Bife angosto, anchoas, quinoa: la dieta para los dragadores de la ANP

En el pliego de la licitación se subraya que “bajo ningún concepto se podrá modificar la lista de artículos solicitados sin el visto bueno previo y por escrito de la jefatura del Departamento de flota y dragado. La solicitud de modificación de la lista de artículos deberá ser debidamente fundamentada”.

Luego de la descripción de aspectos formales para el proceso de compra, el documento anexa un listado de víveres por turno y por draga. Allí se desagrega la lista de 260 artículos.

Dentro del rubro de carnes, la ANP solicita para sus funcionarios carré de cerdo, chinchulines, mollejas, chorizos extra, bife angosto o entrecot, cordero trasero y delantero, anchoas, merluza azul y calamares.

En el caso de los fiambres, el pedido es variado. Hay salame, chacarero, mortadela, jamón cuadrillé, jamón artesanal y lomito canadiense.  Hay ocho tipos diferentes de quesos (de untar, colonia, rallado, entre otros). La lista de productos también incluye semillas de girasol, sésamo, chia y quinoa, maní, nueces, pasas de uva y de ciruela. También hay hongos en escabeche, sal de ajo y aceite de oliva.

En el grupo de los dulces hay cinco tipos de mermelada (común y diet), helados, chocolate cobertura, chantilly, flan, vainilla, wafles y piña en almíbar. Hay 13 tipos de té y café común e instantáneo.

Los alimentos son para cada uno de los turnos de las tres dragas disponibles que tiene la ANP. En el llamado se indica que el plazo de suministro será de un año, con un tope anual de 45 embarques por draga. La draga D11 opera con un máximo de 32 tripulantes.

El listado de productos generó molestia en algunos operadores privados portuarios, pero no causó lo mismo en el Directorio del organismo.

El vicepresidente de la ANP, Juan José Domínguez, dijo a El Observador que más allá que algún producto llame la atención, el listado de alimentos es el normal para trabajadores de dragado.

El jerarca informó que generalmente los funcionarios de las dragas pasan embarcados una semana entera. Algunas veces pueden ser más días.

 “El trato que se les da a los trabajadores de las dragas es importante; están con una quietud muy grande, trabajan día y noche y hay que tratar de que sea de la mejor manera posible”, expresó.

“Hay cosas que saltan como excentricidades, pero lo cierto es que el servicio médico (de la ANP) está encima de este tema y se hacen auditorías que informan cómo se están alimentando (los funcionarios del dragado)”, añadió.

“Una cosa que ocurría antes es que  engordaban demasiado; entonces ahora participan dietistas considerando que la salud está primeros. Por tanto, las comidas son balanceadas”, explicó.

Domínguez sostuvo que las dragas privadas tienen un régimen similar y hasta mejor que las de la ANP. “Las chinas, por ejemplo, cuando están acá tienen un tratamiento bien especial de comidas”, agregó. Por tanto, afirmó que “a nosotros como Directorio no nos parece nada mal que nuestros trabajadores estén lo mejor posible; más aún cuando hacen tareas que si las hicieran extranjeros, saldrían mucho más caras”.