Matías Arezo, goleador de Peñarol

Fútbol > EL ANÁLISIS

El sinceramiento que debe hacer Peñarol frente a lo que entiende como persecución y su karma futbolístico

Los aurinegros volvieron a demostrar que hay un punto futbolístico que les hace perder la línea
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09 de abril de 2023 a las 23:13

En cada partido que Peñarol no gana, queda instalada la polémica que adoptaron como la forma más simple de sacarse la responsabilidad de encima y cargar a terceros sus propios errores.

Este domingo en Melo, por la décima fecha del Torneo Apertura en el empate 0-0 con Cerro Largo, como hace dos semanas en Belvedere ante Liverpool, los aurinegros descubrieron que aquellos equipos que salen a no jugar, lo hacen pasar mal al equipo de Alfredo Arias, y termina mal.

Con Liverpool perdió 1-0, y con los arachanes dejó dos puntos.

Entonces, cuando a un partido de fútbol se le saca del análisis deportivo y se pretende centrarlo en una jugada polémica, porque el final indudablemente fue polémico, se pierden de vista todos los elementos que hacen al juego.

Y me pregunto, ¿Peñarol no pudo ganar en Melo por el árbitro o porque Eduardo Espinel realizó un gran planteamiento para cortar todos los circuitos de fútbol, los jugadores rindieron en su máximo nivel y el golero Renzo Bacchia se transformó en figura y salió lesionado a los 79 luego de esforzarse al extremo para evitar la caída de su arco?

Sería injusto con el planteamiento de Cerro Largo y con lo que rindieron los futbolistas arachanes, cargar todo sobre una jugada del final en la que no es penal la incidencia en la que Gustavo Tejera primero pita y luego termina desestimando luego que el VAR Jonathan Fuentes lo llama a revisión.

El movimiento de Yonathan Rak, quien se deja caer, indujo al error que Tejera termina corrigiendo al verlo fuera de la cancha en la pantalla de televisión.

Sin VAR, hubiera sido penal, porque el árbitro es engañado por el movimiento del jugador de Peñarol.

Con VAR, la tecnología permitió revisar y corregir, que no hubo puntapié, que el contacto que existe es propio del juego y que no se observa contacto con el brazo.

Porque no todos los contactos son faltas, y en este caso el llamado del VAR resolvió con justicia la última jugada del partido.

Esto que está ocurriendo exige un sinceramiento que debe hacer Peñarol frente a lo que entiende como persecución, porque le está haciendo mal a su propio andar, lo limita, le saca el humor y lo predispone. Le quita la paz que se necesita. Es cierto que los jueces se equivocan, igual que los dirigentes, los entrenadores y los jugadores, pero no equivocan de exprofeso como intenta imponer el presidente de Peñarol con su desgastado discurso, ni todo el sistema está en contra del club, como también pretende hacerlo ver Ruglio.

Independientemente de la jugada, que enciende a Peñarol en sus reclamos, la visita de los aurinegros a Melo plantea la fragilidad que tiene este equipo de Arias y su karma futbolístico, como ya fue escrito luego de la visita a Liverpool.

Este escenario se ve marcado aún más para los carboneros por cinco razones que son concluyentes, y para las que el entrenador debe buscar una solución inmediata porque entre la sobrecarga de partidos que le plantea la Copa Sudamericana (jugará seis partidos en las próximas tres semanas) y la irregularidad del torneo local, no tiene cerrado el Apertura ni mucho menos:

1) A este Peñarol le cuesta una enormidad ganarle a equipos que le juegan (o no juegan) como Liverpool o Cerro Largo. Podrán calificar de planteamientos antiestético, despiadados con el espectáculo lo que hizo el equipo arachán en Melo, pero son efectivos con las aspiraciones de quienes lo proponen y lo que hizo Espinel defendiendo con cinco (tres zagueros y dos laterales) y tres volantes recostados sobre la última línea, es una herramienta válida para el fútbol que este domingo le terminó redituando. El beneficio para Cerro Largo fue parcial, porque debía ganar (si lo conseguía quedaba primero), no lo logró, no obstante se aseguró no perder para mantener al puntero solo a dos puntos y seguir con chances de pelear el título.

2) El equipo de Arias comenzó a extrañar a Ignacio Laquintana. Esto se transforma en un gran problema, porque incluso cuando no tenía espacios, el puntero era quien abría los partidos y aportaba soluciones. Es indisimulable su ausencia y no tiene otro jugador en el equipo capaz de hacer su trabajo.

3) Uno de los aspectos más graves, pero sobre el que que podrá encontrar pronta solución, es que el goleador Arezo se apagó tras la lesión que lo dejó afuera del partido de la séptima fecha y se perdió la octava por el viaje con la selección. Hasta la sexta fecha, remataba al arco y era gol. En un mes, entre el 13 de febrero y 12 de marzo, hizo nueve goles. Desde el 13 de marzo hasta el 9 de abril no marcó ninguno. Esto se explica porque le costó volver de la lesión, tuvo un viaje de ida y vuelta a Asia, perdió el ritmo que tenía (lo reconoció el propio entrenador después del clásico). Además, no pudo recuperarlo porque jugó tres partidos la última semana, y porque empezó a extrañar a su socio Laquintana.

4) Sebastián Rodríguez volvió a rendir lejos de su mejor nivel, y eso indefectiblemente hace caer el rendimiento de su equipo. El volante necesita a Homenchenko a su lado, y otra vez no fue de la partida.

5) El golero de Cerro Largo, Renzo Bacchia fue el jugador más destacado del equipo arachán, luego de sacar dos goles en el segundo tiempo, uno a Aguirregaray y otro a Arezo, tras el cual se retiró lesionado por el esfuerzo que hizo.

Esta vista de Peñarol a Melo en la que jugaron 104 minutos de fútbol y el equipo aurinegro no pudo salir del cero ni del empate, dejó a Arias asuntos para resolver y en las estrategias que plantee deberá encontrar soluciones.

Lo que queda claro es que los equipos descubrieron cómo limitar a este Peñarol, y quitarle puntos como los cinco que dejó ante Liverpool y Cerro Largo. También, y aquí el error del árbitro, beneficio al equipo que no quiso jugar al fútbol y le permitió hacer demasiado tiempo. 

De todas formas hay un detalle que no es menor, y es que no todos los equipos están en condiciones de jugar en el nivel que le plantaron los dos que lo hicieron pasar mal en Belvedere (defendiendo con aplicación táctica perfecta, y atacando) y el Ubilla (con el antifútbol). Tanto, que Nacional, no aguantó con su ritmo defensivo y terminó sucumbiendo en el Campeón del Siglo.

Si Peñarol ganaba este domingo, se terminaba el Apertura.

El empate dejó abierto el torneo a falta de cinco fechas, con Cerro Largo y Defensor Sporting a dos puntos, con una irregularidad marcada a todo nivel, con un campeonato que va camino al récord de menos puntos ganados en un torneo corto y con Peñarol cargando con la doble competencia que tan mal le hace pasar a los futbolistas uruguayos.

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