A mayor precio, menos ovejas

La mayor faena ovina histórica y el aumento de precios de exportación se tradujeron en una reducción del stock ovino

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27 de agosto de 2021 a las 12:00

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El sector ovino enfrenta desafíos y tensiones en un año en que el stock de animales alcanzará su menor registro histórico según los datos preliminares cerrados al 30 de junio.

Se espera que la majada esté apenas por encima de los 6 millones, el segundo año consecutivo de contracción en algo más de 2% y prolongando un declive histórico desde los 24 millones que alcanzó a fines de los años 80.

Como en los vacunos, la faena está tremendamente fuerte gracias a los altos precios de la carne. La entrada de ovinos está en su máximo de 11 años –más de 743.000 cabezas al 21 de agosto y una proyección de 1,2 millones para el año– impulsada por los altos valores de exportación, que se acercan a los US$ 5.000 la tonelada y un valor del cordero que en las últimas semanas superó al novillo en precio por kilo de carcasa: US$ 4,38 el kilo, que se ha mantenido en suba a lo largo de 2021, cuando empezó a US$ 3 por kilo de carcasa. 

La carne ovina se ha consolidado por las compras de China, complementadas por las de Brasil, y la demanda es por todo lo que haya disponible. En cambio, los precios internacionales de la lana muestran cada vez más distancia entre las lanas finas y con certificaciones, del resto de la oferta.

La faena está tremendamente fuerte gracias a los altos precios de la carne.

Una caída en el stock

“La expectativa es que el stock registre una caída, y que siga una presión muy grande de demanda por carne ovina en todas las categorías; el dato alentador es que los índices de preñez son muy buenos en la tasa mellicera, y en las primeras pariciones se han registrado muchos partos múltiples, por lo que hay muy buena cantidad de corderos”, apuntó Romeó Volonté, gerente del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL).

La sexta edición del taller de gestación de ovinos que presentó el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) mostró un potencial de parición de 112,1% dado por una preñez de 93,1% y una tasa de partos múltiples de 20,5%. Los datos son levemente mejores a los de 2020, que ya eran positivos en términos de eficiencia potencial. 

El desafío de muchos productores “es no ver afectada la máquina de producir, que es la majada de cría, lo que permite capitalizar los buenos precios que entendemos que van a seguir por un tiempo”, afirmó Volonté. Y mencionó: “Tenemos muy buenos indicadores de señalada de corderos que entraron al sistema y compensan la alta faena, no hubo grandes mortandades”. Por delante, se espera “un verano seco que al ovino le viene bien y eso puede compensar un poco los niveles de extracción”.

Precios altos

Pero esos buenos índices se enfrentan a una muy elevada extracción. En lo que va de 2021 la faena ovina alcanza a 743.707 animales, un incremento de más de 115% respecto a los dos años anteriores, movida por la demanda internacional, y acompañada por altos precios del cordero que en las últimas semanas han superado el precio por kilo de carcasa  del novillo gordo en el mercado local. Aunque no es raro que el precio del cordero sea superior, la tendencia actual se da con un precio ya alto del novillo. 

En el caso de los precios de la carne ovina se ven máximos desde 2014 y todo hace pensar que los precios altos persistirán. En pleno invierno se iguala el precio más alto obtenido en verano, algo que no se registraba desde el boom ovino de 2010-2011, cuando los treparon por encima de los US$ 5 el kilo para luego establecerse por debajo de los US$ 4 desde mediados de 2012.

El precio de exportación para carne ovina en 12 de las últimas 13 semanas superó los US$ 5. La semana pasada el promedio fue de US$ 5,495 y en el acumulado anual alcanza los US$ 4,922, 16% más que los US$ 4,227 de 2020. La ovina representa solo 5% del consumo global de carnes, pero en los próximos 10 años su producción crecerá por encima del promedio, 15,7% contra 14%, de acuerdo a las proyecciones de julio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO).

La demanda china por carne ovina se ha consolidado.

La arremetida de China  

Las exportaciones de carne ovina uruguaya más que se duplicaron en 2021 (127,3%) alcanzando las 12.275 toneladas. Impulsadas por las compras de China que se quintuplicaron respecto a un año atrás según datos del Instituto Nacional de Carnes (INAC). China compró 11.265 toneladas, 269% más que las 3.053 del mismo período del año pasado y ya superó el total de lo enviado durante 2020, 10.980 toneladas.

China apareció como mercado para la carne ovina en 2007, con compras por 295 toneladas peso canal. A partir de ahí comenzó un crecimiento ininterrumpido que alcanzó un máximo de 8.416 toneladas en 2013 –con una participación de 35%–, descendiendo en los siguientes dos años, recuperándose desde 2016 a la actualidad y desplazando a Brasil que lideró las compras durante ocho años consecutivos. 

El salto no fue solo del volumen sino también del precio de exportación que en junio alcanzó el mayor valor registrado este año –US$ 5.757 por tonelada– y en lo que va de 2021 promedia US$ 4.922, un 16,4% por encima de los US$ 4.227 registrados en el mismo periodo del año pasado y 13% superior a los US$ 4.355 de 2019.

Datos sobre el precio del cordero.

Según el informe de INAC “Carne ovina: oportunidades y desafíos para Uruguay en el mercado internacional”, el mercado internacional de esta carne presenta características salientes: precio elevado y creciente, muy alta concentración en la oferta y demanda en aumento. Para la carne ovina uruguaya existe demanda sostenida y creciente en volumen y precio, pero hay restricciones de acceso a mercado que inhiben el total aprovechamiento de las oportunidades.

Según el informe, Uruguay no cuenta con habilitaciones a mercados con hueso relevantes, como Reino Unido, la Unión Europea y Canadá, aunque sí para China, y para Estados Unidos bajo condiciones específicas de bioseguridad como los compartimentos ovinos, lo que implica que la mayoría de la carne ovina nacional no sea elegible para este destino. 

En cuanto a los aranceles, Uruguay accede a China en condiciones de desventaja frente a los principales competidores, Australia y Nueva Zelanda. Mientras que la carne ovina uruguaya accede con un arancel promedio de 15% al gigante asiático, Australia lo hace con uno de 3% (que será 0% en pocos años) y Nueva Zelanda con 0%. Todo eso hace que 2021 sea un año importantísimo y con desafíos para el ovino.

Muchos productores se cuestionan la continuidad en el rubro, que viene golpeado por las pérdidas causadas por robos y depredadores, y por un mercado muy apático para las lanas gruesas. Pero si se consolida la demanda tanto por carne como por vestimenta sustentable, tras un muy buen resultado reproductivo, el sector podrá pensar en un 2021 que marque el inicio de la recuperación del crecimiento.

Datos sobre el stock ovino nacional.

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