Fiebre porcina en China impacta sobre los mercados de carne y soja

El gigante asiático comprará cada vez más carne, pero al mismo tiempo el precio de la soja puede enfrentar una importante volatilidad

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04 de julio de 2019 a las 16:20

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El comercio internacional de dos productos agropecuarios de alta relevancia –carne y soja– ha variado en los últimos meses, influenciado por la peste porcina –fiebre porcina africana– que golpea a Asia, modificando la demanda tanto de proteínas animales como de granos para la alimentación de los cerdos.

En ese marco, la Fundación INAI (Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales, de Argentina), fundada por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, analizó tres posibles escenarios de impacto. En las tres situaciones planteadas en el análisis se limitó la producción porcina en China en 10%, 20% y 30% con respecto a un año normal (sin epidemia). A su vez se consideró en cada uno el efecto de la expansión al sudeste siático y la retracción en la demanda interna de China a raíz de las preocupaciones de los consumidores sobre la inocuidad del alimento.

En el peor de los casos, la producción china de carne porcina en 2020 caería 17,293 millones de toneladas, un tercio del total producido por el gigante asiático en 2018 según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA): 54 millones de toneladas). Esa retracción llevaría a un incremento en las importaciones de esta carne de 4,7 millones de toneladas, lo que no llega a compensar la caída en la producción, lo que a su vez se traduce en un menor consumo de esta proteína (-12,6 millones de toneladas) y parte de ese consumo no satisfecho de carne de cerdo se desviaría hacia otras carnes: 887.000 toneladas de carne bovina importada y 565.000 toneladas de carne aviar.

Cabe destacar que con impactos más moderados en la producción china de carne porcina (entre 5,7 y 11,5 millones de toneladas menos), las importaciones de esa proteína se incrementarían entre 745.000 y 2,5 millones de toneladas y las de carne vacuna crecerían entre 332.000 y 607.000 toneladas.

Esta tendencia ya se ve reflejada en los primeros cinco meses del año, cuando las importaciones de carne vacuna fueron las que más subieron. Según los datos oficiales de Aduanas del gigante asiático, entre enero y mayo sumaron  563.838 toneladas, un aumento de 51% respecto a igual período de 2018. Mientras, el incremento en carne porcina  fue de 20%, el de carne ovina de 24% y el de carne aviar 40%.

 

 

Agustín Tejeda, economista Jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y uno de los autores del análisis, explicó a Blasina y Asociados que cuan estructural sea el cambio de hábitos alimentarios de los chinos de carne de cerdo a vacuna dependerá de dos factores: “El primero es que el nivel de ingreso medio en China continúe incrementándose, lo que parece razonable asumir, incluso en un contexto de menor crecimiento debido a la guerra comercial (China-Estados Unidos). El segundo es la preferencia de los consumidores, ya que el consumo de cerdo en China está muy arraigado, por lo que es difícil prever hasta qué nivel de kilos por persona puede ascender la carne bovina”.

Según el informe, en Argentina el impacto sobre los precios de exportación de la carne vacuna no parece significativo, crecería entre un 0,3% y un 1%, dependiendo del escenario. Esto se debe a que en el análisis se aísla únicamente el efecto de la gripe porcina independientemente de otros factores. “Por otro lado, el modelo –utilizado para el análisis– no mide ciclo ganadero. De ese modo, por ejemplo, las situaciones temporales de bajo stock que impulsa al alza a los precios locales no se encuentran contempladas”, dijo Tejeda.

Respecto a lo que podría suceder en Uruguay, el presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Federico Stanham, dijo a Tiempo de Cambio de radio Rural que “si lo miramos en el corto plazo, en lo que va del año el precio de exportación a China aumentó un 10%. Los precios aumentan desde diciembre a mayo y en junio se empiezan a estabilizar. Significa que algo pasó y está dejando de pasar”.

Daniel Castiglioni, director de CastiTrading, dijo a Tiempo de Cambio de radio Rural que “la euforia de precios de la feria SIAL en mayo ya no se mantiene y los precios han bajado. En China los depósitos están llenos, con un 60% de carne porcina y un 40% de carne vacuna aproximadamente y esa carne está empezando a venderse, ya que no se espera un incremento de precios”.

En mayo, el precio de exportación de la carne vacuna uruguaya a China creció por séptimo mes consecutivo y alcanzó los US$ 3.214 la tonelada por primera vez en cuatro años y medio. Las primeras ventas, entre 2006 y 2008, no lograban superar los US$ 2.000 la tonelada peso canal, pero a partir de ahí el precio comenzó una fase de crecimiento hasta acercarse a los US$ 3.500 a fines de 2014. Luego bajó a US$ 2.500 en 2016 y retomó el crecimiento hasta la actualidad.

 

 

El efecto en la soja

Pero la fiebre porcina africana no afecta únicamente al mercado de carnes. El consumo tanto de maíz como de soja y harina de soja (que se utiliza para la alimentación de los cerdos) se ve fuertemente afectado en China y como consecuencia las importaciones de estos, al punto de requerirse 5 millones de toneladas menos de maíz, entre 4,7 y 11 millones de toneladas menos de soja y entre 6 y 19 millones de toneladas menos de harinas de soja dependiendo del impacto de la epidemia en el 2020.

Estos efectos sobre las importaciones se suman a los resultantes de la retracción de la demanda china debido a los aranceles impuestos en el marco de la guerra comercial que se está desarrollando entre el país asiático y Estados Unidos.

La epidemia de la fiebre porcina se extiende y su impacto se prolonga.

La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) elevó a 3,638 millones los cerdos eliminados por la peste porcina en Asia al 14 de junio, 300.000 animales más que los reportados una semana antes. Pero existen versiones que indican que estos datos podrían estar subestimando la gravedad de la situación, principalmente por falta de aviso de los productores a las autoridades.

Según informó Reuters, industriales explicaron que el número de víctimas de la peste porcina en China podría ser el doble de lo que se informó oficialmente. La mitad de los cerdos reproductores de China han muerto de peste porcina africana o han sido sacrificados debido a la propagación de la enfermedad. A su vez, el banco holandés Rabobank está revisando al alza la estimación de 200 millones de cerdos menos en abril.

Tejeda explicó que para obtener el mayor beneficio de esta situación, “ante cualquier relación comercial que se establezca como resultado de la coyuntura actual, se busque la forma de hacerla permanente. Ello se lograría a través de protocolos sanitarios, la difusión de las virtudes de nuestros productos, el posicionamiento de marcas en los mercados destinos, e incluso un potencial acuerdo comercial. De esta manera, se estaría mejor posicionados cuando el problema desaparezca”.

La fiebre de los cerdos en Asia y la guerra comercial entre China y Estados Unidos genera un panorama complejo en el mercado de granos, al tiempo que abre una oportunidad para la carne vacuna. China comprará cada vez más carne, pero el precio de la soja puede enfrentar una importante volatilidad.

 

Para saber
La epidemia de la fiebre porcina se extiende y su impacto se prolonga. Se ha detectado en China, Vietnam y se extiende por el Sudeste Asiático –recientemente en Laos–, también en Sudáfrica y partes de Europa.

 

Producción: Cecilia Pattarino

 

 

 

 

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