Cambio de gobierno ilusiona a un mercado de valores que languidece

En diálogo con El Observador el presidente de la Bolsa de Valores de Montevideo (BVM), Ángel Urraburu, no duda en calificar la foto actual como “preocupante” y que están “arrinconados contra las cuerdas”. En ese sentido, recordó que en su anterior presidencia en la entidad (2011) había 74 corredores de bolsa registrados, mientras que hoy son apenas 28 y con dos renuncias por formalizar, lo que dejará un flaco número de 26 operadores. “Financiar una bolsa con 74 corredores era una cosa, hoy con 26 ya es un esfuerzo más que importante”, alertó. 

El corredor de bolsa recordó que la “importancia” del mercado de valores hoy no está en discusión, pero que hay ciertos factores estructurales como una creciente y pesada regulación que están quitándole atractivo a la profesión, pero hay otros “coyunturales” que pueden darle una oportunidad de resurgimiento al sector. 

Una oportunidad

Pese a los nubarrones y escasa actividad del mercado bursátil doméstico, Urraburu indicó que con una coyuntura de crecimiento “lento” de la economía -donde todavía persiste cierto “estancamiento” en la actividad-, hay una “oportunidad” para el mercado de capitales para para tener un mayor protagonismo a la hora de financiar a las empresas. 

El presidente de la Bolsa de Valores recordó que hay “algunos bancos privados” que han recibido instrucciones de sus casas matrices de ser un poco más conservadores a la hora de financiar,  y por ello están cobrando algunos créditos con determinadas características. “Eso suele darsae cuando el país no está floreciente como ocurre hoy”, explicó. 

Puso como ejemplo las dos últimas emisiones de Obligaciones Negociables (deuda corporativa) que realizaron en noviembre HRU (concesionario de Maroñas) y Tonosol (la sociedad anónima propietaria de los hoteles Sheraton y Aloft). Dijo que ambas fueron para sustituir pasivos porque un banco de plaza no flexibilizó sus condiciones y optó por cobrar su préstamos por montos importantes. La primera emitió en el mercado de valores local US$ 30 millones y recibió una demanda por US$ 78 millones. En tanto, Tonosol colocó US$ 20 millones y tuvo una demanda de que más que duplicó esa cifra. 

“Ahí el mercado de valores apareció, respondió, y esas empresas lograron cancelar esos créditos antes de tiempo. Coyunturalmente en un momento de baja actividad, el mercado de valores permanece”, resaltó Urraburu. 

Expectativas altas

Consultado por las expectativas que tenía la BVM en la previa del arranque de una nueva administración de gobierno, Urraburu admitió que dentro de sus pares existía una “expectativa alta”, ya que actualmente la regulación que está fijando el BCU llegó a “puntos donde el propio negocio de bolsa y el mercado de valores está en jaque. Estamos sobrerregulados y hasta ahora no hemos tenido suerte para que ello se visualice y se tome conciencia de esta situación”, comentó. 

Sin embargo, con la asunción del Ejecutivo de coalición que encabezará el presidente elector Luis Lacalle Pou se abre una “panorama esperanzador”, ya que en una ronda de reuniones previas a las elecciones de octubre que había realizado la BVM con los principales precandidatos era con el político que se había alcanzado una “mayor sintonía” sobre los cambios que eran necesarios, señaló Urraburu. 

Un plan concreto

Para avanzar en esa línea, el presidente de la BVM anunció que actualmente se está terminando de pulir un “documento muy concreto” con un equipo técnico que será presentado ante las autoridades entrantes del equipo económico para colaborar en el diseño de un nuevo esquema institucional que permita darle un mayor dinamismo al mercado de capitales doméstico. “La Bolsa está trabajando duro con esto y se va a jugar mucho”, aseguró. 

Si bien en 2009 la Ley del Mercado de Valores creó una Comisión de Promoción del Mercado de Valores bajo la égida del Ministerio de Economía, desde ese entonces ese órgano (donde participan todos los agentes del sector) apenas se citó tres veces. “Fue un saludo a la bandera. No tuvo ningún tipo de importancia ni injerencia”, cuestionó. 

Por ello ahora hay expectativa en que bajo la nueva administración se conforme un grupo de trabajo que se reúna asiduamente y genere “medidas concretas” para que el mercado de valores “se revitalice y cumpla con su rol”, dijo Urraburu. 

El documento de la BVM tiene como “gran lineamiento” la creación de una Comisión Nacional de Valores, para que sea el encargado de regular toda la actividad del sector y no el BCU como ocurre hoy. “Ahí es donde más foco vamos a hacer en esta primera instancia y donde estará nuestro buque insignia para el corto plazo”, aseguró Urraburu.

Esto porque el plan que se le había presentado a los precandidatos en su momento también incluía la cotización en Bolsa de las empresas públicas o subsidiarias del Estado que operan bajo derecho privado, y la financiación de las pequeñas y medianas empresas a través del mercado de valores. Estos planteos quedarán para una segunda etapa de cambios más adelante.