Castells incorporó tecnología y se volcó a los remates virtuales

Frente a los obstáculos y desafíos que presentaba esta nueva dinámica de restricciones en la movilidad –mucho más evidente entre 2020 y buena parte de 2021–, Castells se enfocó en primer lugar en ampliar la plataforma online que “era muy chica”. Hasta hacerla un punto clave dentro de su estructura de trabajo.

“Con la pandemia, esa plataforma la seguimos desarrollando y la agrandamos, y pasamos muchos remates nuestros a la modalidad online, y empezó a bajar la parte presencial. Tuvimos que cambiar un poco toda la empresa para adaptarla al sistema online”, explicó Andrés Castells.

A excepción de las subastas de mobiliario, que se da en ambos modos, “todos los demás rubros lo pasamos online”. “Debimos cambiar un poco la cabeza en ese sentido; eso sí, siempre con un crecimiento permanente de lotes, de cantidad de remates, e incluso de agregar más remates de los que teníamos”, continuó.

De ese modo, y por ese camino, la empresa inició 2020 “muy de a poco” hasta “reafirmar todo eso” en 2021. Y, “con mucho trabajo”, a decir de Andrés Castells. Porque la incorporación de más remates y de la adaptación de lo presencial a lo virtual, generaron más actividad para todos los involucrados.

“Tenemos más gente trabajando en esta producción. Antes hacíamos las fotos básicas de los lotes, pero ahora por cada lote van muchas fotos; además, se suben todos los remates, etc. Lo virtual ha generado un incremento en la mano de obra: han entrado entre diez a 12 empleados, para la parte contable, transferencia, depósitos; todo cambió”.

En los remates virtuales, Castells ha adoptado el mecanismo de mantener el llamado mientras haya personas interesadas en adquirir ese artículo. Comienza con una base y se establece un tiempo determinado para presentar la oferta, y así se va cerrando por cantidad de lotes. “Pero si hay gente pujando, seguirá una cuenta regresiva y nunca va a cerrar ese lote. Mientras haya oferta no se cierra. Como en los remates presenciales”, comentó Andrés Castells.

En cuanto a la tecnología adquirida, se destaca la plataforma incorporada en diciembre pasado, “desarrollada de forma paralela a la que veníamos trabajando”, para unificar los aspectos contable, de recepción de mercadería, en una única página. “Tiene mejores prestaciones; para el cliente es mejor”.

Castells suele rematar una amplia gama de productos y artículos, desde un tirante, un calefón hasta un cuadro de algún artista de renombre (como sucedió en noviembre del año pasado, con la venta de una obra de José Gurvich por US$ 460 mil, todo un récord nacional). Y esa dinámica, no se ha perdido.

“Gracias a Dios, contamos con mucha entrada de mercadería; nosotros no tenemos nada propio, todo lo que vendemos es de terceros. También hay muchos compradores. Confían en nosotros, tanto vendedores como clientes”, enfatizó Andrés Castells.

La realidad para Castells es que, de pasar de hacer un remate online por semana, pasaron a organizar entre ocho y diez cada siete días, con alrededor de 250 lotes. “Hoy nos agarra totalmente bien parados, en todo sentido, con plataforma nueva para el comprador, para el vendedor; la gente conoce lo que es comprar online, tenemos una cartera de clientes importante y de compradores”, concluyó.