Mayoría de uruguayas quiere tener dos hijos.

Nacional > Marcha poblacional

¿A qué edad tienen su primer hijo las mujeres uruguayas? El impactante dato que sorprendió a los demógrafos

La repentina caída de la fecundidad adolescente y temprana corrió en menos de un lustro la edad de la maternidad a una velocidad sin precedentes en el país
Tiempo de lectura: -'
10 de julio de 2023 a las 09:54

Los científicos sociales —en especial los demógrafos— son reacios a los adjetivos. Pero un reciente documento publicado por el Programa de Población de la Universidad de la República los autores se dejaron llevar por los calificativos para describir un fenómeno “sin precedentes” en la historia del país, que incluye una “impactante” reducción de los embarazos en adolescentes y que da cuenta de “la gran caída: el descenso de la fecundidad uruguaya a niveles ultra-bajos”.

Es que en cinco años los nacimientos cayeron tanto que alcanzaron valores que los demógrafos ni siquiera estimaban para “bastante después” de la década de 2050. Y esta tendencia —que es la joyita de los estudios de población en la región— trae aparejados nuevos datos que siguen sorprendiendo.

El mismo estudio —que lleva las firmas de Wanda Cabella, Mariana Fernández Soto, Ignacio Pardo y Gabriela Pedetti— revela que, en promedio, las mujeres uruguayas están teniendo su primer hijo a los 27 años. Apenas un lustro atrás era a los 25 años, y en el año 2013 se acercaba a los 24. Un corrimiento de tal magnitud “no tiene precedentes en la evolución del comportamiento reproductivo del último medio siglo”.

Uruguay, en este sentido, se parece cada vez más a los países europeos, pero todavía lejos del “proceso de aplazamiento” consolidado como ocurre en el Viejo Continente. Para decirlos en números: en la Unión Europa el promedio de la edad en que las mujeres tienen a su primer hijo supera los 30 años.

¿A qué se debe el aplazamiento en Uruguay? Casi la mitad de la caída de la fecundidad en Uruguay a partir del año 2016 se explica por la reducción del embarazo en adolescentes y de mujeres jóvenes. Y ahí entra, otra vez, el comparativo entre países. Uruguay tenía una tasas de nacimientos de madres adolescentes que era similar a países de América Latina y en algunos barrios hasta parecía África. Ahora, en cambio, se acerca poco a poco a Europa (sin llegar aún).

Los anticonceptivos de larga duración (más conocidos como implantes subdérmicos) son parte de la explicación de esa reducción de los embarazos no deseados en adolescentes. Pero a eso le acompaña una estrategia nacional y un interés de las mujeres de ser madres más tardíamente o sencillamente no serlo.

Como resultado, no solo las mujeres uruguayas estrenan su maternidad más tarde, sino que las “más ricas” y las “más pobres” pasan a comportarse cada vez más parecido en su vida reproductiva. Aquella gráfica que parecía dos jorobas en que una a la izquierda era las edades jóvenes en que las menos formadas tenían a sus primeros hijos y la segunda era las edades tardías en que las más formadas tenían a los suyos, ahora se asemeja a una sola gran montaña con meseta.

Por eso los demógrafos insisten en que, por más calificativos, la reducción de los nacimientos que padece Uruguay no necesariamente es una mala noticia. En todo caso es el resultado de una evolución de la sociedad y sus intereses.

Pero también esos mismos demógrafos saben, por encuestas, que la mayoría de las uruguayas siguen pensando que dos es el número ideal de hijos. Y que ese ideal varía según la formación. Pero que la etapa reproductiva es finita y si no se dan las garantías para que las mujeres tengan sus hijos cuando quieren y como quieren, el tren pasa sin aviso.

Entonces empiezan las especulaciones apocalípticas: “nos vamos a extinguir”, “no habrá jóvenes para mantener a tanto viejo”, “la familia está en riesgo como institución”, y no faltará quien recite el discurso en que Mussolini vitoreaba que parte del poderío económico y moral de las naciones “es su poder demográfico”.

Cuando se discutió la reforma de la seguridad social, ocurrió. Es probable que resurja con los resultados del censo poblacional en curso. Cuando se discuta el alcance del sistema de cuidados y de las prestaciones de salud.

Por eso el diputado colorado Conrado Rodríguez ya adelantó que este mes, mientras se discuta el proyecto de Rendición de Cuentas, pedirá que se incorpore un artículo para formar una “comisión de expertos” sobre natalidad y sus políticas. El legislador explicó a El Observador que “en Uruguay nunca se discutió esto en profundidad y las consecuencias de la caída de nacimientos merece un análisis más a fondo porque en eso se va la economía del país”.

La evidencia de otros países que atravesaron antes lo que le ocurre a Uruguay, es que las mujeres no se ponen a parir, ni los varones comparten más los cuidados, ni se cambia la edad con la que se tienen los hijos en base a una ley o un incentivo económico. Por ahora lo único demostrado es que requiere que la sociedad valore a los más pequeños y dé las oportunidades a que las personas elijan cuántos y cuándo quieren tener hijos.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...