Fútbol > ASÍ SE VIVIÓ LA FINAL POR DENTRO

El grito de campeón con tapabocas y el abrazo de Centurión con su novia, tras el título

Tribunas desnudas, el canto de los teros, la charla de los técnicos en la platea: el covid-19 cambió la manera de ver y vivir el fútbol: así vio un periodista de Referí, desde la tribuna, la consagración de Nacional en el Intermedio
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15 de enero de 2021 a las 11:19

El covid-19 cambió hasta la forma de vivir el fútbol. Para muchos, esta es una mínima consecuencia de la pandemia, quizá la menos importante. Pero el fútbol es una pasión que mueve a miles de personas durante los fines de semana, que desde hace 10 meses se tienen que conformar con mirar los partidos (cuando no se suspenden por coronavirus) a través de la televisión, lejos de los estadios, sin posibilidades de celebrar o indignarse con los jugadores, técnicos y jueces. Lo que se llama, “nueva normalidad” y que debe regirse por estrictas normas sanitarias dictadas por el Ministerio de Salud Pública (MSP) y la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).

Nacional y Wanderers se enfrentaron, este jueves, en el Centenario por la final del Torneo Intermedio. Un partido del año pasado que se disputó en el actual, por la pandemia. Un espectáculo sin público, con tribunas vacías, grises (aunque estén pintadas de celeste), sin movimiento. Los jugadores tricolores no tuvieron a quien ofrendar la copa, así como lo hicieron en 2018 frente a una tribuna Colombes casi llena, después de vencer a Torque por el mismo torneo.

Nacional campeón del Intermedio 2018, otro escenario

Todo es diferente, desde la llegada misma al estadio. Vallas, policías y calles vacías. No hay clima de partido de fútbol. La entrada digital con el código de barra en el teléfono celular y el funcionario que toma la fiebre en la entrada, muestra el cambio de las reglas. Ahora hay que cumplir con un protocolo sanitario que, a partir de este año, es más riguroso debido al crecimiento de los contagios.

Los periodistas ya no tienen contacto con los futbolistas. No hay posibilidades de merodear por los vestuarios. Los futbolistas no pueden utilizarlos para escuchar al entrenador, realizar los movimientos de calentamiento o ducharse. Los jugadores de ambos equipos comparten la cancha para realizar los ejercicios previos. Desde los altoparlantes se anuncia continuamente que los asistentes (la mayoría periodistas y algunos dirigentes) deben mantener distancia y utilizar siempre el tapabocas. Por las dudas, aclara que este ítem no corresponde para los jugadores. Los alcanza pelotas tienen que desinfectar los balones antes de devolverlos a la cancha. Ahí andan, meta spray, una nueva tarea para sus funciones habituales.

Nunca había visto el palco de prensa del Centenario con más gente que el resto del estadio, aunque por las reacciones de algunos, hinchas no faltaron en ese sector. Los gritos del casi gol (los 120 minutos terminaron 0-0) se mezclaron con el canto de los teros que suenan con nitidez y las voces de los técnicos y jugadores que llegan hasta la tribuna. El equipo de Nacional no desando los pasillos del túnel para salir al campo de juego antes del inicio, sino que ingresó por la platea América. En este caso, la ausencia de hinchas, allanó el camino. Wanderers sí utilizó el túnel que está ubicado hacia la tribuna Colombes.

Las charlas técnicas de Jorge Giordano y de Daniel Carreño se desarrollaron en la platea América, al aire libre. Pizarrones a la vista de nadie en la tribuna, los entrenadores explicaron a los jugadores los movimientos que tenían que hacer en el segundo tiempo, tratando de cambiar un panorama que en el primero había sido poco alentador. Guillermo Centurión, que hasta entonces era el juvenil que debutaba en el arco de Nacional y al cabo de la jornada fue el héroe con dos penales tapados, comía una banana mientras escuchaba al DT.

Esta vez no hubo banderas, porque las polémicas situaciones que se plantearon en los dos últimos clásicos y las nuevas disposiciones del MSP impiden el ingreso de más 50 personas. Ese es el número máximo que puede llevar cada club a un partido, incluidos los futbolistas y cuerpo técnico. No entran más hinchas ni con la excusa de "vestir" el estadio.

Las serpentinas le pusieron un marco dorado a la celebración de los jugadores de Nacional, luego de vencer a Wanderers por penales y levantar la copa del Intermedio. Un festejo mesurado como corresponde a un torneo que es más importante durante el desarrollo, porque los puntos se acumulan a la Tabla Anual, que por el título en sí mismo. El ganador tiene derecho a jugar por la Supercopa Uruguaya, pero Nacional siempre aspira a estar presente en este primer partido de la siguiente temporada como campeón Uruguayo. El grito de campeón sin quitarse el tapabocas.

Sin duchas al final y sin poder compartir el ómnibus (solo se puede utilizar el 50% de la capacidad) los jugadores se retiraron del Centenario por sus propios medios y con la ropa deportiva. Un puñado de hinchas se acercó a la salida para festejar con los de Nacional. Cantaron, prendieron luces de colores y de pasada le pidieron fotos a los jugadores. Centurión fue de los últimos en retirarse, cerca de la medianoche, en un auto particular y junto a su novia que lo abrazó fuertemente, como se observa en la fotografía. El juvenil estaba feliz y se le notaba, aunque el barbijo tapaba la sonrisa.

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