El riesgo del hechizante canto de las sirenas

Segundo, tendría una bifurcación de caminos y debía elegir la ruta correcta, que le podría acarrear pérdidas, pero seguir con vida, porque la otra, la ruta mala, lo hundiría contra las rocas.

Tercero, al tocar tierra, debería caminar con cuidado para no causar daño a los rebaños, y en ese caso cumpliría su objetivo; pero si hiciera daño, nadie se salvaría.

La descripción que hace Homero en la Odisea es un combo de lecciones políticas.

Gobierno y oposición tienen sus metas políticas y para obtener mejores resultados deberán aplicar aquella máxima de la bella hechicera: i) no distraerse con cantos malignos; ii) elegir la ruta correcta y no la que lleva al despeñadero; y iii) evitar hacer daños, que se vuelven en contra.

El líder político debe saber escuchar, pero también ser selectivo sobre lo que escucha, no para desechar lo que no sea de agrado, sino para no perder tiempo con ruido sin sentido.

Eso pasa hoy con las redes sociales: es gratis mirar el Twitter y leer lo que dice un coro de anónimos y gente al cohete, que tiene tiempo de sobra para volcar disparates, generar sospechas o multiplicar rumores. Pero Twitter no es “la gente”.

Tampoco es un termómetro la circulación de mensajes reenviados por Whatsapp, ni los posteos en Facebook, ni es una referencia válida la cantidad de “me gusta” o corazoncitos en Instagram. Curiosamente, muchos líderes o dirigentes partidarios se dejan llevar por “las tendencias” de redes y se convencen que eso es el pulso de la opinión pública.

Tampoco el contacto personal da buen monitoreo de lo que piensa la gente, y para eso están las herramientas de medición por encuestas profesionales, que den un resultado representativo del universo o de una porción que genere interés conocer su pensamiento. El riesgo de los “microclimas” no es solo el de redes sino también el de entornos entre pares.

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En el tramo final de 2020 y a un año de las elecciones, ¿cómo están oficialismo y oposición respecto a esos consejos de la Odisea? Curiosamente, la mayor afectación de “microclimas” y de “canto de sirenas” es para la oposición, que no solo le cuesta acomodarse al nuevo rol, sino que está rehén de los círculos entrelazados del “bloque político y social de los cambios”, que comprende al Frente Amplio, a la central sindical PIT-CNT, y al resto de organizaciones formales o informales que se nuclean en la “intersocial”.

El gobierno se regocija de alta popularidad, con 60% de aprobación y apenas 20% de desaprobación según la última encuesta de Equipos Consultores (octubre), y con una bendición empresarial extraordinaria, de 89% de aprobación a la gestión y de repunte fuerte del clima de negocios y expectativa de inversión (encuesta de Exante). No todo es oro, pero hay aprobación de elite empresarial y a nivel popular también.

La dirigencia del Frente se pone de punta contra Larrañaga y operativos policiales que marcan un cambio con el gobierno anterior, y que justamente por eso reciben beneplácito popular. Van a una interpelación contra el ministro, y eso se da por sentir apoyo en redes, en medios amigos, en microclima que reclama acción para impedir la brutalidad policial.

No significa que deben guiarse por la corriente de opinión mayoritaria; pero al poner el acento en algo que no sintoniza con la gente, se alejan de la
gente. El camino del referéndum contra la LUC (Ley nº 19.889) es producto de microclima y pone al Frente a gastar energías, militancia y dinero, en una junta de firmas en la que la mayoría de su dirigencia no cree, pero lo hace guiado por el “canto de sirenas”.

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1. Sobre escuchar bien y no oír el ruido maligno:

-  el gobierno se manejó mejor con el pulso de opinión pública, pero corre riesgo de conformarse con opiniones amigas y no escuchar bien a
los que le advierten sobre ritmo y profundidad de las medidas;

-  la oposición está aturdida por “el canto” y las redes,
aunque tiene la reserva de conexión con sectores populares que le pueden generar alerta para reacción a tiempo (si escucha mejor, su resultado sería otro).

2. Sobre elegir camino correcto:

-  el gobierno sigue una hoja de ruta de compromisos políticos, pero no todo el oficialismo está compenetrado con el plan, ni se siente parte de su ejecución y eso no genera identidad plena de los socios;

-  la oposición está perdida, en un laberinto.

3. Sobre no hacer daños (“pisar el rebaño”) que impida llegar a la meta:

-  en medio de una pandemia, con una economía en recesión y deterioro social acumulado y agravado ahora, eso es riesgo para unos y otros.

El primer año del quinquenio termina con saldo a favor del
gobierno, mientras el presidente Lacalle Pou tiene una “luna de miel” prolongada, mientras que la oposición se encandila con el “canto de sirenas” de redes sociales y mensajes amigos, y el runrún de “colectivos” que no son representativos.

Dijo Circe a Ulises: “Llegarás a un lugar donde viven las sirenas, que hechizan a los
marineros con su dulce voz (…) tapa los oídos de tus compañeros con cera”. Hasta hoy lucen como consejos sabios.