Leonardo Carreño

Cuota femenina: una ley que vuelve a plantear problemas para los partidos en año electoral

Pese a que esperarán a que pasen las elecciones internas, los partidos piensan quiénes serán candidatos al Parlamento y en algunos casos deben pedirle a mujeres que se metan en la carrera

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09 de marzo de 2019 a las 05:01

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El 1° de marzo, con la apertura del quinto y último período de esta legislatura, el saludo de la vicepresidenta de la República, Lucía Topolansky, y la diputada Cecilia Bottino, se convirtió en un momento inédito: por primera vez en la historia del Poder Legislativo dos mujeres presidían ambas cámaras. Bottino fue electa presidenta de la cámara baja y se transformó, así, en la primera mujer del interior en tener ese cargo. 

La vida política de Bottino dentro del Parlamento se estrenó en el 2015 gracias al Movimiento de Participación Popular (MPP), el sector oficialista que integra. Bottino fue una de las grandes defensoras no solo de la ley de cuota femenina para cargos electivos, sino que quería ir un paso más e impulsar la paridad en el armado de listas. Cuando en 2017 el Parlamento debió volver a debatir esa norma –porque la aplicada en las elecciones de 2014 y 2015 solo regía para esos períodos– la iniciativa de la paridad no prosperó y solo se aprobó la cuota, lo que implica que de cada tres personas que integran una lista, por lo menos una tiene que ser mujer. Sin excepción. 

Si bien la ley fue votada hace dos años, recién este año empezó a resonar en la cabeza de dirigentes y militantes que deberán dedicar horas y horas al armado de las listas, de cara a las elecciones primero de cada partido en junio y luego nacionales en octubre, donde se resolverá quién ocupará cada banca entre 2020 y 2025.

Los sectores todavía lo ven como algo un tanto lejano, porque esperarán primero a que pasen las internas para después delinear las listas de sus agrupaciones, pero eso no quita que ya empiecen a moverse previendo que deberán otra vez cumplir con la ley de cuotas. 

Para Bottino, la ley ya empieza con una contra: sin paridad es difícil que las mujeres logren el objetivo de estar en cargos electivos. “Tienen que haber incluidas mujeres naturalmente. Tiene que haber voluntad política. Si en el interior las mujeres no encabezamos las listas no llegamos a ser diputadas. Bienvenida la herramienta pero lo importante es que se logren los objetivos”, dijo entrevistada en el programa Todo Pasa de Océano FM. 

Claves de la ley
La ley abarca a cargos electivos del Poder Legislativo, las intendencias, juntas departamentales, municipios y juntas electorales. 
La norma fue aprobada para promover que  las mujeres intervengan en la política y puedan tener acceso a cargos de poder en las mismas condiciones que los hombres. 
Se debe incluir a personas de ambos sexos en cada terna (tres lugares sucesivos) de candidatos, ya sean titulares como suplentes, en las listas presentadas para las elecciones internas, y en elecciones de partidos políticos.
Cada lista de candidatos al Senado, Diputados, juntas departamentales y municipios deberá incluir personas de ambos sexos en cada terna de candidatos, ya sean titulares o suplentes, en el total de la lista que se presenta. 

Prueba de ello es lo que sucedió al comienzo de esta legislatura. El crecimiento más grande de mujeres ocupando bancas se vio en el Senado pero fue muy escueto en la cámara baja. A eso se le suma que muchas mujeres tenían suplentes hombres y renunciaron a sus cargos dejándole la banca al suplente. Eso sucedió, por ejemplo, en el Senado con los nacionalistas Graciela Bianchi y Álvaro Delgado. Bianchi ocupaba la titularidad en la lista pero renunció para que asumiera su suplente. Por eso, ocupó una banca en Diputados. 

En el Frente Amplio, a la cuota femenina le sumaron la paridad. Es decir, que cada lista debe tener la misma cantidad de hombres que de mujeres. Esos dos factores harán que les sea más complicado acordar entre sectores, según dijo a El Observador el diputado de Asamblea Uruguay Carlos Varela. El legislador indicó que van a cumplir “estrictamente con la ley” y que el armado de acuerdo a la nueva norma tendrá gran incidencia en los acuerdos. 

Pese a que no tienen que cumplir con paridad alguna, sino atenerse solamente a la cuota –es decir al una cada tres–, en el Partido Nacional también creen que los acuerdos entre sectores para las listas no son tan sencillos con este panorama. “En los grupos donde hay mujeres que se destacan no hay inconvenientes. Pero en los grupos donde no hay mujeres tenés que trasladarlas. Y tenés que administrar situaciones”, indicó a El Observador el diputado Jorge Gandini, quien presidió la cámara baja antes de Bottino.

Gandini fue uno de los nacionalistas que no levantó la mano cuando en octubre de 2017 se votó la ley de cuotas porque no comparte que haya una imposición de integrar mujeres a las listas. El diputado es gran defensor de que “los votos mandan y la interna ordena”, por lo que rechaza que una mujer que no marcó una gran votación en junio deba estar por encima de un hombre en una lista que marcó mejor. “Es una cuestión forzada, salvo que tengas mujeres que se destaquen por sí solas”, sostuvo.

En esa línea, puso de ejemplo un homenaje que estaba haciendo en Paysandú a dos alcadesas electas para ese cargo, sin necesidad de cuota femenina alguna.
En el sector que integra, ya se encuentran buscando mujeres que si bien son militantes del partido, nunca se concibieron para un cargo electivo en, por ejemplo, el Parlamento, pero las necesitan para formar la lista. La misma situación relató el también diputado blanco Pablo Abdala, para quien “tiene que haber una sana combinación entre concurrencia de méritos y el cumplimiento de la ley”.

En el caso del Partido Colorado, hay un sector que tiene definido desde hace varios meses premiar a las agrupaciones que estén lideradas por mujeres. El líder de Ciudadanos, Ernesto Talvi, anunció en octubre que cuando se armen las listas a Diputados a esos grupos se les computará 30% más de la cantidad de votos recibidos en la interna para hacer el ordenamiento de cara a la elección de octubre, para los lugares que, precisamente, corresponden a la ley de cuotas. El anuncio fue realizado por el precandidato durante una conferencia en la Organización de Mujeres Empresarias del Uruguay (Omeu). 

Durante este período legislativo, el sector de Vamos Uruguay –liderado por Pedro Bordaberry, que comienza a despedirse de la política– tuvo como diputada a Valentina Rapela, una joven que asumió con 28 años y que ahora integra el sector de Talvi. Rapela llegó a ese cargo por la ley de cuotas, ya que empezó a escalar en la Lista 10 del sector hasta llegar al tercer lugar, porque hombres que lideran otras agrupaciones y pasaron a integrar esa lista decidieron no ceder su lugar a una mujer. Un sistema similar al aplicado con Rapela habrá en el sector Batllistas, de Julio María Sanguinetti, según estiman en filas del sector. 

En tanto, el Partido Independiente definió que los grupos con los que conformó la coalición La Alternativa armen sus propias listas, por lo que deberán respetar la cuota femenina por separado. Más allá de la cuota, el senador Pablo Mieres tiene definido que la fórmula presidencial esté integrada por él y una mujer para el cargo de vicrepresidenta. 

Sea cual sea el mecanismo que implementen para cumplir con la  norma, lo cierto es que el desafío de los partidos para el próximo período será evitar lo que expertos llaman el efecto “florero”. 

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