Parece un déjà vu. Es 1º de enero y los usuarios de las redes sociales –anónimos o con millones de seguidores– hacen lo esperado: agradecen, celebran, hacen balances, listas, enumeran sus resoluciones para el nuevo año, piden buenos deseos para los 12 meses que se vienen. Las timelines de celulares y computadoras se tapizan, entonces, de infinitos mensajes que concluyen con lo mismo: ¡Feliz 2019!
Entre tanta felicidad exacerbada en Instagram –la red de la belleza, la vida impostada y la sonrisa cueste lo que cueste– aparece Pampita que le cuenta a sus tres millones de seguidores lo que se rumorea desde hace semanas: ella y Juan “Pico” Mónaco están, de nuevo, juntos. Pampita –que se llama Ana Carolina Ardohain, es modelo, conductora, madre de tres y no necesita presentación– elige tres fotos en blanco y negro y una misma leyenda que dice “Bienvenido 2019”. Las imágenes los muestran juntos festejando el nuevo año en Casa Babel, el emprendimiento gastronómico del extenista en Manantiales, Punta del Este, Uruguay. Las fotografías tienen casi 400 mil me gusta. Del otro lado, en la cuenta de Mónaco, la reconfirmación de que volvieron la da una imagen muy similar, pero en color.
Entonces no es un déjà vu. Es lo que sucede hoy, en 2019. Aunque parece un calco de lo que sucedió el año pasado. La historia de amor –tal vez una de las más seguidas y esperadas, casi como si fuera una telenovela del horario central– se puede resumir a grandísimos rasgos así. Todo empezó con una serie de mensajes de WhatsApp, él le escribía mucho y ella contestaba con monosílabos; en mayo de 2016 viajaron juntos a Ibiza, ella puso las fotos en su cuenta de Instagram, él también; en 2017 se fueron a vivir juntos, él dijo que ella era la mujer de su vida; en el segundo semestre de ese mismo años los programas de la tarde se hacían un festín con los rumores de separación; Mónaco confirmó la crisis en Implacables: “Como cualquier pareja que está pasando un mal momento a final de año. Pero nada, tranquilo, preferimos resolverlo todo puertas adentro, no vamos a exteriorizar nada”, dijo; el 14 de enero de 2018 los medios argentinos replicaron un tuit de Ángel de Brito y usaron la frase “la foto más esperada del verano”, Pampita y Mónaco estaban juntos en una playa de La Juanita, al lado de José Ignacio; después la celebración de 40 de ella en México y las fotos de sus respectivas redes que conformaban el retorno. El año transitó –para ella– entre un programa de televisión que no funcionó, un regreso fugaz a Bailando por un sueño y, finalmente, una nueva separación. Y el final o el comienzo o el entre acto ya es conocido.
Pampita –muy acostumbrada a tener que lidiar a diario con los fotógrafos profesionales y también con los amateurs– hizo su descargo en la noche del 31. En su historia de Instagram puso: “Esta noche la paparazzi soy yo”. Y se encargó de dar la noticia. Más de 24 horas más tarde, la edición argentina de Hola publicó en sus redes sociales su nueva portada en la que Pampita y Mónaco están juntos en la 31 de la brava. Desde hace unos años la regla parece ser, en muchos casos, primero en las redes de los protagonistas, después en las revistas. Y esta premisa en verano se vuelve todavía más fuerte.
Por estos días buena parte del star-system rioplatense está instalado en la costa uruguaya. En Punta del Este están los habituales: toda la familia Tinelli, Claudia Fernández, las hermanas Rosella y Patricia Della Giovampaola, Adrián Suar, Nacho y Juana Viale, Tini Stoessel Griselda Siciliani, Calu Rivero, Valeria Mazza y Alejandro Gravier, Nicole Neumann y su novio Matías Tasín (que también habían tenido un año de altibajos) Susana Giménez (aunque aún no aparecieron las fotos), Moria Casán (con detención en el puerto de Montevideo y revuelo incluido); también algunas personalidades locales como Camila Rajchman, Sofía Rodríguez, Manuela da Silveira, Lucía Soria y Fer Vázquez. Más al este, en La Pedrera, están los que intentan cultivar un perfil un poquito más bajo: Agustina Cherri, Marcela Kloosterboer y la pareja de Nicolás Vázquez y Gimena Accardi. Y, una vez más, la cantante y artista mexicana Julieta Venegas está en Uruguay con motivo de sus vacaciones.
Así que a una pantalla de distancia, el usuario convencional de Instagram –el verano se exhibe y se vive allí– puede enterarse (siempre hay que estar atento a las historias, no todo queda en el feed) de una cuota bastante suculenta de lo que pasa en las vacaciones de las celebridades en balnearios esteños. En los últimos días hubo videos y fotos para pasarse buena parte del día con la mirada hipnotizada con la pantalla. Sobre todo para aquellos que solo se viven el verano a través de los demás. Entonces, a modo de ejemplo, a continuación un puñado de las variadas actividades/confesiones/postales que artistas, modelos, empresarios e influencers postearon en sus redes.
Venegas visitó el Espacio de Arte Contemporáneo en Montevideo; Micaela Tinelli inauguró el verano en el boliche de La Barra, Tequila, y días después Tini Stoessel despidió el año en el mismo lugar; Marcelo Tinelli y su pareja Guillermina Valdez comieron sushi en Páru del Polo Club de Punta del Este; los Mazza Gravier hicieron una fiesta de fin de año donde había que ir vestidos de blanco; la modelo uruguaya Victoria Saravia contó que lo mejor que le pasó en 2018, mientras celebraba la Navidad en Punta del Este, fue el dj argentino Manu Desrets; Nicolás Vázquez decidió que el mejor chocolate que comió en su vida es el de un postre del restaurante Petisco de La Pedrera; Camila Rajchman se tomó un mate con la modelo Mery del Cerro y después se clavó una astilla; su excompañero de Rombai, después de pasar Navidad con su familia en Solymar, se trasladó a Punta del Este para celebrar el Fin de Año en una serie de historias en las que se muestra con el torso desnudo y después bailando en un boliche con un whisky en la mano; Claudia Fernández recomendó el libro de Kate Morton El jardín olvidado y el show de Los Cracks en Medio y Medio. Y así se podría seguir hasta saciar las necesidades voyeuristas de cada uno y sin necesidad de esperar que los pesque el paparazzo argentino.
En este 2019 donde parece que el concepto elija su propia aventura está en auge (Netflix volvió a instalarlo con el estreno de la película de Bandersnatch de Black Mirror), se puede usar la misma lógica para los días de calor. Cada personaje célebre elige la historia veraniega que quiere contar a través de sus redes. Están los que priorizan el cuerpo y su exhibición, los que capitalizan su categoría de influencers y taguean decenas de marcas, los que van –como Hansel y Gretel– dejando un camino de miguitas de pan para quienes quieran saber dónde están, y los que también recomiendan y colaboran en el mar infinito de opciones que hay en los balnearios.
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