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Caso Jones: testigo que escuchó hablar de cuerpo enterrado fue clave

Una mujer de Guichón escuchó hablar de un cuerpo enterrado en Rocha y que en los días de verano el olor era "insoportable"
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27 de septiembre de 2019 a las 10:28

El testimonio de una mujer, cuya identidad la policía mantiene en reserva, fue clave para esclarecer el crimen de Cristina Jones, la mujer que vivía en Punta del Diablo y que había desaparecido hace un año. Su cuerpo fue encontrado este lunes enterrado en el fondo de su casa.

Una mujer que declaró en la localidad de Guichón, Paysandú, relató que en la puerta de la escuela a la concurre su hijo escuchó a una de las madres hablar que “con el caso de la señora estadounidense empezaron a mover el caso de Jones", a lo que otra comentó que una mujer que nombró "estaba re cagada porque la habían llevado en un auto negro y la enterraron en el fondo de la casa y en los días de verano es insoportable estar en el fondo por el olor a muerto que hay", según surge del dictamen del caso publicado en el sitio web de la Fiscalía.

Para evitar el uso de nombres, la Fiscalía identificó a una de las personas que forma parte del relato con la letra C, y otra con la letra R. La testigo afirmó que otra persona que cuida al nieto de C le dijo que estaban "re asustados, que la noche que vinieron de Rocha, C había utilizado el teléfono fijo para comunicarse con R y que pudo inferir que le iba indicando rutas y pasajes evitando los peajes, y que C estaba muy nerviosa, transpiraba". Y agregó que "el niño luego de eso tuvo ataques de pánico" y "no quiere ir a Rocha".

Esos datos, a lo que se sumaron algunas contradicciones de los implicados en el asesinato, permitieron a la fiscal Sandra Fleitas imputarles 180 días de prisión preventiva a los involucrados a la espera del juicio. El principal imputado por homicidio muy especialmente agravado es Alejandro Rodríguez, que fue quien, según las pericias forenses, estranguló a la mujer de 78 años.

La investigación forense realizada al cuerpo encontrado detectó que en el cuello "se observan dos vueltas de cable eléctrico doble, con enchufe en un extremo, surco horizontal incompleto prelaríngeo, una cuerda de un centímetro de diámetro tipo cabo que deja la impronta por encima de labio superior con nudo corredizo a nivel de nuca". También destacó que "debido a la saponificación, que permitió el estado de conservación, se observa un surco de estrangulación por debajo de las dos vueltas de cable todo lo que orienta a una estrangulación como causa de muerte".

Junto con Rodríguez fueron encerrados en prisión otras tres personas, dos hombres y una mujer que colaboraron con el crimen, por lo que fueron imputados como cómplices y coautora, respectivamente.

La mujer era pareja de Rodríguez, y oriunda de Guichón. Según relató una testigo, la ahora imputada volvió a la casa de Rocha justo el día que Jones desapareció. Esa actitud por parte de la pareja de Rodríguez "es coherente porque Cristina no la quería allí", dijo la mujer que era conocida de la víctima. Además, declaró que Jones "permitió que Rodríguez ingresara a su casa en la segunda quincena de mayo". Según su relato, Jones dijo que lo había conocido un año antes en el pueblo y que "tenían un vínculo de amistad y cariño, que ella estaba contenta porque la ayudaba con la casa, los perros y que tomaban alcohol. Nunca le manifestó que fuera el casero, ni le pagara por estar allí".

El 9 de julio de 2018, el hijo de Jones había radicado la denuncia policial de la desaparición de su madre. Al hacerlo señaló que desde el 16 de junio no sabía nada de ella y en la casa había una pareja, Rodríguez y la mujer de Guichón, que se presentaban como "caseros" y que le dijeron que Jones se había ido de viaje a Punta del Este "a visitar a su amiga volviendo en un par de semanas".

Ante la policía, que se presentó en la casa luego de la denuncia, la pareja declaró que ella les propuso el trabajo porque se iba a ir de viaje a Punta del Este, "a la casa de una amiga y arreglar unos temas con sus hijos y que no habían podido comunicarse con ella hasta el momento". 

Algunos testigos interrogados luego de la desaparición afirmaron que la habían visto por última vez el 7 de junio retirando dinero en un cajero del Chuy. Luego la policía verificó que había retirado $ 24.000, y que el 14 de junio había concurrido a una veterinaria de Castillos para pagar la última cuota de un perro que había comprado. Además, ese día cobró $ 7 mil de un préstamo que pidió al BROU y que reitró en un Abitab. Una amiga de Jones declaró que el 17 le envió un mensaje de Whatsapp que le figuraba como leído. Al día siguiente recibió un mensaje "a pagar" y el siguiente mensaje en el que le preguntaba dónde estaba, no le llegó. El 9 de julio, volvió a llamar y Rodríguez le respondió que estaba allí como casero.

La Fiscalía cree que los implicados querían quedarse con la casa. 

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