Jimmy Evans en su casa del barrio Cordón

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Jimmy Evans: vivir con $ 1.000 por partido en Rocha, aprender la ley del offside y despegar en Danubio

El nigeriano Jimmy Evans llegó en 2019 de casualidad a Rocha sin formación alguna como futbolista, pero su velocidad y potencia le hicieron un lugar en el fútbol uruguayo y lo llevaron a Danubio donde debutó con gol: pasó hambre y soledad, ahora sueña
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11 de febrero de 2022 a las 05:00

El niño Jimmy creció viendo a Cristiano Ronaldo. En la televisión de Lagos, la ciudad más poblada de Nigeria, se veían partidos de las principales ligas del mundo y cada vez que CR7 jugaba, el joven africano estaba pegado a la pantalla. Sin embargo, jugar al fútbol no lo motivaba y apenas se entreveraba en los picados callejeros con sus amigos. Un buen tiempo después, a un mes de cumplir los 23 años, Jimmy Evans Oghenerukwe debutó con la camiseta de Danubio, le hizo un golazo a Cerrito y dejó a los de la Curva locos de alegría en su retorno a Primera División. 

¿Quién es Jimmy Evans? Así lo definió Bruno Piano, actual ayudante técnico de Mauricio Larriera en Peñarol, quien lo dirigió en el último tramo del Uruguayo de Segunda Divisional Profesional el año pasado, en Rocha FC: "Es un jugador muy veloz, muy potente, con un remate de pierna derecha muy bueno, y es muy noble porque se brinda por el equipo en la tarea que le pidas, no tiene problema en bajar a marcar hasta su área".

Esa velocidad y potencia naturales le hicieron ganarse un lugar en el fútbol uruguayo. Y Evans se lo ganó de abajo. Bien de abajo. 

"Llegué en 2019 con mi amigo Abasi Abraham. Él jugaba al fútbol, pero yo estudiaba Ciencias de la Computación. Un agente lo contactó con Álvaro Khalek que era el presidente de Rocha FC y nos vinimos", contó el protagonista de la historia a Referí.  

Lleva jugados 56 partidos con 12 goles en su breve trayectoria

Pero como suele suceder, esas historias de promesas y tierras soñadas a veces se estrellan en el barro de la realidad.

Los futbolistas estuvieron tres meses deambulando por Rocha porque el torneo recién comenzó el 6 de julio de 2019. Antes, al mes de haber llegado, Khalek dejó de ser el presidente de Rocha siendo sustituido por Nicolás Poggio. 

"Pensábamos que veníamos a un equipo profesional y no sabíamos que Rocha estaba en la división amateur. Nos ofrecieron cobrar $ 1.000 por partido. Si jugábamos, cobrábamos, si no jugábamos, no. Mi amigo se fue. Habíamos gastado cerca de US$ 4.000 para poder venir a Uruguay. Yo también me quise ir y hasta reservé pasajes. Pero hablé con mis padres y me dijeron que me quedara, que disfrutara el momento y que si la cosa se ponía realmente mala, me volviera. Y que si necesitaba ayuda me la mandaban. Pero que me diera la oportunidad. También me comuniqué con el Consulado de Nigeria donde me recomendaron dar el salto a Montevideo. Con esos consejos, decidí quedarme", recordó Evans que se siente muy tenso cuando habla en español y que comunicándose en inglés se distiende.

Y a todo esto, Evans no era jugador de fútbol. Lo alojaron en una casona con el japonés Rui Suzuki y cuando se presentó a las primeras prácticas mintió. Hoy lo recuerda con una sonrisa: "Tuve que actuar como si fuera un jugador. Cuando los compañeros de Rocha me preguntaban dónde había jugado les mentía. Les inventaba academias y equipos". 

