El rostro sonriente de Sly Stone, el logo de NeXT –empresa creada por Steve Jobs– y los nombres de sus hijas son algunos de los tatuajes que hablan de las tres grandes pasiones de Ian Rogers: la
música, la tecnología y su familia.
Rogers se ha labrado una gran carrera en el mundo de la música gracias a su trabajo inicial como desarrollador web para los Beastie Boys, durante la década de 1990. Desde ese entonces, ha sido testigo de los cambios de humor de la música en la era digital.
Ayudó al nacimiento de los MP3, vendió discos en internet mucho antes de que lo hiciera iTunes, cobró US$ 8,50 por hora por el diseño de sitios para otros músicos y pasó años construyendo un servicio de
streaming que compitiera con Spotify. Fue contratado por Yahoo para encargarse de su portal musical, para luego pasarse a Beats Music –servicio que consiguió 200.000 suscriptores en cuatro meses– y finalmente a
Apple, luego que esta empresa comprara a Beats por US$ 3.000 millones.
Beats Music recibió muy buenas críticas por "la preservación de la música humana, frente a los algoritmos de las computadoras que determinan las listas de reproducción".
Esta semana fue Rogers quien confirmó que la versión final de iOS 8.4 y el servicio de música por
streaming Apple Music, cuyo fuerte está en la curaduría de los contenidos, estaban listos para ser descargados por los usuarios y que ya funciona en al menos 100 países entre los que no se cuenta Uruguay.
El lema que ha guiado siempre a Rogers se resume en lo siguiente: la música tiene que ser accesible.