Enemigos inesperados atrasan la modernización del MGAP

Las emergencias agropecuaria y sanitaria concentran los esfuerzos, pero también se puso el foco en reordenar al ministerio, en el abigeato, en las auditorías y en la sanidad animal

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06 de junio de 2020 a las 05:03

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La persistencia de la sequía, cuyos impactos no han cesado en las puertas del invierno, y las necesidades derivadas de la emergencia sanitaria por el covid-19, se perfilaron como adversarios inesperados –y de gran porte– en la gestión que el 1° de marzo inició el nuevo comando del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), ocupando buena parte de los esfuerzos.

Carlos María Uriarte, el nuevo ministro, junto a sus colaboradores tenía previsto trabajar en diversos frentes de batalla, con base en lo que planificó desde que la coalición que accedió al comando de gobierno lo seleccionó para tal responsabilidad, para lo cual tuvo como pilar una secuencia de reuniones con actores del sector de los agronegocios.

No obstante, el déficit hídrico acumulado concentró rápidamente la mayor atención, y una parte importante de los recursos. Tanto que a esta altura, iniciado junio, la tercera parte del área productiva nacional está declarada bajo emergencia agropecuaria: 5,7 millones de hectáreas, involucrando a 8.100 productores familiares en superficies totales o parciales de 13 departamentos.

Y en el modo de la asistencia está una de las primeras diferencias con manejos de administraciones previas. Esta vez no se facilitó el acceso del productor a un insumo, la ración, se optó por otorgar préstamos en efectivo. Uriarte explicó que ello es más eficiente. “Nadie mejor que el productor –él es un productor agropecuario– para saber qué es lo que necesita”, argumentó.

Contribuir a mitigar impactos por la llegada al país del covid-19 también ocupó al comando en dicha Secretaría de Estado. Esta semana, incluso, se expuso en el sitio web del MGAP un agradecimiento a quienes realizaron donaciones que el ministerio coordinó, ordenando aportes en dinero; de productos (arroz, soja, harina, trigo, leche, otros lácteos, miel, papa y animales); de canastas; de servicios de transporte; de locaciones para personas en situación de calle; de material médico como mascarillas; y de abrigos.

Al margen de esos dos focos de atención, diseñar un reordenamiento de las prioridades y sobre cómo abordarlas y, relacionado con eso, hacer más eficiente el funcionamiento del MGAP es un objetivo básico, en el que se sigue trabajando, dado que estos 100 días no fueron suficientes para poder ejecutar decisiones.

Respecto a otras inquietudes, hay un tema que no cabe duda le quita el sueño a Uriarte y se avanzó al menos en coordinar acciones con otros actores del gobierno: corregir la inseguridad en el medio rural. Decenas de veces expuso denuncias en Twitter, por donde desfilaron abigeatos, ataques de jaurías y otros perjuicios. En una actitud muy elocuente, un domingo Uriarte postergó el descanso semanal para visitar a una productora en Santa Clara del Olimar, 48 horas después que perros salvajes le mataron un toro y un novillo y le lastimaron varios vacunos. Incluso visitó el destacamento policial de la zona y trasladó su preocupación porque esos perros siguen sueltos y peligrosamente cerca de la ciudad.

Otro foco de atención, como sucede en varios ámbitos del gobierno, fue decidir auditorías, tanto en la interna ministerial como en ámbitos donde el MGAP es parte de la gestión público-privada. Algunos casos son: Instituto Nacional de Carnes, la Dirección General de la Granja y presupuestación de funcionarios al cierre de la administración previa.

Otra decisión, de alto valor como puntal de defensa del acceso a los mercados cárnicos, fue sostener esfuerzos para proteger el estatus sanitario nacional, que se lo considera un patrimonio nacional. Por ejemplo, mantener la vacunación contra la fiebre aftosa, lo que en algunas zonas de la región se está reconsiderando.

Pasaron 100 días de gobierno y Uriarte, con extensa trayectoria como productor y en el gremialismo rural, ha lidiado desde su trinchera con un par de enemigos inesperados, en tanto avanza en modernizar al MGAP y acumula experiencia como gobernante, lo mismo que le sucede a los otros principales jerarcas, el subsecretario, Ignacio Buffa, y la secretaria general, Fernanda Maldonado.

Momentos tensos para el ministro Uriarte 

Apenas Carlos María Uriarte expresó –en una entrevista que le hicieron en el programa Todas las voces, en canal 4– que “las cifras del abigeato son casi similares a los femicidios”, le llovieron cuestionamientos. Y no solo desde la vereda donde está la oposición y los movimientos feministas: Beatríz Argimón, vicepresidenta de la República, vía Twitter lo emplazó a pedir disculpas, cosa que el jerarca hizo de inmediato: “Pido disculpas con el corazón”, declaró en el programa Así nos va, de radio Carve. Ernesto Talvi, canciller de la República y líder de Ciudadanos –el sector por el cual Uriarte accedió a dirigir el MGAP–, en ese mismo programa radial declaró: “Fue infeliz lo que dijo”.

Pero no fue ese el único momento polémico con Uriarte como protagonista durante estos primeros 100 días de gestión de gobierno. En una rueda de prensa expresó su deseo sobre que el aumento de las tarifas públicas anunciado por el gobierno para el 1° de abril no se traslade al sector productivo, hasta que no concluyera la cosecha de arroz y soja. Quien reaccionó en ese caso fue Sebastián Da Silva, senador por el Partido Nacional. En Twitter escribió: “Este tipo de pedidos se explican desde el gremialismo. No desde un Poder Ejecutivo que recibe un país con un 5% de déficit fiscal y con un mundo al borde de la recesión por el coronavirus”.

Las frases

“Hemos visto mucha voluntad de trabajo, pero limitada por la capacidad para ejecutar acciones, como ha venido pasando”

Alfredo Lago, presidente de la Asociación Cultivadores de Arroz

“Lo que destaco es la buena relación, el buen ánimo para que nos vayamos encaminando a trabajar en conjunto”

Julio Armand Ugon, presidente de la Federación Rural

“Hay mejor diálogo con las gremiales. En cuanto a descentralización, competitividad, desburocratización y desarrollo, gusto a poco. Tal vez sea muy pronto”

Marcelo Nougué, vocero de Un Solo Uruguay

“Se está poniendo la casa en orden”

Erick Rolando, presidente de la Confederación Granjera del Uruguay

“Fueron 100 días muy difíciles. Hubo buen diálogo, pero el sector espera las medidas”

Walter Frisch, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche

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