¿Qué opina de la decisión de ir con Tim Walz como vicepresidente?
También ha sido una selección acertada, al menos en lo que dicen las encuestas, que todavía no son muy profundas. Pero la gran sorpresa es que, ante esa idea de que Biden y Trump no eran los preferidos del electorado, se bajó uno. Y una buena parte del electorado, demócrata e inclusive independiente, que estaban buscando la salida de uno de los viejos, vio que se fue uno de los "viejos". Eso no solo jaló del Partido Demócrata y de independientes, sino también ha venido jalando del otro partido, especialmente aquellos que acá los llaman rhinos, republicanos sólo en nombre. ¿Será esto sostenible? Lo veremos, sobre todo en la medida en la que no se equivoquen.
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¿La elección de JD Vance como vice de Trump fue desacertada?
Sí. El Partido Republicano tuvo una muy buena convención y, odio decirlo así, pero el intento de asesinato a Trump les dio un empuje en opinión pública importante. Entonces llegaron a la convención con un Biden completamente desgastado. Y como pensaban que Biden iba a continuar siendo el único candidato, no vieron la necesidad de seleccionar al senador Marco Rubio ni a ningún candidato que los ayude con diferentes partes del electorado. Como creían que iban a ganarle a Biden como sea, seleccionaron al sucesor de Trump, que ha resultado ser un muy mal candidato.
¿Por qué Vance es un mal candidato?
Cae antipático, viendo los resultados de encuestas. Hay instancias que nunca las hemos visto en campaña: cuando se habla del concepto de weird o de raro, le preguntan a Trump y dice que la gente no piensa eso de él, sino de su vice. O sea, el mismo candidato intenta separarse de su vice, algo extraño.
Un dirigente demócrata me dijo que demostraron ser un partido y los republicanos se volvieron un culto a la personalidad de Trump. ¿Coincide o es una exageración?
No, no es muy exagerado. Desde el 2016, con la elección de Donald Trump, el Partido Republicano ha venido separándose cada vez más de lo que era. Un partido conservador muy organizado, estructurado, un partido no racista y que no era excluyente. Ahora se ha convertido en el partido de Donald Trump y no del republicano tradicional. Hoy es un partido proteccionista que, lejos de ser liberal, piensa que el Estado debe tomar un papel importante en la vida de los individuos. En el aborto, pero también en el manejo de la economía para favorecer a un sector. Entonces creo que esa percepción no está errada.
¿En las políticas migratorias el Partido Republicano también cambió con Trump respecto a los tiempos de Ronald Reagan?
Claro, pero son momentos diferentes. Ya no estamos en los años 80. Esta es una sociedad muy diferente. El discurso migratorio es el discurso central del Partido Republicano, porque además tiene una respuesta de parte de la sociedad en todos los niveles. En nuestra encuesta reciente a hispanos, el tema número uno es el control de la frontera. No es algo que sea extraño a la realidad política. Pero Trump lo ha puesto como un tema no de política pública, sino xenofóbico y nacionalista. Un tema que moviliza a la gente en contra de otros sectores y plantea la deportación masiva de 20 millones de ilegales. Y eso tiene un gran apoyo en alrededor del 30% de la población, que es la base dura del trumpismo.
¿Va a haber un tema central que defina la elección: la economía, lo migratorio, el odio anti-Trump o una mezcla de ellos?
El electorado norteamericano nunca es de un solo tema, siempre combina. No es cierto que vaya a votar sólo por el tema aborto. Tampoco por el control de armas o por el tema migratorio. Es la combinación. La economía en todas las encuestas es el tema número uno: economía e inflación.
¿Que la economía sea el tema uno de interés perjudica a Kamala Harris?
Las cifras económicas recientes favorecen al Partido Demócrata, pero la percepción no. La inflación bajó en julio a 2,9%, casi logrando la meta que se trazaron hace tres años. Pero afuera todavía existe la percepción de inflación alta por el precio de la vivienda, de la gasolina y la comida, que definen básicamente lo que la gente piensa sobre la inflación. A pesar de que hoy hay un movimiento favorable al Partido Demócrata y a su nueva candidata y vice, las elecciones se van a definir por un pelo. Por eso es extraordinariamente complejo estar en el negocio de predecir resultados.
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Gamarra cree que la elección de noviembre se definirá "por un pelo"
Enrique Tubio
¿Qué resultado predice en ese clima de paridad?
