el Ministerio del Interior convocó a una mesa de diálogo interpartidario para avanzar en el intercambio de ideas relativas a la seguridad

Opinión > Opinión

Diálogo con seguridad

Lo que podía ser un comienzo de diálogo se transformó en circo con visos payasescos
Tiempo de lectura: -'
31 de diciembre de 2022 a las 05:03

Los expertos afirman, con razón, que la inseguridad tiene factores multicausales. Educación (o ausencia de ella), pobreza, desapego y abandono, adicciones y narcotráfico, enfermedades mentales y más. Por eso no parece descabellado intentar buscar soluciones llamando a un diálogo de partes (ministerios, expertos y partidos) que aporten esas miradas múltiples que se necesitan para superar un fenómeno que no evoluciona favorablemente desde hace décadas. Pero lo que podía ser un comienzo de diálogo se transformó en un circo con visos payasescos. De nuevo.

En la época que suele ser de las más crispadas del año, el Ministerio del Interior convocó a una mesa de diálogo interpartidario para avanzar en el intercambio de ideas relativas a la seguridad. En los papeles, incluso en la peor semana del año, la propuesta sonaba bien y es cierto que nunca hay un momento perfecto para empezar una tarea bien compleja. Pero la politiquería pudo más y esta primera ronda de reuniones (dos), fue un muy mal precedente de lo que los uruguayos podemos esperar de políticos y expertos a la hora de acordar políticas de Estado que permitan abordar problemas estructurales graves.

El 12 de diciembre el Ministerio del Interior envió una carta firmada por Luis Alberto Heber en la que convocó a representantes de todos los partidos a un encuentro que se realizó el 19 de diciembre, y al que el Frente Amplio no asistió. La idea del ministro venía desde los primeros días en su cargo, y por alguna razón se activó ahora, a fin de año y con un Ministerio del Interior cuestionado por un caso escandaloso como el que involucra al ex custodio del presidente, Astesiano, y a jerarcas policiales que coordinaban con él.

Escena 1: mal timing, buena intención.El encuentro se realizó “en el entendido de que los órganos de seguridad pública controlan el delito, pero su reducción significativa y sostenible requiere la interacción y cooperación de otros actores que trabajen sobre sus causas”, explicó el Ministerio en la misiva en la que se invitó a todos los partidos con representación parlamentaria a armar un “Programa de Seguridad Integral y Preventivo”.

Moderada la movida por el coordinador de Estrategias Focalizadas de Prevención Policial del Delito, Diego Sanjurjo, Heber pidió que cada partido designara a un representante con un perfil técnico para participar en la reunión preliminar. El FA dijo que no había tenido tiempo para decidir; de hecho, en la Mesa Política hubo discrepancias importantes a la hora de aprobar que fuera un representante, manifestadas en particular por el Partido Socialista, la lista 711 y Casa Grande. El razonamiento, resumido, fue algo así: si le pedimos la renuncia al ministro hace una semana, no da para participar del diálogo. Escena 2: cálculo político, pensamiento cortoplacista. Mientras que el FA decidía quién sería su representante, el ministro Heber seguía dando palo con los números de la seguridad, los sube y bajas de ciertos tipos de delitos (bajaron todos menos los asesinatos, 27% más que el año anterior y 3% menos que en 2019) y con las anteriores gestiones del Frente.

 

Escena 3: pie de guerra en tiempos de diálogo (?). El FA finalmente decidió tener representante, una movida inevitable si se recuerda que su presidente, Fernando Pereira, había reclamado más de una vez que la oposición fuera consultada para profundizar en una política de seguridad. El designado fue Gustavo Leal, exdirector de Seguridad y Convivencia, y Pereira aclaró que iban a pesar del “discurso agresivo” de Heber.

Escena 4: recálculo político y consistencia con lo pedido. La cosa venía torcida pero había tiempo para que se torciera más. En la segunda reunión, a la que asistió Leal, hubo discusión sobre metodología o ausencia de ella y Leal salió del encuentro con declaraciones prematuramente duras: “El Uruguay pensó que era una reunión para un proceso de acuerdos. Y nosotros queremos informar que el planteo del gobierno y del Ministerio del Interior es que no creen que sea posible ningún tipo de acuerdo ni de proceso para construir políticas de Estado. Yo estoy decepcionado, sorprendido, un poco enojado también por la puesta en escena que hizo el gobierno creando un escenario que terminó siendo una pompita de jabón”.

Escena 5: Agresividad 1-1. Entonces, cuando todos -en particular los técnicos- debieron llamarse a silencio, prevaleció la verborragia: que habían ido solo para la foto (Leal sic), que para la foto fue Leal (Sanjurjo sic), que la reunión podría haber sido un mail, siguen firmas…”Pensábamos nosotros que era el inicio de algo y era el final de la nada”, recalcó Leal. Y por si le faltaba nivel a la discusión apareció la “pompa de jabón”, que parece que fue un malentendido pero que mereció respuesta irónica de Heber.

Independientemente de quién tiene razón, de si la reunión estaba bien o mal preparada o de si simplemente las expectativas eran diferentes, este inicio de diálogo fue demasiado agresivo. Tal vez la única consecuencia positiva es que quedaron dos documentos, uno realizado por el Ministerio y otro por Leal, con propuestas que ojalá alguna vez se discutan sin tanta previa a pura bomba.Y con otros tonos de declaraciones porque, como dijo Sanjurjo, “para poder llegar a una política de Estado vamos a necesitar que el Frente Amplio en algún momento decida participar, proponer, ayudar en algo. Si el Frente Amplio no cambia la actitud va a ser imposible”.  Escena 6: si todo está tan claro, ¿por qué no callarse la boca?  En 30 días los partidos deberán enviarle al gobierno propuestas. O eso es lo que pidió el gobierno. El antecedente de diciembre fue un desastre muy alejado del espíritu navideño. ¿Todavía se puede dialogar? En un país de menos de 3.5 millones de habitantes, con cárceles desbordadas, pandillas narco que perdieron el miedo a matar y morir, más de 300 homicidios (la mitad de ellos de “ajustes de cuentas”) y una “inseguridad” que no discrimina entre partidos políticos, los ciudadanos necesitamos que las partes dialoguen de verdad y cierren la boca a la hora de cobrar cuentas o intentar ganar votos que no se ganarán en esta arena.
Feliz año nuevo. Y que venga con más generosidad y sentido común. 

 

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...