Fabián Coito, director técnico de la selección Sub 20.<br>

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"No me iría por dinero, ni quiero entrar en la locura del fútbol"

El DT de la sub 20 se alegró de ver a los juveniles instalarse en la mayor, de lo que implica para los jugadores ir al Complejo, de Tabárez y del futuro
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25 de octubre de 2017 a las 05:00

Fabián Coito trabaja con la selección sub 18, que en 2019 será sub 20 y disputará el Sudamericano, en el que defenderá el título, y buscará la clasificación al Mundial.

Si fuera por mí, me quedó para siempre en Uruguay. Me gusta lo que hago, donde estoy y donde trabajo. Tuve posibilidades de irme, es cierto, pero tengo muy claro que no emigraría solo por dinero. Lo consideraría por un lindo proyecto, para capitalizar la experiencia acumulada en tantos años. Además, si me voy, ¿me voy solo? ¿Dejó a mi familia, o la postergo pensando en mí, solo en mí? ¿Dejó mi país, mis afectos? Estoy feliz aquí, entreno cada día con un desafío nuevo. No soy de los que quiere emigrar para figurar ni quiero entrar esa locura que plantea a diario el fútbol. Creo más en el trabajo a largo plazo para conseguir resultados a irme en busca de algo muy bueno por un momento", reflexionó el entrenador de la selección sub 20, Fabián Coito, en una charla con Referí, pocos días después de disfrutar desde la tribuna América, como a lo largo de todas las Eliminatorias, cómo los futbolistas con los que trabajó en los últimos tiempos y apenas tienen 20 años se empiezan a transformar en pilares de la selección mayor.

¿Qué sintió cuando en el cierre de las Eliminatorias ante Bolivia vio a Bentancur y Valverde en la cancha jugando con tanta madurez?
Una alegría enorme, porque cada vez son más quienes hasta hace poco eran chiquilines y hoy forman parte de esta realidad de la selección mayor, en donde no solo la integran sino la mantienen. Para quienes estamos en las selecciones juveniles resulta doblemente gratificante.

¿Imaginaba verlos tan pronto titulares en la mayor?
Tan pronto, no. Siempre les dije a ellos que iban a estar en la selección mayor, como otros más que en el tiempo van a ir llegando. Dependía cómo iban a llegar ellos después del Mundial sub 20. Federico me dijo que el Mundial le ayudó a acortar los plazos, porque Real Madrid había planificado un año más con él en Segunda división y luego un préstamo, pero tras el Mundial surgieron varios clubes interesados en él y ese camino se adelantó. Esa situación generó en el Maestro (Tabárez) una sensación de que podía echar mano en Federico. Me alegra mucho lo que vive, y debo decir que aún más me llena de satisfacción lo de Rodrigo porque está en la selección por la gestión directa que pude hacer. Lo hablamos mucho con él, porque me moví bastante para que estuviera en el proceso de la sub 20 debido a que consideraba que fortalecía al equipo y porque en definitiva iba a pasar esto. Mi trabajo está destinado a esto, a que los futbolistas hagan el camino en la selección juvenil, por tanto que Rodrigo estuviera en la sub 20 iba a facilitar o allanar el camino para llegar rápidamente a la mayor. Y lo demostró en el Sudamericano y en el Mundial. Sus condiciones, la sub 20, Boca, Juventus, más el conocimiento previo de las selecciones, lo acercaron a la mayor. También hay que tener en cuenta otros aspectos, porque depende mucho del momento: para que ellos entren, tienen que salir otros.

¿Por qué Maximiliano Gómez no jugó en la selección sub 20 y llega a la mayor?
Quienes lo trajeron a Defensor nos hablaron de sus condiciones, nos hablaban de un jugador de mucho futuro pero llegó desde Salto muy poco tiempo antes de los plazos que teníamos para la sub 20, y él estaba en ese período de adaptación al fútbol nuestro. Estaba en la Cuarta de Defensor, en la que veces entraba, otras ni siquiera jugaba y al momento de la designación de la selección optamos por otro futbolista de esa generación, como Franco Acosta, que en ese momento considerábamos estaba en mejor condición. No dudamos del futuro de Maxi Gómez, pero ese no era el momento en la sub 20.
¿De qué forma capitalizó la clasificación de la mayor en los trabajos con la sub 18?
Al otro día del partido con Bolivia, el miércoles de mañana, tuvimos entrenamiento con el equipo que será sub 20 en dos años, y le dimos un espacio muy importante para reflexionar sobre lo sucedido.

¿Cómo será el día después de la selección sin Tabárez?
Será uno muy especial. Depende quién ocupe el cargo si ese choque o sensación será en diferente grado.

