Camilo dos Santos

¿Hacia una era multicolor?

Tiempo de lectura: -'

20 de febrero de 2021 a las 05:01

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

A comienzos de 2004 escribí una serie de notas argumentando que Uruguay estaba ante el inicio de un tiempo nuevo. Me parecía evidente que el Frente Amplio iba a ganar la elección nacional, y que tendría excelentes condiciones económicas, sociales y políticas para sostenerse en el poder por más de un período de gobierno. Poco después, en colaboración con Yaffé, esas notas iniciales se convirtieron en un libro. La era progresista, al final, duró más de lo que nosotros habíamos logrado vislumbrar. El telón cayó en noviembre de 2019, cuando Luis Lacalle Pou derrotó a Daniel Martínez en el balotaje. Desde entonces, simetría mediante, no puedo evitar preguntarme si no estaremos viviendo un momento histórico similar. ¿Habrá nacido, el 1° de marzo de 2020, una nueva etapa política signada, ahora, por el predominio de los adversarios del Frente Amplio?

Augurar una era progresista no era tan difícil. La economía desde el año 2003 venía creciendo a todo vapor. Las encuestas mostraban que el FA podía ganar en primera vuelta. Tomando en cuenta sus antecedentes, cabía pensar que Tabaré Vázquez sería capaz de ordenar la interna frenteamplista. El FA estaba llamado a beneficiarse de una amplia zona de contacto con sindicatos y mundo académico. El FA llegaría al gobierno, además, luego de un extenso proceso de discusión programática que le había permitido tejer acuerdos internos en torno a una serie de iniciativas de gobierno. La combinación de liderazgo presidencial, ideas innovadoras, crecimiento económico y gobernabilidad (política y social) le permitiría tener éxito en la gestión y facilitaría la renovación del crédito electoral.

El panorama está lejos de ser tan auspicioso para la nueva coalición de gobierno. No me atrevo, por tanto, a vaticinar una era multicolor. Sin embargo, creo que hay buenas razones para pensar que esto es perfectamente posible. De hecho, advierto puntos de contacto llamativos entre ambos momentos. Para empezar, la Coalición Multicolor tiene un jefe de gobierno enérgico y corajudo, que cumple, incluso hasta el exceso, su promesa de “hacerse cargo”. Luis Lacalle Pou tiene, como resulta evidente, un estilo liderazgo muy diferente al de Tabaré Vázquez. El líder frenteamplista tomaba más distancia respecto a sus ministros y se exponía mucho menos ante la opinión pública. Pero, más allá de la distancia temporal, ideológica y procedimental, ambos mostraron aptitudes para encabezar sus respectivos gobiernos

El primer mandato del FA desplegó una agenda de gobierno impactante, desde las excavaciones en los cuarteles a la reforma tributaria, pasando por la creación del Mides y la ANII, y la puesta en marcha del revolucionario Plan Ceibal. La Coalición Multicolor también exhibe una agenda muy ambiciosa, que va desde el equilibrio fiscal a la seguridad ciudadana, pasando por la reforma de la seguridad social, la creación del Ministerio de Ambiente, y los cambios en el sistema educativo, entre otros asuntos de relieve.

Para impulsar sus agendas, ambos presidentes lidiaron con internas muy complejas. Tabaré Vázquez no la tuvo fácil. El FA había construido un mínimo común denominador programático, pero no podía ocultar las diferencias de fondo entre sus distintas fracciones. Convivían en su seno visiones diferentes del desarrollo económico que tomaban, frecuentemente, estado público. Danilo Astori, convertido en “primer ministro” para sorpresa de la mayoría de los frenteamplistas, chocó en numerosas oportunidades con otros ministros: en apenas dos años se enfrentó con Marina Arismendi por el presupuesto de la enseñanza, con Reinaldo Gargano por el TLC con EEUU, y con José Mujica por la refinanciación de la deuda de los productores rurales. Las tensiones internas que ha venido mostrando la Coalición Multicolor no son más graves que las que exhibió en su momento el FA. También dentro del gobierno actual, como en el FA en su momento, hay discusiones de fondo sobre el papel del Estado, y sobre las ventajas e inconvenientes de la apertura comercial, para poner solamente dos ejemplos bien conocidos. Estas diferencias, en estos días, se han vuelto más visibles.

El FA tuvo un extenso apoyo social. La simpatía del PIT-CNT, en particular, le facilitó mucho la tarea. Desde luego, el movimiento sindical no forma parte de las bases sociales de la Coalición Multicolor. Sin embargo, el nuevo gobierno disfruta de la confianza del mundo empresarial. Este apoyo es discreto. Pero a la hora de tener que reactivar la economía y de atender el enorme desafío de crear empleo, gozar de canales directos de comunicación con el empresariado es un activo de gran valor para cualquier gobierno. Si, pasado el shock negativo de la pandemia, vuelve el viento a favor (que ya empieza a soplar desde China), la economía uruguaya podrá reanimarse más rápida y enérgicamente de lo que muchos temían. El crecimiento económico no asegura ganar elecciones. Pero ayuda.

Finalmente, la Coalición Multicolor tiene, al menos por ahora, una ventaja adicional en la competencia por sostenerse en el gobierno: los problemas de la oposición. La izquierda apenas está empezando la renovación de sus liderazgos, su ala socialdemócrata está debilitada y dividida, y predomina un clima de radicalización y confrontación entre los electores frenteamplistas que daña la imagen del FA y lo aleja de los electores decisivos.

En suma. El nuevo gobierno tiene liderazgo, agenda, niveles razonables de disciplina en el parlamento y apoyo social (empresarial). El gobierno manejó muy bien el desafío de la pandemia. Si regula la competencia política interna, y reactiva la economía generando empleo, la Coalición Multicolor puede ser reelecta. 

 

Adolfo Garcé

es doctor en Ciencia Política, docente e investigador
en el Instituto de Ciencia Política,
Facultad de Ciencias Sociales,
Universidad de la República

adolfogarce@gmail.com

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.