Juan Samuelle

El maíz busca consolidar su protagonismo en la chacra uruguaya

El segundo cultivo de verano en área cierra una zafra con buenas y malas: la superficie y el volumen cayeron pero siguen entre los mejores registros, la sequía mermó los rendimientos y el precio sigue estable; el maíz mantiene su atractivo

Tiempo de lectura: -'

22 de mayo de 2020 a las 13:00

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

Avanza en Uruguay la cosecha de maíz de mayor área de los últimos tiempos, con resultados dispares, en la misma semana en la que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) proyectó una producción mundial y estadounidense récord.

Aunque hay más maíz en el mundo, el precio en Uruguay se mantiene por encima de los valores del año pasado, compensando así –parcialmente– el menor rendimiento.

En el área agrícola nacional el cultivo tuvo un envión durante el auge de precios de la década pasada. Durante los años de la década de 1990 y principios de los de la década de 2000 la superficie se mantenía estable, entre 50.000 y 60.000 hectáreas. Pero el mayor uso en la ganadería de carne y leche y la posibilidad de exportar abrieron nuevas perspectivas y en la zafra 2019/20 se sembraron  129.593 hectáreas para grano, la mayor superficie en 40 años y un aumento, lo que sucede por tercer año consecutivo.

Pero, a pesar de lo alto de la superficie sembrada, la producción será menor a la del año pasado.

El rendimiento promedio de esta zafra se ubica en el entorno de los 5.000 kilos por hectárea, por debajo del récord de 7.608 kg/ha del año pasado y levemente por debajo del promedio de los últimos 10 años (5.402 kg/ha).

La escasez de lluvias en el momento crítico de la floración en los maíces de primera impidió que se lograran mejores resultados.

En las siembras de segundas los resultados también fueron dispares por faltante de lluvias.

De esa manera, este año el maíz alcanzará una producción entorno a las 650.000 toneladas, la segunda más alta de los últimos siete años.

Eso es inferior al récord de 816.000 toneladas del año pasado, pero debería permitir en 2020 repetir un desempeño exportador que, aunque no sea muy voluminoso, le brinde a los productores la señal de que el grano tiene distintas vías de salida, las locales y las externas.

Juan Samuelle

Juan Samuelle

Juan Samuelle

Precio estable en 2020

Contrariamente a lo que sucede en el mercado internacional, en Uruguay el precio se mantiene estable desde comienzos de año y por encima que un año atrás, lo que le permitirá al productor compensar parcialmente los menores rendimientos.

La Cámara Mercantil de Productos del País manejó valores para el maíz nacional de calidad superior, puesto en Montevideo, en un rango de entre US$ 204 a US$ 208 por tonelada, US$ 50 más que los US$ 158 por tonelada de la misma semana del año pasado.

Para esta zafra de verano que termina, el rendimiento de equilibrio del maíz teniendo en cuenta un precio de US$ 200 la tonelada y un costo total del cultivo de US$ 800 (sin renta) es de 4.000 kilos por hectárea. Considerando la renta agrícola de US$ 266 por hectárea publicada a principios de mes por la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), sería de aproximadamente 5.330 kilos por hectárea.

Las cifras en 2019/2020

Soja: 910.411 hectáreas.
Maíz: 129.593 hectáreas.
Sorgo: 34.410 mil hectáreas.
Fuente: Encuesta Agrícola Primavera 2019 elaborada por la DIEA (MGAP)

Juan Samuelle

Demanda de tambos y avícolas

La demanda interna sigue firme en la lechería –fundamentalmente por el invierno que se avecina– y particularmente en la producción avícola. Pero en la ganadería de carne será un año de particular cautela en la demanda de maíz para alimentar el ganado, con Europa –el principal mercado para la carne de feedlot– prácticamente cerrado, debido a la pandemia.

María Methol, asesora técnica de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa)del MGAP, dijo a Blasina y Asociados que el consumo interno de granos forrajeros –maíz y sorgo– para la zafra comercial 2020/21 –en la que se comercializará la cosecha en curso– se estima similar a la zafra pasada, en 1,32 millones de toneladas.