¿Se ve siendo su sucesor?
Trabajo en donde estoy para intentar hacer lo mejor.

Pero, ¿se ve como el sucesor de Tabárez en la selección mayor?
No me puedo ver porque de aquí a ese día (el final del ciclo de Tabárez) pasarán tantas cosas que nadie sabe cuáles serán los factores que van a incidir en quienes toman las decisiones. El hecho de ser considerado ya será motivo de orgullo. Trabajo para crecer, mejorar y aprender, y capitalizar todo eso en los grupos que tengo. Si un día me toca, ojalá pueda estar a la altura de lo que significa ese cargo.

Tabárez habló de la forma que en pocos meses el fútbol europeo cambió a Bentancur y a Gómez. ¿Falta trabajo de base en Uruguay? ¿Profesionalismo?
Lo comenté con Santiago Bueno cuando vino al Mundial, tras pasar a Barcelona. Llegó mucho más maduro y entendía el juego de otra forma en muy poquito tiempo. En eso fue fundamental su gran capacidad para incorporar todo eso que le transmitieron.

¿Por qué sucede esto?
Considero que hay un poco de todo. La competencia y lo competitivo del medio europeo los obliga a todo eso que seguramente los entrenadores de la selección y de los clubes en Uruguay, así como gente que les apoya, se los dice, pero como somos animales de costumbre: cuando lo que tenemos nos alcanza no nos exigimos hasta un punto límite para subir niveles. Sin embargo, cuando llegan a Europa tienen un solo camino: incorporar hábitos, costumbres y entrenamientos o se vuelven. En Uruguay, trabajando a un 50% el medio le permite rendir con cierto destaque. Son muchos los casos. Usted menciona tres, pero hay muchísimos y ya no solo desde el punto de vista físico. También desde lo futbolístico. Le pongo el ejemplo de Rodrigo Bentancur, con quien hablo mucho. Recuerdo que cuando estuvimos en el Mundial me dijo que cuando fue a firmar por Juventus, unas semanas antes, comentó que Allegri (técnico del equipo italiano) lo esperaba en Estados Unidos para la pretemporada y que le comentó tres o cuatro cosas que desde el punto de vista futbolístico debía incorporar. ¡Y era el volante titular de Boca! Este ejemplo te da la pauta que el tema está asociado a la idiosincrasia del Río de la Plata.

Trasciende a lo que siempre apuntamos en el fútbol uruguayo.
¿Sabe que sucede en el Río de la Plata? Existe la tendencia de decirle a todos: 'Sos un fenómeno, sos un fenómeno'. Y cuando te dicen que sos un fenómeno, ¿qué te queda por mejorar? Aporto más y, dentro de la autocrítica, miro a lo que hacemos los técnicos. Los primeros que le vamos sacando límites a los que más se destacan somos los entrenadores, al permitirle cosas porque me solucionan aspectos del juego. Lo hacemos desde cuando son niños. Luego eso se va potenciando con el padre, el club, la selección. Padres que eran inflexibles, cuando ven que su hijo juega bien, van siendo más tolerantes. Todo eso va transformando en un problema para el chiquilín porque sus límites se van modificando, así lo interpretan y creen que así es este negocio. Lo traslado a un ejemplo: cuando se ve un club que gana fácilmente los partidos domingo a domingo va interpretando el juego como un hábito, el de ir, cumplir, ganar y golear. Cuando llega ese día que no goleás ni ganás surgen respuestas violentas, agresivas, se le carga la responsabilidad al juez, al técnico que no sabe ganar. Y la cuestión de fondo y lo que realmente sucede es que no ganar un partido es una posibilidad que existe dentro de un partido de fútbol. Eso se intentó ir cambiando en las selecciones juveniles, pero es una lucha permanente. Porque ya no solo en Uruguay sino en el mundo entero la pasión por el fútbol tuvo una multiplicación exponencial. Y en ese contexto el chiquilín que hace algo que tanto disfruta, siente una idolatría que realmente es muy difícil de manejar. Sin dudas es linda esa idolatría, pero no es buena.

¿Se imagina a Forlán, Suárez, Cavani regresando a Uruguay para volcar en el fútbol desde otros lugares todo lo que aprendieron en Europa?
Ojalá todas las personas que viven la experiencia europea vengan y le devuelvan al fútbol uruguayo todo lo que crecieron y aprendieron. Algo así como lo que hizo Tabárez. Él aprendió, capitalizó e intentó volcar todo en su país. Se mantuvo firme en su idea en momentos buenos y duros. Ojalá todos estos futbolistas vengan de alguna manera y estén dentro del fútbol como entrenadores, representantes, gerentes deportivo o en el lugar que les toque y vuelquen sus experiencias.

