Una madre se emociona al sentir las patadas de su bebé en la panza durante el embarazo. Ella cree que se comunica o conecta con el pequeño. Sin embargo, el feto se mueve con el fin de ejercitar los músculos y formar bien las articulaciones y los huesos, según estudio.
La investigación -como explica El País- pertenece al Imperial College de Londres y se publicó este verano en la revista Royal Society.
Las patadas suelen aparecer entre las semanas 16 y 18 de embarazo y se potencian aún más entre la semana 20 y la 30. En este último periodo tienen una fuerza que equivale a la presión que ejercería sobre el suelo una garrafa de más de 4 kilos y medio.
En cuanto a las patadas como medio para comunicarse, la ciencia aún no ha podido concluir si el bebé es capaz de escuchar en la panza o no.
Un estudio, realizado por investigadores del Institut Marqués de ginecología y obstetricia de Barcelona, sostiene que el feto vive en un ambiente que casi rompe con los criterios utilizados hasta el momento, que se vinculaba con que el bebé pateaba por estímulos. El estudio indica que los movimientos aportan beneficios similares a los que obtiene un adulto cuando hace ejercicios.
Pero la realidad es que ni siquiera la ciencia se pone de acuerdo en si es capaz o no de escuchar algo dentro de la tripa. Es a partir de la semana 16 que el bebé que empieza a escuchar música solo a través de la vagina y gracias a un prototipo diseñado por el equipo de la investigación.
Por otro lado, la Universidad de Helsinki llevó a cabo una investigación -que fue publicada en la revista Science en 2013- donde determinó que el bebé no solo puede escuchar sino también comprender palabras. En el proceso de realización, muchas madres embarazas escucharon una grabación con una palabra inventada que se repetía.
Una vez que los pequeños nacían los hacían escuchar la palabra inventada y esperaban su reacción. Concluyeron que era más fuerte en los bebés que la habían escuchado más veces durante los nueve meses.
"Cuando aprendemos un sonido porque se nos repite con suficiente frecuencia, formamos un recuerdo que se activa cada vez que volvemos a escucharlo", indica Eino Partanen, neurocientífico cognitivo de la Universidad de Helsinki y líder de la investigación.
Por su parte, el doctor Thomas R. Verny -autor de La vida secreta del niño antes de nacer y fundador de la Asociación de Psicología Pre y Perinatal de Norteamérica, detalla que el bebé empieza a escuchar en quinto o sexto embarazo y es bueno estimularlos porque les ayuda a mejorar su capacidad de aprendizaje, a dormir mejor y a estar más tranquilos.
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