En Haifa, al norte de Israel, se respira innovación. Esta ciudad portuaria, con cerca de 271 mil habitantes y con tres premios Nobel (sí, tres), puede jactarse de haber logrado un vibrante ecosistema emprendedor, con una articulación potente entre academia, emprendimientos y multinacionales, con un rol muy activo del Estado. Pero Haifa quiere más. Y es la municipalidad en forma directa quien impulsa esa visión. Dicen tener las “mejores mentes” (con base en las reconocidas universidades de Techion y Haifa) y su objetivo es retenerlas. Para eso deben asegurarse de tener desafíos a la altura e impulsar la creación ágil de emprendimientos y su crecimiento, con un foco bien preciso: la tecnología, y en particular, aplicada a la medicina y ciencias de la vida.

Gabriela Malvasio
Durante la primera semana de diciembre un grupo de emprendedores y periodistas de 11 países tuvieron la posibilidad de conocer de primera mano este desarrollo al visitar universidades, centros tecnológicos (con sedes de multinacionales de la talla de Apple, Intel o Amazon), incubadoras, fondos de inversión y hasta el imponente complejo hospitalario Rambam, pero también conocer y charlar con emprendedores, referentes culturales y autoridades políticas (y hasta uno de esos tres premios Nobel).