Juan Samuelle

Abundantes lluvias ponen una cuota de suspenso en la zafra de trigo

Cuando la mejoría de precios había estimulado al productor, lo que suceda con el estado del tiempo será determinante para confirmar o no el aumento de siembra

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20 de junio de 2019 a las 16:00

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Las abundantes lluvias que hubo en los últimos días ponen una cuota de suspenso a la siembra  de cultivos de invierno (trigo, cebada y colza) en Uruguay, que viene estimulada por los precios, pero condicionada por el clima.

Las torrenciales precipitaciones obligarán a resembrar en muchas zonas y demorará la siembra en otras, al menos por 10 días más.

Tal vez es una señal de problemas por venir, porque hay  pronósticos de la Universidad de Columbia, entre otros, que apuntan a que El Niño siga trayendo precipitaciones por encima del promedio para la primavera.

Ese será un nuevo momento de riesgo, cuando suceda la floración del trigo y la cebada, el de mayor susceptibilidad a los excesos de humedad.

La intención de los productores es aumentar el área de trigo, que podría alcanzar la mayor superficie desde 2015. El estímulo inicial fueron los buenos resultados de la campaña pasada –tanto en cantidad como en calidad– y la firmeza de precios.

La Dirección de Información y Estadísticas Agropecuarias (DIEA), dependiente del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), reportó una intención de siembra de 229.913 hectáreas que, de confirmarse, representaría un aumento de 13% respecto a la campaña anterior, de 198.400 hectáreas. Y alcanzaría su mayor superficie desde 2015/2016, cuando se sembraron 330.000 hectáreas.

 

 

“Nosotros acompañamos esa visión de una intención primaria de siembra mayor a la que se venía haciendo. Indudablemente, ahora todos estamos con la expectativa de qué va a pasar con el clima”, señaló a El Observador Jorge Beceiro, gerente de Semillas e insumos de Copagran.

A principios de mayo, en las puertas de la siembra de invierno y en pleno cierre de la cosecha de verano, el desplome de precios de la soja y debilitamiento de valores para los granos en general pusieron un paño frío al optimismo.

La soja 2019 llegó a tocar los US$ 280 por tonelada durante  la primera semana de mayo en el mercado local y el trigo estuvo en US$ 172 por tonelada en Chicago a diciembre 2019.

La incertidumbre se imponía en el mercado –explicado centralmente por el combo peste porcina africana en China y la guerra comercial que mantienen país y Estados Unidos– y demoró la definición de siembra.

Al cierre de la primera quincena de junio se llevaba plantado un 35% del área esperada, indicó Beceiro, por debajo del promedio habitual para esa época. Hay chacras que están pasando a pasturas, explicó, aunque eso no debería incidir demasiado sobre la siembra de invierno, sostuvo.

Hasta que surgió otro factor.  Las lluvias incesantes no permitieron sembrar muchos millones de hectáreas de maíz en Estados Unidos y  le dieron un envión al precio de todos los granos.

Los estadounidenses han sembrado poco y tarde maíz y soja y las lluvias también ponen en riesgo los trigos por cosechar y los de primavera por sembrarse.

Hay otros problemas climáticos como la sequía en  Australia y algunas regiones de Europa y de la ex Unión Soviética.

Así volvió el estímulo para sembrar tanto trigo, como cebada y colza. De los US$ 170 por tonelada el trigo a diciembre en Chicago  se ha afirmado en torno a US$ 200 y eso además es la referencia para la cebada en Uruguay.

Quien siembre ya cuenta con precios locales en torno a US$ 190 para diciembre 2019, por el trigo la próxima cosecha, de acuerdo a la Cámara Mercantil de Productos del País (CMPP).

 

Juan Samuelle

 

Pese a los diversos problemas climáticos, seguirá habiendo mucho trigo en el mundo. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) pronostica un stock récord y una recuperación fuerte de la producción de la Unión Europea, que lleva la producción mundial a un récord de 781 millones de toneladas (50 millones más que el año anterior) y el stock a 294 millones de toneladas, 18 millones más que un año atrás y el mayor de la historia.

Otro tope a los precios lo pone la elevada producción esperada para Argentina, que puede tener un récord de área sembrada de 7 millones de hectáreas y una cosecha de 22 millones de toneladas, de acuerdo a la última proyección de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

Y se añade a eso una producción que en Brasil se ubicará en 5,47 millones de toneladas, por encima de los 5,42 millones del ciclo anterior, según la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab).

Aunque aumente su producción, Brasil, principal destino del trigo local, se mantendrá como un fuerte importador con compras externas que, de acuerdo a la Conab, se ubicarían en 7,2 millones de toneladas en 2019/2020.

El mercado local está relativamente ajustado, justamente porque ha tenido un buen desempeño exportador. En lo que va del año (entre el 1° de enero y la primera quincena de junio) Uruguay exportó 234.425 toneladas de trigo, con Brasil como principal destino, más que duplicando el total exportado en 2018, con 105.519 toneladas.

El stock local de trigo que al 1° de junio fue de 252.000 toneladas contra 273.000 toneladas de un año atrás, es el menor nivel de stocks para la fecha desde que comenzaron a llevarse registros en el año 2010.

 

 

¿Más o menos cebada?

En el caso de la cebada las estimaciones privadas no coinciden con la proyección del MGAP. De acuerdo a la encuesta de DIEA, con una intención de 152.000 hectáreas, la siembra de cebada  estaría un 12% por debajo del área del año pasado. Beceiro desestimó esa caída.

“La intención de siembra de las malterías es mayor que la del año pasado. Si bien es posible que no alcance el área que quieren hacer, nunca se ubicaría abajo que la del año pasado”, apuntó.

Para Belén Daneri, gerente agronómica de Ambev, la estimación de DIEA resultó sorprendente. Dijo al programa Tiempo de Cambio de radio Rural que en el caso de Ambev la intención de siembra refleja un crecimiento respecto al año pasado. “Los pronósticos climáticos que se dan complican un poco el avance de siembra, pero la realidad es que año contra año estamos aumentando el área”, apuntó.

Por su parte, Bruno Maneiro, responsable del departamento agronómico de Maltería Oriental, dijo que la intención de siembra antes de la lluvia era la misma del año pasado. Pero ahora eso “pone en duda el avance en la operativa de siembra”, aunque aclaró que aún hay tiempo y “que el precio está acompañando a mantener interés”.

 

 

Más colza y carinata

De lo que caben pocas dudas es que el área de oleaginosas de invierno, colza y carinata, seguirá en aumento.

Hasta fines de julio se mantiene abierta la ventana de siembra. Todavía se puede cumplir la expectativa inicial. Los pronósticos a largo plazo anuncian precipitaciones por encima del promedio para la primavera y encienden una luz de atención. Lo que suceda con las lluvias en este mes que queda por delante será determinantes para que se confirme o no ese crecimiento esperado, en un momento de recuperación de precios que estimulan a la producción.

Producción: Cecilia Ferreira

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