El maíz es el principal grano consumido, con 1,07 millones de toneladas, una participación de 81% del total.

“La demanda de maíz en el sector lácteo y avícola son mucho más estables que en el sector cárnico, donde el clima y los precios de la carne tienen una gran incidencia”, explicó.

Con estos niveles de consumo y una producción del orden de 650.000 toneladas, esta cosecha no alcanzará para cubrir los niveles de consumo local y se deberá recurrir a importaciones cercanas a las 300.000 toneladas.

En Uruguay ha sido habitual una situación de vaivén que lleva a que se exporte, pero también se importe.

En 2018, como consecuencia de la sequía, Uruguay tuvo un récord de importaciones de maíz: 562 mil toneladas, el doble que cualquier otro año anterior.

En 2019, con cosecha récord, las compras del exterior se mantuvieron importantes, en 241 mil toneladas y ya en 2020, la cautela ganadera parecen verse en importaciones reducidas.

En lo que va del año se llevan importadas 26.547 toneladas, menos de la mitad que las 60.944 toneladas del mismo momento del año pasado y muy por debajo de las 143.791 toneladas de 2018 –récord de importaciones–.

El 96% de las importaciones son de Paraguay y el restante 4% de Argentina.

Un reflejo de la importancia del consumo de granos forrajeros de los tambos son las importaciones de Prolesa (Productores de Leche SA), que en lo que va del año concentran el 37% del volumen total.

En ese marco, la cosecha de maíces de segunda en la región y la llegada del invierno aumentará el ritmo de importaciones y empezará a presionar los precios locales.

Más maíz en el mundo: ¿posible caída de precios?

La semana pasada el USDA publicó su primer reporte de oferta y demanda mundial para la zafra 2020/21. Para maíz, se estima una producción mundial récord de 1.186 millones de toneladas, 73 millones más que los 1.114 millones de toneladas de la zafra anterior.

Estados Unidos –principal productor y exportador mundial de maíz– superará por primera vez en la historia las 400 millones de toneladas producidas: 406,3 millones de toneladas, lo que significa un crecimiento del 17% en comparación con las 347 millones de la zafra 2019/20.

Además de la producción récord, los stocks mundiales crecieron un 12% o 36 millones de toneladas respecto a la zafra pasada a 340 millones de toneladas, con impulso por un aumento del 59% en los stocks de Estados Unidos a 84 millones de toneladas –el más alto en tres décadas–. La relación stock-consumo 2020/2021 en ese país llegaría a 22% contra el 15% del ciclo anterior, el más alto desde 1992.

Sumado a esto, las proyecciones de producción de Brasil –uno de los principales productores de maíz del mundo– también son altas.

El USDA estimó la producción en 101 millones de toneladas y la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) una cosecha aún mayor, alcanzando las 102,3 millones de toneladas. A la vez, la cosecha Argentina se ubica en 50 millones de toneladas.

Con un avance de siembra del 80%, por encima de los promedios históricos y un clima que por ahora juega a favor del cereal, el USDA prevé un área sembrada en Estados Unidos de tres millones de hectáreas más que en el ejercicio pasado (39 millones de ha) y que lograrán un rinde de 11.210 kilos por hectárea, 6% más que los 10.530 kg/ha de la zafra anterior que se sembró muy tarde.

Juan Samuelle

Juan Samuelle

Lógicamente, esta situación supone una presión para los precios del maíz, que sufrieron una fuerte caída debido a la crisis del petróleo que afectó los valores del etanol –el maíz es una materia prima clave– a lo que se sumó la baja demanda del biocombustible en Estados Unidos por la cuarentena de covid-19 (coronavirus).

La conversión de grano en carne o lácteos seguirá siendo atractiva en el futuro y comparativamente muchos maíces se comportaron mejor que la soja en un año seco. Los productores otean el horizonte climático. Si no hay Niña en la próxima primavera el maíz seguirá con un área importante, pero si el Pacífico se sigue enfriando será difícil que se sostenga la superficie de este año.

Producción: Cecilia Pattarino

Juan Samuelle

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.