El debate de hasta cuándo amamantar

Sin embargo, hay mujeres que deciden que la lactancia se prolongue hasta que sus hijos lo decidan. Ese es el caso de Jacinta Lussich, que tiene un hijo de casi tres años al que todavía amamanta. Lussich cree que su hijo dejará de amamantarse cuando él quiera, lo que llama "destete natural". "Es difícil pensar en el destete y decir ´hoy se terminó´. Hay como una movida de la crianza respetuosa que incluye el destete respetuoso. Hay un momento que el niño deja de mamar solo", dijo a El Observador.

Los conceptos de "destete natural" y "lactancia prolongada" no siempre son bienvenidos en los especialistas de la salud. Las psicólogas Claudia López y Karen Basilas, integrantes del Instituto Uruguayo de Lactancia Materna, señalaron que el proceso de dejar de dar de mamar puede ser decidido por el niño y que no necesariamente se debe realizar a los dos años, o antes. "No hay ninguna investigación científica que muestre que eso sea perjudicial. Pasa más por lo cultural y lo que se fue promoviendo. Si se le da la oportunidad al niño ellos mismos van buscando esa independencia y van buscando esa autonomía necesaria, pero es un proceso que no hay por qué cortarlo antes", explicó López a El Observador.

"Hay un momento que el niño deja de mamar solo".

Por otro lado, el presidente de la Sociedad Uruguaya de Pediatría, Alfredo Cerisola, sostuvo que aunque como sociedad no tienen una declaración sobre el tema, sí se pliegan a la recomendación de UNICEF, que enfatiza la necesidad de dar mamar hasta los seis meses como alimento exclusivo y seguir amamantando hasta los dos años.

Desde el punto de vista nutricional, y según todos los especialistas, la leche materna es el mejor alimento para los bebés en sus primeros seis meses. La nutricionista Ana Inés Rosas, que también integra el Instituto Uruguayo de Lactancia, explicó que la leche materna se va adaptando a los requerimientos nutricionales del bebé.

Según las especialistas, dar de mamar por un tiempo prolongado no genera problemas a nivel emocional del niño o de la madre. "No hay ninguna investigación que demuestre que sea perjudicial para el niño grande siga tomando el pecho. Antes se decía que no tenía valor nutritivo y en realidad se ha demostrado que sí tiene. Y eso es mucho un tema cultural, depende de la cultura lo que está mal o bien visto. En Uruguay no se ve bien que un niño de dos o tres años siga tomando el pecho", dijo Basilas.

El hijo de Lussich pide a su madre que lo amamanta cuando se despierta y cuando se está por acostar. En ese caso, su pediatra estuvo de acuerdo en que dejara de amamantarse cuando él quisiera. "Después del año la teta es cada vez más un cariño, un complemento, refuerza el contacto madre e hijo y el sistema inmunológico", afirmó Lussich.

"No hay ninguna investigación que demuestre que sea perjudicial para el niño grande siga tomando el pecho".

El trabajo como un obstáculo

"Hay que vincular la lactancia al apoyo de las mujeres. Uruguay viene mejorando en aspectos vinculados a la lactancia pero hay que hacer hincapié en que la primera infancia sea una prioridad", dijo la subsecretaria del Ministerio de Salud Pública, Cristina Lustemberg, durante el acto que realizó ayer esa cartera por la semana mundial de la lactancia.

Por ley, las mujeres tienen licencia materna por 14 semanas, según la última modificación de la ley y pueden trabajar en un régimen de medio horario. Sin embargo, más allá de que remarcaron que la extensión de la licencia maternal en el sector privado –en el público ya se aplicaba previo a la modificación de la ley en 2013- el apoyo a las mujeres dentro del ámbito laboral "es fundamental" según las autoridades de la salud.

En ese sentido, las integrantes del Instituto Uruguayo de la Lactancia remarcaron la importancia de que en los trabajos existan salas de lactancia donde las mujeres puedan sacarse la leche en ambientes tranquilos y que no estén contaminados –como puede pasar con los baños- para luego alimentar a sus hijos. De hecho, en abril la diputada Berta Sanseverino presentó un proyecto de ley que obliga a las empresas en la que trabajan más de 10 mujeres en edad fértil a tener una de esas salas. Sanseverino sostuvo que al proyecto se le deben hacer modificaciones, por ejemplo contemplar a aquellos comercios pequeños donde trabajan menos de 10 mujeres pero que están dentro de centros grandes, como un shopping.