterías de litio en Bolivia: "Probablemente esto no sea algo inmediato, pero con la enorme cantidad de litio que tenemos, debemos ser capaces de generar una industria de litio en el país".

Y sumó su intención de innovar con un impuesto que varíe en función del precio internacional del litio. "El objetivo es que el Estado reciba lo que le corresponde y que las empresas sigan operando de manera rentable. Este es un sistema más justo y dinámico, que se adapta a las fluctuaciones del mercado, y permitirá a Bolivia aprovechar realmente su potencial en litio", sostuvo.

Samuel-Doria-Medina.-EFE.jpg

Por su parte, Gabriel Espinoza, el elegido por Doria Medina, ve tres problemas principales en lo que fue la gestión del litio en Bolivia. Primero, la implementación del mismo modelo que se usó en los hidrocarburos, con una presencia mayoritaria del gobierno en toda la cadena de producción y altas rentas sobre la explotación, con un Government Take cercano al 80%. "A esto se sumaron decisiones técnicas y económicas equivocadas, que quedaron en evidencia con la implementación de la tecnología de evaporación para extraer litio en una región de lluvias intensas, donde todo el proceso que se realizaba durante meses se perdía con la primera lluvia", explicó.

En segundo lugar, Espinoza sostiene que gestionar el litio desde el gobierno central fue un error. "Potosí y Oruro son regiones que, además de ser relativamente pobres, tienen una gran carga por la explotación de recursos naturales, pero los beneficios que quedan son muy pocos. Cuando Morales decide centralizar la explotación del litio y no involucrar a las regiones, surgió una enorme resistencia política", desarrolló.

"Finalmente, Luis Arce complementó esta mala sucesión de decisiones con una gestión opaca en los contratos del litio", dijo.

"Nuestra lógica es muy simple: transparencia total", dijo el coautor de Un Siglo de Economía en Bolivia y exdirector del Banco Central, y agregó: "Necesitamos avanzar con una nueva ley del litio racional, donde se sepan claramente las condiciones que el gobierno impondrá".

Además, sostuvo que su deseo es participar en toda la cadena de valor del litio: "Eso no significa que toda la cadena venga a Bolivia, pero sí podemos hablar de participaciones del gobierno boliviano o de empresas bolivianas en distintos puntos de la cadena, en cualquier parte del mundo", dijo.

"Y, sobre todo, debemos partir de un acuerdo claro con las regiones, con un enfoque en la sostenibilidad medioambiental. Es crucial encontrar un equilibrio para no dañar aún más a las comunidades locales", completó.

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