Diego Battiste

El historial del asesino y los motivos por los que fue cesado de la Armada

El hombre fue desvinculado por faltar al trabajo, vivía en la calle y era consumidor de drogas por lo que consideran que puede haber actuado por venganza

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04 de junio de 2020 a las 05:03

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El hombre que asesinó a los tres infantes de Marina en el Cerro estuvo seis años en servicio en la Armada y en marzo fue cesado del cargo luego de faltar a trabajar durante cinco días, lo que se considera deserción en la conducta militar. 

No era la primera vez que sucedía algo así, ya que en otras ocasiones había llegado tarde a las guardias. Cuando sus jefes le comunicaron que sería dado de baja, alegó que tuvo "un motivo personal" por el que no concurrió a trabajar durante esos cinco días, informaron a El Observador fuentes de la investigación.

El entonces infante de Marina que tiene 26 años es adicto a las drogas, especialmente a la pasta base, y los investigadores presumen que por esta razón comenzó a tener problemas en el trabajo.

El cese en la Armada marcó un punto de inflexión. Según lo que declaró ante los investigadores de la policía, el ahora imputado consideró que "lo echaron como a un perro" y que la Armada "se había portado mal" con él, ya que se excusó de faltar por motivos personales y de todas formas fue cesado según lo que establece la ley orgánica de la Marina.

Por esa declaración que dio una de las hipótesis que manejan es que el ataque podría tratarse de una venganza contra las Fuerzas Armadas, que se sumó al aumento en el consumo de drogas y a la necesidad de querer hacerse de las armas para venderlas.

Conocía perfectamente el destacamento del Cerro y a los tres marinos asesinados, ya que había trabajado en esa misma unidad durante un tiempo. Por esa razón sabía que cada uno de ellos tenía un arma Glock 9 mm, que en el mercado negro puede venderse por alrededor de $ 30 mil cada una y con eso "subsistir un tiempo".

El imputado no tiene familiares en Montevideo, ya que es del interior. Según la versión que dieron el hombre y la mujer que fueron imputados por encubrimiento lo alojaban en su casa, ubicada a pocas cuadras de donde cometió el crimen. En esa casa, que fue allanada este lunes, fue donde se encontró el arma que pertenecía a uno de los infantes –con la que según la fiscalía le disparó a sus excompañeros-, dos cargadores de pistolas Glock y un diploma de tiro otorgado por la Armada Nacional.

La policía llegó a la vivienda a partir de un informante que contó que el exinfante había ofrecido armas Glock en el Cerro, horas después del asesinato del domingo.

Los detalles

El hombre llegó a la unidad del Cerro pasada la medianoche, les dijo a sus excompañeros que no tenía dónde dormir y les pidió para quedarse con ellos. Alan Rodríguez y Alex Guillenea lo dejaron pasar.

Según informó Subrayado y confirmó El Observador en base a lo que declaró el homicida ante la policía, luego de conversar durante un rato, les preguntó si podía ir a descansar a la habitación donde dormía Juan Manuel Escobar, ya que la dinámica del trabajo implica que dos guardias permanezcan despiertos mientras otro duerme.

Según su versión, aprovechó que Escobar dormía para quitarle la pistola con la que les disparó a los tres. La fiscal destacó el "total experiencia y manejo" del arma, debido al entrenamiento que tenía.

Si bien Escobar despertó e intentó defenderse, el homicida le disparó cuatro veces y ya no estaba armado. 

Sobre el destino de las dos armas que no se encontraron en el allanamiento, al declarar ante la policía aseguró que la dueña de casa fue la responsable de venderlas, algo que los investigadores no lograron determinar. Por su parte, la mujer dijo que él fue quien las vendió.

Camilo dos Santos

Al día siguiente de cometer el crimen fue a la peluquería, pasó por una carnicería, compró carne y preparó un asado que comió junto a la pareja amiga. En la tarde, la policía allanó la vivienda a raíz de información que indicaba que allí se encontraba el autor del crimen, y fueron detenidos los tres involucrados.

Del relevamiento realizado por Policía Científica en el lugar del crimen, se constató una huella del imputado en el picaporte de la puerta interior que permitía el acceso al lugar donde descansaba Escobar. 

Al momento de su detención, se constató que en los championes que llevaba puestos había sangre.

Los imputados permanecerán en prisión preventiva hasta la celebración del juicio oral. La fiscal del caso dijo que el acusado del delito "hizo uso de su legítimo derecho a no declarar, cosa que puede revertirse en el correr de la investigación".

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