Selección > URUGUAY CAMPEÓN SUB 20
Aprendiendo a ser campeones del Mundo: así fue el recibimiento a la selección uruguaya sub 20 tras ganar el Mundial de Argentina 2023
Uruguay amaneció este lunes con la estrella de campeón del Mundo sub 20 y el pueblo futbolero salió a la calle para darle la bienvenida a sus flamantes campeones que llegaron con la copa: los gurises de la selección uruguaya juvenil que bajo las órdenes de Marcelo Broli y Diego “Ruso” Pérez lograron el título al ganar la final del Mundial de Argentina ante Italia este domingo.
La mayoría de los hinchas celestes sintieron por primera vez lo que significa que su selección se consagre campeona del mundo, sub 20, es cierto, pero el primer título mundial FIFA logrado por el fútbol uruguayo en todas sus categorías desde el Maracanazo de 1950, conquista de la que solo quienes tienen más de 75 años pueden tener recuerdos.
Por eso, el campeonato logrado por los pibes de Broli sacó a la calle a muchos veteranos y veteranas que por primera vez vieron a la celeste en lo más alto y que se acercaron para ver pasar a la caravana por la rambla de Montevideo.
“Es muy emocionante, le fimé un video a mi nieto que no pudo venir”, comentó una señora de unos 60 años que estaba en avenida Brasil. “Es una emoción diferente, esto no se vive todos los días”, agregó desde uno de los puntos que tuvo más presencia de público.
Los hinchas volvieron a mostrar esa particular conexión que tienen con las selecciones juveniles, algo que llama la atención en los aficionados de otros países, pero que en Uruguay ya es una costumbre cuando la celeste hace una buena campaña.
Si se le dio una calurosa bienvenida a la selección vicecampeona de Malasia 1997 con los trofeos que habían recibido Nico Olivera, Balón de Oro, y Marcelo Zalayeta, Balón de Plata, como si fueran las copas del campeón; si se festejaron los Guantes de Oro de Jonathan Cubero en el Mundial sub 17 de 2011 y de Guillermo de Amores en el Mundial sub 20 de 2013; si se hizo una caravana gigante para recibir a la selección mayor que fue cuarta en Sudáfrica 2010, ¿cómo no se iba a festejar de la forma en la que se festejó un título del mundo logrado por este equipo de gurises que dejaron todo en la cancha, con fútbol y garra?
Por eso, miles de personas se acercaron al recorrido de la caravana para saludar a los campeones.
Todo comenzó en el aeropuerto de Carrasco, donde desde muy temprano llegaron los primeros hinchas, principalmente público joven, padres y madres con hijos chicos, con banderas de Uruguay, Nacional y Peñarol.
En la salida VIP de la terminal aérea se montó un perímetro de seguridad, con un doble vallado del lado en el que estaban los parciales celestes. La barra fue creciendo en número: 200, 500, un millar de personas. Y también en aliento, con algunas primeras canciones, potenciadas luego por la llegada de una cuerda de tambores, lo que fue cada vez más a medida que se acercaba la llegada de los campeones.
Una histórica canción de la selección cambió su letra tras el título de este domingo: "Ya volvimos, ya volvimos, ya volvimos otra vez, ya volvimos a ser campeones como la primera vez", sustiuyó a "volveremos, volveremos, volveremos otra vez, volveremos a ser campeones como la primera vez".
Como es habitual en las llegadas de los equipos, hubo retrasos en el vuelo, pero la gente aguantó el frío sin problemas, cantando y agitando, incluso con algunas dedicatorias para los guardias de seguridad en el lugar tras algún malentedido.
La vicepresidenta Beatriz Argimón, en ejercicio de la Presidencia, estuvo en el lugar para recibir a los campeones y saludó a los hinchas con una bandera en su mano.
La fiesta fue tomando forma. Llegó el ómnibus para llevar a los jugadores, tuneado con color celeste y con el “Uruguay campeón del mundo” en la parte frontal y trasera. El chofer aprovechó la espera y se sacó una foto posando junto al coche.
Jorge Giordano, director de selecciones uruguayas, y el intendente del Complejo de la AUF, Claudio Pagani, llegaron al lugar y ayudaron a llevar botellas de refrescos y agua, y un par de heladeras portátiles, para el interior del ómnibus. Luego llegaron más funcionarios de la Asociación Uruguaya de Fútbol e ingresaron un bombo y bolsas con cotillón.
