Dos pesados de la bebida se preparan para reestructuras y sindicato teme por empleos

Esta rama de la industria siguió trabajando normalmente sin detener sus tareas y -junto con alimentos- fue una de las que logró mantener un mayor nivel de empleo en marzo, según un relevamiento publicado por la Cámara de Industrias (CIU). Fue recién después de Semana Santa que comenzó a registrar los primeros envíos a seguro de paro.

Pero al margen de ello, en el sector comenzó a hablarse en los últimos días sobre la posibilidad de que empresas multinacionales del rubro que hoy producen en el país realicen reestructuras que pueden incluir el recorte de puestos de trabajo.

El presidente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), Fernando Ferreira, prefirió no hablar de empresas en particular, pero reconoció que es un tema que próximamente estará encima de la mesa y que dará lugar a negociaciones entre sindicatos y empleadores.

“No descartamos que con el tiempo haya alguna propuesta en algunas empresas de reducción de personal, y que también pueda llegar a plantearse la introducción de nuevas tecnologías. (…) Las multinacionales cuando tienen una situación de caída en el mundo empiezan con los recortes para que los márgenes de ganancia se vean menos afectados. Tiene que ver con políticas globales”, afirmó Ferreira El Observador.

Ante la consulta de El Observador, desde Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC), se indicó que la prioridad en el contexto actual es conservar los puestos de trabajo. De todas maneras no se negó la posibilidad de que puedan venir cambios a futuro con el manejo de su plantilla en Uruguay. 

“Hay charlas que dado el nivel de incertidumbre que se maneja, es lógico tener, previendo distintos escenarios que puedan venir en el mediano y largo plazo. Hay un canal abierto con el sindicato para ver las mejores alternativas. Hoy tenemos dos plantas de cerveza, un centro de distribución y dos malterías, con más de 1.000 empleados”, afirmó el gerente de Recursos Humanos de FNC, Gerardo Da Prá.

Por su parte, desde Coca-Cola Femsa Uruguay se indicó que  a causa de las medidas de contingencia adoptadas con el fin de mitigar la propagación del coronavirus, el consumo de bebidas en el país ha cambiado y eso ha afectado las operaciones de la firma.

“La compañía se ha visto en la necesidad de ajustar sus costos, así como su estructura laboral, implementando el envío a seguro de paro parcial de algunas áreas y readecuando sus equipos de trabajo. Estas medidas temporales, tomadas de forma responsable, permitirán a la compañía mantener sus operaciones para continuar ofreciendo a clientes y consumidores un abastecimiento suficiente de su amplio portafolio de bebidas”, dijo una fuente de la empresa. No hubo comentarios sobre lo qué puede ocurrir en los meses venideros.

Seguros de paro

Según Ferreira, el consumo de algunas bebidas, entre ellas el agua envasada, creció en la recta final de marzo cuando la gente hizo acopios pensando en que podía venirse una cuarentena obligatoria. Pero una vez se repusieron los productos en las góndolas, el mercado se estabilizó y comenzó a sentir la recesión que tiene el conjunto de la economía.

A ello se suma que en general no son productos de primera necesidad. Ante la baja del empleo y la pérdida de ingresos la gente deja de comprarlos para priorizar otro tipo de gastos. La baja en el consumo de bebidas durante el último mes está cercana a 50% en comparación al año pasado, de acuerdo a la información manejada por la FOEB.

En la actualidad hay unos 300 trabajadores zafrales sin actividad y alrededor de 600 en seguro de paro, según el sindicato.

La actividad da trabajo a unas 5.000 personas en las distintas ramas que están vinculadas a  la elaboración de cervezas, aguas y refrescos, más malterías, licorerías y bodegas, sumado al transporte y la distribución.

La situación está afectando el nivel de ventas de la mayoría de las empresas, sin importar su tamaño. Quizás la excepción pueda ser alguna pequeña planta que esté suministrando una marca blanca a una cadena de supermercados y que puede verse favorecida respecto a su volumen original de producción, relataron desde la FOEB. Ferreira también subrayó que a diferencia de lo ocurrido durante la crisis de 2002, no hay oferta de marcas de bebidas “de dudosa procedencia”.

Los últimos datos publicados por la Dirección General Impositiva (DGI) muestran que la recaudación del Impuesto Específico Interno (Imesi) de las bebidas creció 13,4% en marzo respecto a febrero. Pero en el acumulado del año la variación real es de 0%. Es de esperar que esa relación empeore al igual que otros componentes de la recaudación del Estado, cuando las cifras de abril empiecen a mostrar en mayor forma el freno que ha tenido la economía.

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