Acciones de empresas de educación caen después de advertencia sobre ChatGPT

Las acciones del sector de la educación cayeron con fuerza el martes, conforme los inversores apostaron a que la inteligencia artificial (IA) podría cambiar los modelos de negocio tras una advertencia de ingresos de la empresa de tecnología educativa Chegg.

Chegg, con sede en California, que proporciona guías de estudio en línea, admitió el lunes por la noche que un "aumento significativo en el interés de los estudiantes" en el chatbot de IA ChatGPT estaba comenzando a afectar sus ventas.

"Ahora creemos que está teniendo un impacto en nuestra tasa de crecimiento de clientes nuevos", dijo el director ejecutivo Dan Rosensweig en una llamada de ganancias con analistas.

El martes, las acciones de Chegg se desplomaron a la mitad y la advertencia sacudió a otras empresas: las acciones de Pearson, que cotiza en Londres, cayeron un 15 por ciento; la plataforma de aprendizaje de idiomas Duolingo bajó un 10 por ciento; y la empresa de educación Udemy, que cotiza en EEUU, cayó más de un 5 por ciento.

Los movimientos a la baja de las acciones se producen cuando las empresas están lidiando con la oportunidad y la amenaza que plantean los sistemas de IA generativa como ChatGPT, que produce salidas de texto altamente sofisticadas en respuesta a breves indicaciones humanas.

La admisión de Chegg marca una de las primeras instancias de una empresa que reconoce un impacto en sus finanzas como resultado directo de los avances en la IA generativa.

Las grandes empresas de tecnología están compitiendo para desarrollar versiones superiores de la tecnología, con el lanzamiento de Bard de Google, su competidor a ChatGPT, en marzo. El mes anterior, las acciones de la matriz de Google, Alphabet, se desplomaron después de que Microsoft presentó una nueva versión de su motor de búsqueda Bing que incluía nuevas funciones avanzadas impulsadas por IA.

El director ejecutivo de Pearson, Andy Bird, negó que ChatGPT fuera una amenaza para el modelo comercial de la empresa y dijo que era un "negocio fundamentalmente diferente" al de Chegg.

Le dijo al Financial Times (FT) que la posibilidad de combinar las capacidades de IA con la propiedad intelectual existente de Pearson era una oportunidad lucrativa.

“El resultado de estos modelos de IA generativa se predice en gran medida por la calidad de los conjuntos de datos que se ingresan en ellos”, dijo Bird. “Somos propietarios de algunos conjuntos de datos muy ricos y puros. Cuando éstos se ingresan en modelos de IA generativa, se obtienen mejores resultados".

Rosensweig de Chegg insistió en que la compañía "aprovecharía la tecnología con el tiempo", y agregó que la empresa estaba "adoptando la IA generativa de manera agresiva y priorizando nuestras inversiones para beneficiar de esta oportunidad".

Chegg reportó una caída anual del 7 por ciento en los ingresos en el primer trimestre y su número de suscriptores cayó un 5 por ciento a 5.1 millones.

Tom Singlehurst, analista de Citigroup, dijo que ChatGPT podría replicar directamente el servicio de "guía de estudio" ofrecido por Chegg, que brinda a los estudiantes respuestas preparadas a preguntas sobre cursos universitarios.

Sin embargo, dijo que para Pearson, que crea los materiales del curso, era más probable que ChatGPT fuera una "amenaza de segundo orden" que "alteraría la forma en que los administradores del curso creaban el contenido" en formas que aún no estaban claras.

El mes pasado, Chegg lanzó CheggMate, un nuevo servicio creado con ChatGPT-4 que permite a los estudiantes acceder a contenido personalizado hablando con un compañero de IA.

Las universidades han acusado a Chegg de permitir que los estudiantes hagan trampa al acceder a las respuestas a pedido de las preguntas del curso.

Sin embargo, los educadores enfrentan un desafío aún mayor con ChatGPT, que permite a los estudiantes generar respuestas a preguntas universitarias e incluso ensayos completos de forma gratuita.

Rosensweig ha calificado las afirmaciones de que Chegg está permitiendo que los estudiantes hagan trampa como "tonterías", argumentando que la compañía brinda a los estudiantes desfavorecidos un apoyo al que de otro modo no podrían acceder.

"No tiene nada que ver con buscar las respuestas", le dijo al FT el año pasado. "Éstos son estudiantes que no han tenido apoyo durante la mayor parte de su vida. La forma en que Chegg es utilizado por la gran mayoría de los estudiantes es para aprender".