¿Cuánto cambió la mirada sobre las selecciones juveniles?
En mi primera citación sub 15, hace 10 años, hubo dos equipos que no mandaron a los jugadores porque estaban molestos con alguna decisión de otras categorías juveniles. Hoy te llaman y todos tienen ocho o nueve jugadores para enviar a la selección. Le digo más: incluso cuando hay fecha entre semana por los torneos juveniles ahora te dicen que los lleves tranquilamente a la selección porque se arreglan en los clubes. En otros tiempos era impensado un escenario de esas características. Ese es el espacio que ganó la selección, que estaba bastante cuestionado anteriormente. lEsta situación la vive y la siente el chiquilín, porque actualmente estar en las selecciones brinda prestigio. Es un tema recurrente con los juveniles que estar en la selección: es muy lindo pero también implica una responsabilidad que hay que asumir, pero cuando tenés 15 o 16 años querés los derechos pero no las obligaciones. Y ahí está uno de los puntos en los que debemos trabajar mucho. Se trata de una tarea dura porque cada vez gozan de más derechos, porque a temprana edad se les acerca un representante, una marca deportiva, hay clubes de todo el mundo que hacen seguimiento a todos los jugadores. Lo hablamos mucho con ellos y siempre les remarco: que sean observados no quiere decir que se vayan a ir. Pero si se distraen, lo más seguro es que fallen en la preparación y el que falla en la preparación se prepara para fallar.

¿Cuál es su mirada sobre los representantes?
Es un tema que todavía está por acomodarse, porque hay de todo tipo, como también sucede en nuestro rubro. Como entrenador no compito con el representante, lo que debo hacer es generar al jugador situaciones que lo motiven más que ese proyecto que le puede presentar el representante de que el año próximo lo puede vender a tal o cual lugar. Nosotros, como formadores, tenemos la obligación de plantearles la realidad y decirles que no es tan fácil. Debemos motivarlos, asignarles un rol, hacerlos entender que deben luchar por su equipo. Cuando logramos entrar en la cabeza de ese chiquilín y esto último que le comenté lo va seduciendo, le va quitando espacios a ese sueño en el que se piensan que cruzados de brazos en la casa va a venir solo un contrato millonario. Ahí está la tarea de los entrenadores. Hacer que disfruten el fútbol y que todos los días lleguen con la intención de seguir creciendo, y que todos los días vengan con la intención de confirmar y fortalecer lo que hicimos el día anterior, ver qué surge de nuevo hoy y que cuando miren un partido de fútbol puedan interpretarlo y leerlo, y cuando les toque jugar, jugarlo. Siempre les digo: la gloria no te busca, te espera, y hacia ahí hay que ir.

Fabián Coito
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Trabajo a largo plazo


Las frases


  • "Un día va a venir otro técnico. Él (Tabárez) lo sabe y todos lo sabemos. Ojalá que quien lo suceda también esté identificado con este estilo de grupo, esta forma de conducir a la selección, que es perfectible y tiene cosas a mejorar, pero en la que hay aspectos como el eje, que sería importante se mantenga cercano a la característica que logró actualmente la selección"
  • "Por supuesto que me encantaría que nuestro fútbol fuera más profesional en todas las áreas, pero para profesionalizar a alguien también hay que darle elementos para ser profesional y hay cosas en nuestra competencia que aún están lejos de alcanzar ese nivel"
  • "Ojalá cuando evaluamos un resultado de un partido le demos más espacio a consideraciones futbolísticas, para lo cual hay que formarse y capacitarse y no recurrir a acciones aisladas o hechos que imaginamos del entorno, que lleva a crear fantasmas. Hay que entender el juego por situaciones de fútbol que pasan en un partido"
  • "Es difícil el tema de la formación y de hacer jugadores. La tarea de los entrenadores debe pasar por brindarles un buen clima en el que puedan llevar adelante eso que tanto les gusta: el fútbol. Debemos crearles una motivación que les permita expresarse y manifestarse. Aun así, sabemos que no todos van a llegar, pero a los que no van a llegar también les debemos dejar algo. Porque son personas que pueden seguir ligadas al fútbol. Un día me dijo Jorge Larrionda: 'Decile a quienes no siguen en el fútbol que se dediquen a árbitro, porque ya tienen los hábitos del futbolista incorporados'. Entonces, si por alguna razón no siguen ligados al fútbol, es importante que al final del camino el fútbol les haya dejado algo"


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