¿Qué empresas uruguayas están apostando a la economía circular?

El ámbito empresarial uruguayo no está ajeno a esta ola de cambio y desde hace algunos años, desde el gobierno y el ámbito privado, se vienen impulsando distintos planes de economía circular. En este marco, se llevó adelante este miércoles ODS 2019, un evento en el Latu de desarrollo sostenible organizado por Deres. Allí se expusieron casos de empresas locales e internacionales que están invirtiendo para pasar de una economía lineal a una circular. 

Producir con planes de economía circular no es lo mismo que hacer un proceso de reciclaje en la cadena de valor. Cuando alguien recicla, se entiende que tiene un producto ya usado y luego encuentra la manera de hacerlo reutilizable. En cambio, cuando se apuesta por una economía de reutilización ya se sabe, paso por paso, cómo hacer para que el material se pueda volver a usar. 

Una de las oradoras del evento fue la ingeniera ambiental y coordinadora de Biovalor, María José González, quien enfocó su charla en contar cómo el gobierno impulsó acciones concretas para que los privados comiencen a apostar a este tipo de economía. El grueso de estos planes se dirigen a sectores industriales, como el mercado cárnico, lácteo y forestal.    

 “La idea es que la empresa use productos y subproductos que hoy en día está desechando. Más allá de una mejora ambiental, también tiene que haber un negocio”, explicó González a Café y Negocios. 

“Hay pequeñas cosas que se pueden hacer (...) algunas empresas van a tener que ir hacia un camino de reinvención, donde van a tener que dejar de brindar productos para brindar servicios. El mercado va hacia ahí”, puntualizó González. 

Esto, según la ingeniera, es uno de los puntos donde los privados comienzan a encontrar trabas porque “no están seguros y es difícil” realizar una inversión que no va a ser redituable en el corto plazo. Además, resulta complejo cambiar la forma de trabajar de un día para otro, por eso para González la palabra “transición” es clave. “Estamos yendo hacia ahí. No estamos llegando, estamos yendo. En el camino nos vamos a equivocar y vamos a acertar, pero estamos dando los primeros pasos”, comentó. 

Si bien las compañías que apuestan a esta manera de producir son pocas, en relación a la región, Uruguay es uno de los países más avanzados. Para llegar hasta ese lugar, el sector privado ha tenido que innovar en procesos de sustentabilidad para reducir costos. 

La lógica circular

Pero ¿quiénes se están animando a dar el salto? En el evento de Deres se expuso el caso de Cementos Artigas, una compañía uruguaya con 100 años de trayectoria que comenzó a producir con lógicas de la economía circular. 

El director de la empresa, Federico Gutiérrez, comentó a Café y Negocios que el pasaje de una economía lineal a una circular ha sido “en espiral”. Para el directivo, esta transición en etapas se da con normalidad en aquellas empresas que tienen permanencia en el mercado. Ya sea por exigencia del público o por cambios en el sector, cualquier compañía con más de 50 años comienza a familiarizarse con los conceptos de la economía circular. 

Para Gutiérrez estos procesos no son fáciles porque implican un cambio en la manera de trabajar de todos los empleados, pero rescató que hay una ganancia económica y una social. “Nuestra industria usa mucho energía. Su optimización provoca una sinergia entre la optimización económica y la ecológica”, ejemplicó. Añadió que la búsqueda de recursos alternativos y sustentables siempre tiende a abaratar los costos de producción.   

Otra de las medidas que mencionó Gutiérrez es la reutilización  de los neumáticos desechados para convertirlos en combustible. Actualmente, la tasa de absorción por parte de Cementos Artigas es del 80% de los neumáticos que se tiran y se espera llegar al 100%. “Esto tiene beneficios económicos para nosotros, medioambientales para el mundo y un impacto social porque se retira del medio un material que afecta la sanidad de la población”, subrayó. 

Para dar este paso, desde la empresa se trabajó en coordinación con varios actores. En primera instancia con los propios colaboradores, para convencerlos de que es el cambio más viable y hacia dónde va el mercado. Y se realizó un trabajo con los clientes para explicarles los cambios que iba a encarar la firma y concientizar, en conjunto con las autoridades gubernamentales, para que todos entiendan los procesos que se realizan. 

“Esto tiene beneficios económicos para nosotros, medioambientales para el mundo y un impacto social porque se retira del medio un material que afecta la sanidad de la población”

Una vez que estas acciones se concretaron, se ideó un plan de acción para tener claro qué pasos seguir. Gutiérrez y González coincidieron que este punto es vital, porque si la empresa no tiene claro qué hacer y en qué momento hacerlo, todo puede terminar en un gran fracaso. La inversión total que realizó la empresa para lograr acciones exitosas fue de US$ 4 millones. 

Gutiérrez reconoció que parte del cambio radica en las posibilidades económicas que tenga la empresa, pero puntualizó que hay varias iniciativas a nivel gubernamental dedicadas a ayudar para que la economía circular se concrete en el mundo empresarial uruguayo. Puso como ejemplo a Biovalor “que no discrimina por el tamaño de la empresa y buscan ver la manera de cómo un proyecto sustentable puede calzar con el negocio”.  

Ser parte del problema

Otra de las empresas que estuvo presente en el evento fue Coca - Cola, quien desde hace algunos años viene trabajando en economía circular y tiene como objetivo recuperar para 2030 el 100% de sus envaseso. También esperan poder incorporar a los envases un 50% de material reciclado. “Para lograr estas metas trabajamos, principalmente, sobre tres pilares: el diseño de envases, su recolección postconsumo y la alianza conjunta con autoridades, onegés y comunidades con metas progresivas de avances”, comentó la directora de Asuntos Públicos, Comunicación y Sustentsbilidadde Coca - Cola, Silvina Bianco. 

Más allá de que los clientes de la marca exigen prácticas sustentables, Bianco sostuvo a Café y Negocios que tienen claro que son “parte del problema de los residuos y nos comprometemos a ser parte de la solución”. 

La empresa sabe que muchos de sus envases no terminan donde deberían, por eso hace hincapié en realizar un trabajo en conjunto para tratar de controlar la cadena de valor. “Que ese ciudadano vea en ese producto postconsumo no el fin (un residuo) sino el inicio de un nuevo ciclo productivo”, dijo Bianco.

Para esto, a nivel local, trabaja en el Plan de Gestión de Residuos en conjunto con la Cámara de Industrias del Uruguay, el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, el Ministerio de Desarrollo Social y diversas intendencias del interior del país. Por otra parte, la empresa busca acuerdos a nivel mundial y se unió a 150 compañías para firmar el Compromiso Global de la Nueva Economía de Plásticos de la Fundación Ellen MacArthur y la ONU.

Bianco señaló que desde la empresa se percibe estos cambios como una oportunidad de ser agentes de cambio, e innovadores, en la búsqueda de soluciones a un problema que toda la sociedad padece.