Sus primeras prácticas fueron selectivos para poder quedar en el equipo. El preparador físico era el español Antonio Gil y tras observarlo 15 minutos lo mandó llamar para preguntarle si había jugado en las juveniles de las Súper Águilas, como se conoce a la selección de Nigeria. "Esa fue otra de las claves por las que me quedé. Si él me veía ese potencial era porque podía llegar a algo en el fútbol", expresó Evans. 

Cuando Guillermo Niski se sumó a aquel plantel de Rocha, el nigeriano encontró a la primera persona con la que pudo hablar en inglés. "Él corría para adelante y en la primera práctica que lo vi, de repente picaba hasta el área antes de que partiera el pase".  

"Después me contó en confianza que no había hecho formativas, que no jugaba al fútbol y que lo que sabía era de mirar videos de Cristiano Ronaldo. En Nigeria era velocista, hacía 100 metros llanos hasta que tuvo una lesión", contó Niski quien jugará en Atenas esta temporada. 

El ayudante técnico de Gustavo Machado en Rocha, Gerardo Cardozo, fue quien empezó a pulir al diamante. Le enseñó las posiciones, los movimientos, cuándo correr, cómo usar el cuerpo. "Yo no entendía ni el fuera de juego", se sinceró el ahora futbolista. 

"En Nigeria tenía una vida absolutamente normal. Vivía con mis padres y mis hermanos, y estudiaba. A veces los amigos de mi comunidad jugaban en la calle y me invitaban, pero si iban a entrenar solo los acompañaba a ver la práctica. Además, en Nigeria es muy difícil llegar a jugar en un equipo de fútbol. Hay muy pocas oportunidades, es muy difícil llegar. Había grandes jugadores en mi comunidad y ninguno se dedicó porque no hay apoyo para llegar. No diría que es una pérdida de tiempo intentarlo. pero sí que es muy difícil desarrollar el talento en mi país", reflexionó Evans.  

Evans habla inglés, tres dialectos nigerianos y se revuelve con el español

Pero a la hora de jugar, su talento natural lo llevó a sobresalir en el torneo amateur del fútbol uruguayo. Jugó 25 partidos e hizo ocho goles. Rocha venció en las finales a Uruguay Montevideo y logró el ascenso. 

En 2020 lograron mantener la categoría. Jugó 13 partidos y le marcó un gol a Tacuarembó. Pero en 2021 no pudieron: terminaron últimos y bajaron. El nigeriano disputó 17 encuentros y celebró dos goles, uno ante Rampla Juniors y otro contra Danubio. 

Días antes de jugar contra Danubio, Evans encaró al entrenador Bruno Piano. "Me estaba haciendo jugar de defensa por lo que fui y le dije: 'Bruno, este es mi tercer año en el fútbol y no sé jugar en posiciones diferentes, por favor, poneme de delantero. No digo que no quiero jugar, digo que es dónde puedo rendir más'. Me puso de titular: 'Esta es tu oportunidad' me dijo".

Evans fue una pesadilla aquella noche para la defensa de los dirigidos por Jorge Fossati que ganaron con un gol de cabeza de Emanuel Hernández en el minuto 96. "Bruno fue muy importante para que hoy pueda estar en Danubio", dijo Evans quien ahora es representado por Daniel Gutiérrez.

"Ojalá lo mejor esté por venir, estoy más confiado y Danubio puede jugar mejor. Fossati siempre nos dice de ir partido a partido, enfocarnos ahora en Deportivo Maldonado, ir paso a paso, con actitud, determinación y humildad. No quiero que la gente de Danubio se quede solo con este gol con Cerrito", agregó.

Su festejo tras marcarle un golazo a Cerrito

Un ADN privilegiado 

"Al no tener base de inferiores, Jimmy está aprendiendo muchas cosas sobre la marcha, pero se va a ver este año en Danubio la proyección que tiene y para qué nivel puede estar. Tiene condiciones físicas para llegar a mercados buenos, no hay jugadores con esa velocidad, ese remate. Además destaco la valentía que tiene porque va al frente, choca. no le teme a las patadas cuando le pegan. Le veo un potencial muy grande", afirmó Piano.