Es difícil. El voto popular lo va a ganar el Partido Demócrata sin lugar a dudas, como lo ha venido haciendo durante las últimas casi cuatro décadas. De eso no hay duda. Pero el voto electoral va a ser muy complejo. El Partido Demócrata ha recuperado el espacio perdido en estados como Michigan, Pensilvania, Nevada, Arizona y Nuevo México, donde se va a definir la votación. Llegar a los 270 votos electorales ahora está al alcance demócrata, pero igual se va a definir por unos votos en unos estados. Predecir el resultado ahora es muy difícil.
¿El voto latino mayoritario acompañará a Kamala Harris, pese al crecimiento de Trump entre los hispanos?
Hicimos una encuesta después del debate, pero antes de que Harris fuera nominada. Ahí veíamos que el 53% de los hispanos tenía una opinión favorable de Kamala Harris, contra el 47% favorable a Biden y el 43% para Trump. Kamala siempre ha tenido una buena imagen frente a los hispanos, a pesar de que no trabajó mucho el tema. Pero en las últimas semanas Trump se ha convertido en el peor enemigo de su propia campaña. Está demostrando que no entiende lo que es ser multicultural o bicultural.
¿Por qué cree que Trump no entiende la multirracialidad de EEUU?
No hay norteamericano hoy que no sea birracial o multirracial. En Miami esa complejidad es la norma. No estamos viviendo en los Estados Unidos de los años 50, donde estaba prohibido un matrimonio entre una blanca y un afrodescendiente. Hoy es lo más normal. En las Olimpiadas los atletas norteamericanos son bi o multirraciales. Eso favorece mucho a que se consolide el voto afroamericano en torno a Kamala, que es asiática y negra, sin que haya contradicción en eso. Entonces sí creo que ha habido un movimiento y, como es un juego de márgenes al final, esos hispanos y afroamericanos son absolutamente importantes.
¿El Estado de Florida es patrimonio de Trump?
Sí, sigue siendo un estado rojo, pero estamos viendo algunas encuestas con el impacto de Kamala a nivel local. Hay competencias para ver con mucho cuidado. La más importante es la del senador republicano Rick Scott contra la demócrata Debbie Mucarsel-Powell, quien se ha acercado mucho respecto a la distancia grande de hace un mes. Vamos a tener el crecimiento del voto demócrata en condados tradicionalmente que habían estado yendo hacia el Partido Republicano, como Miami-Dade, Broward y Palm Beach.
En las últimas semanas Trump se ha convertido en el peor enemigo de su propia campaña. Está demostrando que no entiende lo que es ser multicultural o bicultural. En las últimas semanas Trump se ha convertido en el peor enemigo de su propia campaña. Está demostrando que no entiende lo que es ser multicultural o bicultural.
¿Qué piensa de la crisis en Venezuela, con un Nicolás Maduro aferrado al poder, complicando los planes de EEUU y de hasta aliados históricos del chavismo como los gobiernos de Brasil, Colombia y México?
Es muy difícil. Hubo mucha crítica al papel de Estados Unidos, por levantar las sanciones y volverlas a imponer. Pero en retrospectiva, el proceso que impulsó Estados Unidos ha contribuido al crecimiento del movimiento político dirigido por una mujer más grande en la historia de América Latina. El de María Corina Machado. En ningún país del mundo ocurre. Quizás te acuerdes de una Eva Perón, pero no era un movimiento como este y en un contexto de autoritarismo.
¿En qué sí se equivocó el gobierno de Biden al negociar con Maduro?
La gran paradoja es que, si bien estas negociaciones no han funcionado para cambiar el régimen, sí funcionaron para crear este movimiento tan importante. Lo triste es creerle a un gobierno como Maduro. De todos los escenarios que nosotros mismos vimos acá antes de las elecciones, el más probable es el que tenemos. Que Maduro se quiera robar la elección. Que ganara María Corina y que no se aceptara el resultado y se impusiera a la fuerza.
¿Qué puede hacer EEUU ahora?
Estados Unidos no va a invadir. Estados Unidos tampoco va a incrementar las sanciones porque sabemos que no funciona. Entonces ¿qué opción le queda? La única es trabajar con los aliados regionales más importantes que son Brasil, Colombia y México. Los demás ya están del lado de no aceptar el resultado que dice Maduro, reconocer la victoria de Edmundo González.