A dos meses de que miles de turistas lleguen a Rocha, parte de sus costas están en ruinas. Es por eso que las autoridades locales apuran las tareas de limpieza para remover los escombros de las casas que se llevó el temporal de la semana pasada que afectó al departamento y puntualmente los balnearios de Aguas Dulces y Valizas.
En Aguas Dulces el océano Atlántico redujo a escombros 24 casas y otras 27 tienen daños importantes por lo que deberán ser demolidas. "Es doloroso lo que hacemos pero no vamos a esperar a que pase una desgracia para tomar una medida. No soy partidario de demoler pero las decisiones, malas o buenas, se tienen que tomar", explicó a El Observador el alcalde de Castillos, Estacio Sena.
Los inmuebles en peligro fueron evaluados uno a uno por ingenieros de Bomberos que analizaron su riesgo. La mayoría de estas casas se encontraban en terrenos públicos entre la calle Cachimba y Faroles y el mar. Allí hay unas 536 construcciones en una franja de 1500 metros de largo por 75 de ancho, que están en permanente riesgo, explicó en la conferencia de prensa el director de Ordenamiento Territorial de Rocha, Antonio Graña.
Los pobladores de Aguas Dulces ya saben lo que una tormenta fuerte puede hacer con sus casas, pero nunca habían visto algo de tal magnitud. El problema recurrente de los destrozos de inmuebles ubicados sobre la costa también preocupa a la comuna rochense y por eso se resolvió que no se habilitarán más construcciones en la zona.
Las autoridades locales ya realizaron contactos con el Poder Judicial para tratar el tema de la prohibición.
"Esperamos que el vecino entienda que no van a poder seguir arreglando esas casas. Hay un fundamento legal porque estaban construidas en terreno público y una finalidad ambiental porque la costa está desapareciendo por las construcciones. Hace 40 años se les dio 15 años (a los pobladores de la costa) para irse y no se fueron. Algunos tienen dos casas ahora en esa zona", señaló Graña.
Del total de casas afectadas en Aguas Dulces, solo tres pertenecían a pobladores permanentes.
"Asusta, parece que tiraron una bomba", dijo el alcalde de Castillos al describir el paisaje de las costas de su departamento por estos días.
Estaba previsto que los trabajos de limpieza comenzaran este martes pero la lluvia lo impidió. El jueves se hará un nuevo intento con la empresa contratada por la comuna, que se encargará de levantar los escombros. Luego se sumará personal del Ejército con maquinaria extra.
Por el momento las autoridades municipales no pueden adelantar cuándo las playas de Rocha volverán a lucir como antes, indicó el intendente Aníbal Pereyra. "Los costos no los sabemos. La prioridad será la limpieza de la costa que está afectada", indicó Sena.
A los escombros y los restos de las barricadas de bolsas de arena y piedras que formaron algunos pobladores para intentar contener las aguas atlánticas, se suma el problema de los pozos negros que quedaron abiertos. "Las aguas servidas están a nivel de la arena en la playa. La piedras son muy grandes y la cantidad de escombros que hay es impresionante", contó.
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