Bruno Piano le ve un enorme potencial

Lo mismo dijo Niski: "Además de ser muy rápido es muy fuerte. Cuando iba a recuperar la pelota nos molía a patadas en las prácticas. Y cuando pica, pone el cuerpo y es tan fuerte que los defensas no lo desplazan. En las prácticas cuando se nos escapaba ligaba patadas a lo loco".  

"Me siento bien en esta nueva etapa en Danubio. Creo que están por venir cosas buenas, es lo que pasa cuando se trabaja de corazón. Escucho a los compañeros, al cuerpo técnico y estoy entrenando muy duro. Estoy feliz, nunca pensé que podía llegar a un equipo como Danubio, soy un afortunado de poder estar acá", contó y dijo que con Martín Rea y Jorge Fossati se comunica en inglés aunque el lenguaje futbolero ya lo tiene bien incorporado. 

"Me gusta más vivir en Montevideo que en Rocha porque hay más cosas para hacer, me gustaría retomar los estudios de computación acá o estudiar alguna otra cosa como negocios o marketing. El fútbol puede durar 10 o 15 años y quiero formarme en otras áreas", afirmó Evans que también admiraba a John Mikel Obi, el ex Chelsea al que fuera de Nigeria siempre se lo denominó John Obi Mikel.

"No fue fácil mi primer año en Uruguay. Primero vivía con mi compañero japonés y muchas veces nos faltaba comida y algunos días nos cortaban la luz. Pasé momentos muy feos", recordó.

"Lloré muchas noches cuando me quedé solo. Estaba sin amigos y sin poder entender el español para comunicarme·, agregó el delantero quien agradeció a los amigos uruguayos que forjó y que le dieron una mano en sus peores momentos: Florencia Manggiarotti, Cristian y Alexis

Después, cuando arrancó el torneo, en la casona de Rocha llegaron a vivir nueve jugadores, tres por cada uno de los cuartos. "Jimmy es una muy buena persona, fue duro para él tener que compartir todo eso con gente de una cultura diferente".

El escudo a los insultos racistas

"Una de las primeras cosas que me preocupé que entendiera era nuestro uso de la palabra 'negro' y también las cosas que le podían gritar en la cancha. Me acuerdo que en un partido contra Platense en la C eso fue lo más liviano que le gritaron", recordó Niski. 

Guillermo Niski con la de Rocha marcado a Matías Roskopf

"Cuando al principio me decían 'negro' lo tomé naturalmente, soy negro, ¿por qué me voy a enojar por eso? Es normal Mis compañeros me decían así y no me lo decían como un insulto", dijo por su parte Evans.  

"Muchas veces en la cancha me gritaron 'andá a correr con leones'. Yo me río, lo tomo como una broma", explicó. Niski le había aconsejado: "Vos reíte que el que te grita más se va a calentar". 

"No me río de nadie ahora, pero en Rocha llegué a sentir de algunas pocas personas energías negativas porque no creían que pudiera dar este salto sin haber tenido formación. A veces decían que solo corría y bla bla bla. Pero siempre tomé eso como un empuje, como una motivación, no para probarles que estaban equivocados, sino para sacar lo mejor de mí y estar contento conmigo mismo porque eso es lo más importante", expresó Evans. 

"Honestamente no te voy a decir que quiero jugar en Real Madrid, pero no pienso, voy día a día a ver a dónde puedo llegar, Este es mi cuarto año como futbolista, estoy enfocado en mejorar, aprender, crecer físicamente, y cuando mejore vendrán cosas mejores en mi carrera, pero necesito seguir mejorando y entender más cosas del juego. Y por eso estoy muy feliz de tener un entrenador como Fossati", concluyó Evans que arrancó el torneo como para ser la sensación de Danubio. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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