Tras verse el avión de la selección en el cielo, la adrenalina fue en aumento. Los policías comenzaron a formarse junto a sus motos y los fotógrafos apuntaron sus cámaras a la salida de la sala VIP.
Los jugadores aparecieron y el público estalló. El desfile comenzó bajo un fuerte griterío, que tuvo uno de sus picos más altos cuando Franco “Cepillo” González salió con el trofeo de campeones del mundo en una de sus manos, llevándolo lo más alto posible.
El volumen del lugar también subió cuando Alan Matturro salió con el Balón de Plata al segundo mejor jugador del Mundial.
Los gritos de los hinchas hicieron muy difícil escuchar la voz de los jugadores que se acercaron a los periodistas para hacer notas. Ellos fueron el Cepillo González, Rodrigo Chagas, Luciano Rodríguez y el capitán Fabricio Díaz.
“Ahora quiero disfrutar de esto”, dijo Díaz, el 5 celeste que volvió a levantar una Copa del Mundo, antes de subirse al ómnibus donde lo esperaban sus compañeros, ya en la parte superior y empezando a cantar con la hinchada.
La delegación fue llegando al coche. Broli pasó rápidamente, también el Ruso Pérez, más algunos dirigentes de la AUF.
El ómnibus se tomó su tiempo para arrancar, para cantar con los hinchas que llegaron al Aeropuerto. Los jugadores comenzaron a festejar con Randall Rodríguez con la copa y dirigiendo las canciones.
En ese momento sonó la canción para Broli entonada por sus jugadores: “Vení, vení, cantá conmigo, que un amigo vas a encontrar, y de la mano, del Chelo Broli, todos la vuelta vamos a dar”.
La gente desde abajo filmaba, tiraba camisetas o banderas para que se las firmen y también alentaba a los futbolistas, como a Anderson Duarte a quien le gritaron “te amo”.
El ómnibus arrancó suavemente exactamente a la hora 12.13 por la calle interna de estacionamiento de la terminal aérea y los hinchas comenzaron a correr, algunos junto al coche y otros rumbo a la zona de salida para verlos pasar una vez más.
En ese momento el coche avanzó casi a paso de hombre, rodeado por los hinchas que iban caminando, filmando y cantando. Una de las canciones fue para el Ruso Pérez, otra vez campeón en Argentina como en 2011, quien saludó con timidez al público.
¡Cuidado! Los jugadores tuvieron que agacharse para pasar por debajo del cartel de acceso al aeropuerto, antes de que el vehículo comenzara a tomar algo de velocidad, mientras la gente se subía a autos y motos rápidamente, para ocupar un buen lugar en la caravana.
El recorrido comenzó con el bus celeste a buen ritmo.
La sorpresa fue la presencia de Luis Suárez, quien tras jugar este domingo en Brasil llegó a Uruguay, se subió al coche y acompañó a los campeones, sacándose fotos y disfrutando.
Los hinchas coparon las veredas para ver pasar a los juveniles. Familias, trabajadores que hicieron una pausa al mediodía, estudiantes de colegios y de liceos que se hicieron la rabona, niños de escuelas y de jardines de infantes con sus maestras… Todos se acercaron para ver la caravana que tras completar el tramo de la rambla, subió por Ciudadela y tomó 18 de Julio, donde más hinchas salieron a la calle para saludar a los gurises celestes, con la Intendencia como otro de los puntos de mayor concentración.
El viaje de los campeones siguió rumbo al Estadio Centenario, el punto culmine donde los jugadores bajaron del ómnibus sobre las 15:00. En ese lugar hubo miles de hinchas que fueron llegando con la ilusión de ver a los futbolistas que se metieron en la Tribuna América.
Tal como se había anunciado, no iba a haber ningún evento y en ese lugar iba a finalizar la caravana. Pero los presentes esperaron para ver nuevamente a los jugadores, sin importar el protocolo establecido.
Fotos, autógrafos, el último saludo a los campeones cerraron el homenaje del pueblo uruguayo a los mejores jugadores del futuro del fútbol.
El clima festivo inundó las afueras del Centenario, donde hubo muchos niños acompañados por sus padres, como también jóvenes que se tomaron el día libre, el día de un festejo histórico para el fútbol uruguayo, esta vez por ser campeones del mundo, un nuevo y esperado título.
