¿Por qué a las mujeres ejecutivas les cuesta más exponerse al público?

La inseguridad a perder el puesto de trabajo es la principal razón que motiva a que muchas elijan silencio

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06 de febrero de 2020 a las 05:02

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“No, no quiero participar porque me siento muy insegura. Llevo solo un año en la empresa y no siento que tenga las capacidades y conocimientos como para hablar”, fue la respuesta de la cuarta ejecutiva en una semana que se negó a hablar para una nota periodística.

Esto me pasó la semana pasada y no es algo fuera de lo común. Hay mujeres que se excusan de participar en entrevistas sobre temas puntuales del ámbito empresarial hasta consultas sobre su nuevo puesto  laboral. Incluso, en muchos de los casos, se adelantan los temas a tratar en la entrevista, de modo que pueda haber una instancia de preparación, pero la respuesta igual resulta en un  “no estoy segura de querer hablar”.

La semana pasada ocurrió que el propio CEO de una empresa de software le pidió a una ejecutiva que respondiera a la consulta periodística y ella le dijo que no quería hacerlo.

Esto no pasa con los hombres, que suelen acceder a hablar con facilidad.

“Las mujeres siempre tenemos miedo de que nos pase algo en el trabajo y, hasta que no veamos que vamos bien, nos cuesta hablar”, dijo al respecto la presidenta de la Organización de Mujeres Empresarias de Uruguay (OMEU), Anabela Aldaz. Agregó que la seguridad en el ámbito laboral es un tema vital para las ejecutivas, de modo que hasta que no la alcanzan no se sienten cómodas y el miedo a perder el empleo siempre está latente. “´Hasta que no pueda demostrar (con hechos) lo que voy a hacer en ese trabajo, no voy a hablar de lo que voy a hacer´”, puso como ejemplo Aldaz para explicar cuál es el pensamiento que provoca esta conducta.

Agregó que, si bien hay que estudiar cada caso con detenimiento, el miedo a perder el puesto por hacer declaraciones “no es real y no hay razón aparente para que lo sea”. “Si las preguntas son comprometedoras, bueno, es entendible pero en caso de que no lo sean, no tendría que pasar nada”, subrayó.

De igual modo, aclaró que poder hacer declaraciones en público –ya sea a través de la prensa o en eventos- es muy importante y sirve como una vidriera para mostrar el empoderamiento femenino en ámbitos empresariales.

La presidenta de OMEU señaló que “estaría muy bueno” que se extienda la política de algunas empresas de invertir dinero y tiempo en capacitar a los empleados para exponerse al público. “Estamos acostumbrados a contestar rápido, a la prensa, pero también a los clientes”, dijo en referencia a la escasa preparación.

En esta misma línea, la directora de Quatromanos, Silvina Rocha, cree que es fundamental capacitar a los empleados para enfrentarse a la exposición. Se mostró optimista en que en poco tiempo “no va a haber diferencia en materia de exposición pública entre hombres y mujeres”.

Para Aldaz el foco debe estar en entrenarse para ser vocera de su propia carrera laboral y lograr expresarlo con confianza y seguridad. Rescató que, según su parecer, las empresarias treintañeras suelen estar más abiertas.

Aldaz consideró que no hay una solución directa al tema, pero sí se pueden brindar algunos incentivos por parte de las empresas para lograr disipar el miedo a aparecer en público. “Además las mujeres tenemos que ponernos en contacto con otras mujeres para encontrar modelos de rol y tomar ejemplos de buenas prácticas”, recomendó.

El miedo a perder el puesto por hacer declaraciones “no es real y no hay razón aparente para que lo sea”

La falta de capacitación

Para Silvina Rocha, el origen de este miedo es el poco conocimiento que reciben las mujeres para poder comunicar con éxito: “Cuando se imparte una capacitación esa inseguridad desaparece y se transforma en una oportunidad para mostrar lo que hacen”.

Apuntó que la falta de conocimiento deviene en poca práctica, por lo que la dificultad se incrementa cuando se presentan oportunidades de salir a hablar en público. “Si la gente fuera más consciente de que preparándose rinde mucho más salir en público y es una cosa buenísima para los objetivos empresariales, ni que hablar que lo harían”, opinó.

Para Rocha resulta normal que las mujeres sientan miedo sin estar capacitadas, porque es algo desconocido, pero “una vez que saben de qué se trata, se hace mucho más fácil hablar con un periodista o ante un auditorio”. Agregó que los hombres suelen aparecer más en público por un tema de oportunidades y trayectoria, y enfatizó en que la cantidad es algo que termina moviendo la aguja.

El miedo a la poca atención

Daniel Ríos, especializado en oratoria y lenguaje corporal, se encarga  de ayudar a empresarios y ejecutivos a vencer el miedo a la exposición. Las mujeres siempre le transmiten el mismo mensaje: “Tengo miedo a que no me presten atención”.

Para Ríos es necesario entender que la exposición en el mundo empresarial es una especie de premio que las mujeres deben aprovechar. “Es el premio y el reconocimiento al esfuerzo de haber llegado a donde llegaron”, señaló.

Sin embargo, para Ríos hay casos en que la exposición puede representar "una pérdida de escalones" y es entendible que se sientan inseguras.

En coincidencia con Rocha y Aldaz, Ríos cree trascendental prepararse para hablar en público “porque no existe un gen que diga que tal persona puede hablar en público y tal otra no. Es algo que se va entrenando”. Agregó que las empresas son cada vez más conscientes de que cada oportunidad de salir a comunicar es única.

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