Camilo dos Santos

El Coronavirus

Nuestro país ha sufrido con la llegada de muchas enfermedades y se pusieron todos los medios para evitar su propagación

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27 de marzo de 2020 a las 05:00

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Imagino los tiempos aristotélicos y me impresiono con los relatos conocidos de la denominada Academia. Allí está también la fascinante descripción de la casa de Academo, cercana a  Atenas. En su jardín,  junto al gimnasio, enseñaron Platón y otros filósofos. El sitio no podría competir por su extensión con algún parque montevideano. Pero el jardín griego está en la historia por derecho propio. Han pasado muchos siglos desde entonces y, sin embargo a veces, como imitando a las mujeres y a los hombres de entonces, podemos repetir la bien conocida pregunta: “Y tu, que vienes de Atenas, ¿qué noticias nos traes?”.  Es que Atenas es Atenas, y aunque a veces nombre junto a otros en una visita turística, para quienes hemos viajado desde muy lejos, tiene el encanto que dan los siglos. Los medios tecnológicos nos traen datos de todas partes. Ahora es sobre el denominado “coronavirus”. 

Nuestro país ha sufrido con la llegada de muchas enfermedades y se pusieron todos los medios para evitar su propagación. Desde los tiempos de Artigas y hasta nuestros días la salud pública ha sido objeto de cuidado.

Sé bien quiénes me leerán. Sufrirán ante una medida sanitaria que afecta una de nuestras costumbres. Me refiero al mate compartido. El delicado “gracias” que dábamos a quien cebaba, era una norma de nuestro comportamiento. Ahora continuamos tomando mate pero en nuestros mates.

El saludo con el beso, que había tomado carta de ciudadanía en nuestras costumbres familiares y sociales, ha dado paso a una sonrisa.

De fuente segura, me permito transcribir las formas conocidas de trasmisión de la enfermedad: por inhalación, por contacto directo, por mordeduras, etc.

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