Alquiler de autos, casas en Carrasco y las visitas en la cárcel: el vínculo de Marcelo Saralegui con Morabito y González Valencia

Saralegui le vendía y alquilaba autos a Morabito y a González Valencia; su abogado asegura que desconocía el negocio del narcotráfico

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02 de marzo de 2023 a las 05:04

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Mientras Marcelo Saralegui, uruguayo de 21 años, alcanzaba la gloria futbolística al ganar la Copa Italia 1993, jugando como volante en Torino Football Club, Roco Morabito lideraba una de las bandas más importantes de la mafia italiana y un año después escapaba para no ser atrapado por Interpol, que había emitido una orden de arresto en su contra. 

Lo que parecen dos lejanas historias paralelas, se cruzarían años después en Punta del Este, Uruguay. Saralegui y Rocco Morabito se conocieron "uno o dos años antes" de que el narcotraficante fuera detenido en 2017 en un hotel en Montevideo

Por ese entonces, el exjugador, que también pasó por Nacional, Fénix, Racing, Colón e Independiente de Argentina y el Atlético Madrid, también conoció a otro narcotraficante: el mexicano Gerardo González Valencia, líder del cártel "Los Cuinis". Y a ambos los visitó mientras estuvieron presos en Uruguay. 

Morabito y González Valencia fueron detenidos en Uruguay; el primero en 2017 y el segundo un año antes, en 2016. Ambos eran buscados a nivel internacional por liderar cárteles de narcotráfico. 

El vínculo entre Saralegui y los narcotraficantes inició por temas comerciales, pero con ambos forjó una relación cercana, según pudo reconstruir El Observador. Tanto es así, que Saralegui estaba junto a González Valencia cuando el 23 de abril de 2016 fue detenido en la Scuola Italiana, en Carrasco conversando, según dijo el abogado del exfutbolista Pablo Barreiro, sobre un auto que este le había alquilado y que González tenía que devolver.

Ambos fueron detenidos y Saralegui quedó en calidad de indagado. Sin embargo, según explicó Barreiro, en aquel momento el exfutbolista logró explicar que él tenía una arrendadora de autos y que le alquiló a González Valencia los vehículos, pero que no tenía conexiones con el narcotráfico. Saralegui también aseguró en ese momento que desconocía las actividades ilícitas de Morabito y de González Valencia y terminó absuelto.

Los negocios

Luego de ser jugador, Saralegui, que hasta hace un mes era el técnico de Colón de Santa Fe, se dedicó a entrenar a varios equipos de Uruguay y Argentina y también a los negocios. Entre otras cosas, compró una arrendadora de autos hace unos 15 años. "Hábil para los negocios", como lo definieron varios de sus compañeros de carrera y su abogado, comenzó a trabajar con la arrendadora en el entorno del fútbol. Le alquiló y vendió autos a excolegas suyos y centró buena parte de sus actividades en Punta del Este, con clientes de alto nivel.

Uno de esos clientes fue Francisco Capeletto, un brasileño de 49 años radicado en Uruguay en 2002 y que se dedicaba a negocios de compraventa, y al rubro de la soja. En realidad, esa persona era Rocco Morabito, que hasta que fue detenido en 2017 vivió 13 años en Uruguay con un documento falso. Mientras en Uruguay vivía como un ciudadano más, en Italia era uno de los cinco hombres más buscados por tráfico internacional de drogas.

Morabito necesitaba un auto y Saralegui se lo consiguió. Logró venderle un Mercedes Benz haciendo de intermediario con una automotora para después cobrar una comisión por el negocio. Pero, el narcotraficante, según la versión de su abogado, no pagó el vehículo y comenzaron los reclamos del titular, a través de la automotora.

Eso motivó a que el exfutbolista visite a Morabito 17 veces en Cárcel Central. Según Barreiro, Saralegui iba a preguntarle por el pago del auto que le había vendido, pero también intercambiaban sobre la vida en general y comentaban sobre fútbol.

González Valencia también había caído preso y Saralegui le había alquilado dos autos para trasladarse desde Maldonado a Montevideo, que el narcotraficante tardó siete meses en devolver, tras la intervención del abogado del exfutbolista. Los autos pertenecen a una sociedad anónima de la que Saralegui forma parte. Según constató El Observador, se trata de la off shore Nirway International Corporation, con jurisdicción en Panamá y de la que el exjugador figura como director en los registros públicos de Panamá.

Pero, los negocios entre Saralegui –que insistió a través de su abogado en que desconocía las actividades de los dos narcotraficantes– también involucró el alquiler de una casa en Carrasco. González Valencia necesitaba salir de Maldonado e instalarse en Montevideo, entonces el exfutbolista le ofreció el alquiler de una vivienda a través de una inmobiliaria, un negocio que finalmente no se concretó.

Una vez que estuvieron presos, Saralegui estuvo en contacto con las esposas de ambos quienes le pidieron ayuda para buscar un abogado defensor que tomara sus casos. "Él no tenía ni idea de los negocios de Morabito y González Valencia, sino me lo hubiese dicho", dijo Barreiro en conversación con El Observador. Saralegui tampoco le consultó sobre la conveniencia de las visitas a los narcotraficantes en la cárcel.

El paso de los narcos por Uruguay

Rocco Morabito fue líder del cartel Ndrangheta de la mafia calabresa dedicado al tráfico internacional de drogas. Integró la organización desde 1988 hasta 1994 y era conocido como el rey de la cocaína en Milán. Por esta razón, el mafioso tenía una notificación roja emitida por Interpol Internacional desde 1995.

Desde que Morabito inscribió a su hija en un colegio con el nombre real, se lo identificó y comenzó una operación que duró varios meses. Luego de tareas de vigilancia, equipos de la Dirección General de Policía detuvieron al italiano en un hotel céntrico de Montevideo. 

Morabito se encargó de organizar el transporte de droga en Italia, su distribución en Milán e intentó realizar un envío desde Brasil con 592 kilos de cocaína en 1992 y otro de 630 kilos en 1993.

González Valencia, que a las pocas semanas de ser encarcelado amenazó al exministro Eduardo Bonomi con "colgarlo del puente más alto", era líder del cartel Los Cuinis, la organización criminal mexicana dedicada al tráfico de drogas más poderosa del mundo, según la DEA.

Fue procesado con prisión en Uruguay por lavado de dinero y estuvo en la cárcel por esta causa durante dos años y medio. Pasado ese tiempo, continuó en la cárcel a la espera del juicio por la extradición. Fue extraditado a Estados Unidos en la madrugada del 14 de mayo de 2020 en un importante operativo de seguridad.

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