Después de dos días de cónclave en la Capilla Sixtina, finalmente se supo que el nombre del nuevo Papa: Robert Prevost, el primero de Estados Unidos. El nuevo sumo pontífice, que adoptó el nombre de León XIV, sucederá al papa Francisco tras su muerte el 21 de abril para liderar a los 1.400 millones de católicos del mundo. En su país de origen, representa a uno de los mayores grupos religiosos, ya que alrededor del 20% de la población se considera católica.
El 267º pontífice de la Iglesia católica nació en Chicago, pero también tiene la nacionalidad peruana, donde ejerció de misionero durante muchos años y de arzobispo emérito de Chiclayo. En 2023 se convirtió en el prefecto del poderoso Dicasterio para los Obispos, encargado de nombrar a los mitrados de todo el mundo, y se mudó al Vaticano.
Prevost, de 69 años, mantuvo buena relación con Francisco, quien siguió de cerca su carrera, y se espera que mantenga su legado reformista en la Iglesia.
En una entrevista concedida a Vatican News poco después de asumir la dirección del Dicasterio para los Obispos, Prevost declaró: "Sigo considerándome un misionero. Mi vocación, como la de todo cristiano, es ser misionero, anunciar el Evangelio allí donde se encuentre".
El diario italiano La Repubblica lo llamó "el menos estadounidense de los estadounidenses" por la moderación de sus palabras.
Los católicos en EEUU y la importancia de los latinos
Desde hace unos diez años que alrededor del 20% de los adultos se consideran católicos en Estados Unidos, según el Pew Research Center, lo que lo convierte en el segundo grupo religioso después de los protestantes. Si se toman los datos del Censo de 2024, se estima que en todo el país hay unos 53 millones de católicos. Estados Unidos tiene más católicos que todos los demás países, excepto tres: Brasil, México y Filipinas.
Dentro de este grupo, la mayoría son blancos (54%), aunque esta proporción ha ido cayendo con el tiempo y se ha ido incrementando la representación de los latinos, en medio de un fuerte crecimiento de esta población en el país con las olas migratorias, que actualmente representa al 36% de los católicos
Entre los católicos hispanos, un 58% nació en el exterior, mientras que el 22% nació en Estados Unidos y al menos uno de sus padres es inmigrante.
Aunque la Iglesia católica se opone al aborto, el 59% de los católicos en EEUU cree que se debería legalizar la interrupción voluntaria del embarazo. Entre estos, un 35% cree que debería ser legal en la mayoría de los casos, mientras que el 25% opina que debería ser legal en todos los casos.
A la vez, el papa Francisco era bien visto por la mayoría de los católicos en EEUU, donde era aprobado por el 78%, según una encuesta de febrero. Al menos el 80% de los católicos tenía una visión favorable del fallecido Jorge Bergoglio en la mayor parte de las encuestas que realizó el centro Pew desde 2013.