El acto se llevó adelante en Las Piedras, al igual que en 2019.

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Coalición cerró la campaña con alusiones al 2019 y convocando a la "rebeldía" para el 27

El oficialismo puso punto final a la campaña en Las Piedras; esta noche hablará el presidente Luis Lacalle Pou
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23 de marzo de 2022 a las 05:04

El expresidente Julio María Sanguinetti se levantó de su silla, tomó el micrófono y dio unos pasos hacia adelante. Miró al público agolpado a pocos metros y mientras muchos aplaudían y agitaban los brazos, comenzó su discurso: “¡Qué alegría ver tantas banderas!”.

A pocos días del referéndum de la Ley de Urgente Consideración (LUC), cientos de militantes de todos los partidos de la coalición se congregaron en la noche de este martes a media cuadra de la plaza principal de Las Piedras para bajar el telón de una campaña que los propios dirigentes definieron como “intensa” y “difícil”.

El acto final, originalmente previsto para la noche del miércoles, pero adelantado para que Luis Lacalle Pou sea el responsable de dar el “mensaje final” en la conferencia de prensa que dará esta noche, estuvo cargado de simbolismos que evocaron una y otra vez la previa del balotaje de 2019, cuando la fórmula presidencial puso el broche de oro de la campaña a pocas horas de la segunda vuelta también en la ciudad canaria.

La coalición estuvo representada en pleno en el estrado al igual que en aquella noche de noviembre, aunque esta vez no solo por los líderes partidarios sino por una decena de dirigentes entre los que se encontraban ministros, legisladores y autoridades de cada colectividad.

Sin Lacalle Pou –inhibido de participar de actos partidarios– ni la vicepresidenta Beatriz Argimón –que debió un compromiso asumido de participar de un acto en Young–, los representantes de cada partido de la coalición fueron tomando la palabra, en orden inverso al caudal electoral.

El primero en hablar fue el diputado del Partido de la Gente, Daniel Peña, que bromeó con que siempre le tocaba “romper el hielo”, luego tomó el micrófono el ministro de Trabajo y Seguridad Social y líder del Partido Independiente, Pablo Mieres, y a continuación el senador Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto). Por los colorados habló Sanguinetti y por los blancos, el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado.

Debajo del escenario siguieron los discursos varios subsecretarios, algunos ediles e incluso la esposa del presidente, Lorena Ponce De León, que se recostó sobre una valla muy cerca de los militantes y respondió uno a uno a los pedidos que, como al mandatario, le gritaban: “¡una selfie, Loli!”.

Pero el despliegue de dirigentes y las decenas de banderas de cada partido que se entremezclaban con carteles celestes con un “No” en letras blancas no fue lo único que dejó a entrever un parecido con aquella instancia definitiva de hace dos años y cuatro meses.

Una decena de dirigentes acompañaron el acto en Las Piedras.

Con alusiones al triunfo de la coalición en 2019 y a la necesidad de ratificarlo, la mayoría de las intervenciones de cada dirigente se esbozó una defensa del cambio de gobierno más allá de la LUC, además de elogios a la coalición y críticas al Frente Amplio, al que cuestionaron por querer instalar una lógica de “revanchismo” con la instancia del próximo domingo.

Manini aseguró por ejemplo que a la izquierda “no le interesa la gente” y argumentó que el referéndum, en realidad, fue un paso que dio la oposición para “preparar el camino para retornar al gobierno”. “Es hora de sacarles la careta”, lanzó el líder cabildante lo que despertó el clamor del público que durante buena parte del tiempo mostró, contrario a otras instancias, una menor efervescencia.

La parte oratoria duró prácticamente una hora y el fervor de la militancia se hizo sentir con tímidos aplausos que solo se volvieron ovaciones unas pocas veces, en especial cuando los dirigentes encendieron su prédica con frases emotivas, recuerdos de la campaña, alusiones al fallecido Jorge Larrañaga o una defensa aguerrida de la administración liderada por Lacalle Pou.

El oficialismo defendió los principales epítetos de la LUC de un modo muy general y volvió a atribuirse el éxito en la gestión de la pandemia, la mejora en los indicadores de seguridad y el inicio de la “transformación” de la educación como principales méritos. Recién ahí los gritos y el agite de banderas se hicieron más fuerte.

No volver atrás y el día después

A excepción del ministro Mieres –que dijo estar “confiado” de que el próximo domingo habrá “una ratificación de la confianza”–, los dirigentes evitaron el exitismo de pronosticar un resultado favorable para el No y llamaron, en cambio, a salir a convencer a los uruguayos que todavía no definieron su voto. Según las encuestas, ese grueso caudal que todavía está indeciso será clave para el triunfo de una u otra opción.

Delgado apeló a la siempre aceptada metáfora futbolera y pidió un “último esfuerzo” para que en el último tramo se concentren las baterías en la gente “que no está en el estadio” y no “en los de la Ámsterdam o la Colombes que ya están convencidos”, una metáfora que también utiliza el presidente Lacalle Pou

En ese sentido, a su vez, hubo un agradecimiento explícito a la labor de la militancia. El expresidente Sanguinetti saludó especialmente el trabajo de la juventud y exhortó a todos a sentir que la campaña por el referéndum implicó la participación de “una hora histórica” y “trascendente” en la vida del país. Por detrás de esa idea estuvo una prédica repetida en los últimos actos de la coalición oficialista y ratificada en el final de la campaña: la necesidad de mirar para adelante. Y más allá del 27 de marzo.

Mientras se hacían alusiones al partido de la selección de este jueves y un oso vestido del color de la papeleta del No con una leyenda en su camiseta que decía “la Celeste no deroga” se sacaba fotos, la dirigencia política se refirió al futuro y a lo que implicará el resultado del próximo domingo.

“Acá hay una puja entre la esperanza y la resignación”, resumió Sanguinetti, algo que minutos después retomó el secretario de la Presidencia Delgado cuando aseguró que si se derogan los 135 artículos de la LUC “volveremos para atrás” y el Uruguay estará incluso “peor que antes”, sobre todo en materia de seguridad porque la policía “se sentirá desnuda”.

En la misma línea, Manini Ríos convocó a los presentes a la “rebeldía” contra “la mentira y la escandalosa tergiversación”, en franca alusión a la campaña del Sí a la que todos los dirigentes cuestionaron en varias oportunidades.

El acto que había iniciado con un concierto de Martín Quiroga finalizó con todos los dirigentes con los brazos en alto mientras los militantes repetían, con algunos bombas de humo azules y el ruido de los bombos, la canción que sonaba por los altoparlantes: “Por eso elijo celeste, no quiero volver atrás”.

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