Thomas B. Shea / AFP

La fe gana partidos

Las gestas deportivas y los logros increíbles

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23 de octubre de 2017 a las 09:22

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En ocasiones, el propio Dios parece ser quien escribe los libretos de algunas gestas deportivas, de esas que generan bastante más que solo un dato estadístico. Houston fue azotada a fines de agosto pasado por el huracán Harvey, la tormenta tropical más húmeda registrada en Estados Unidos.

La ciudad, al borde del golfo de México, resultó anegada; miles de personas perdieron todas sus posesiones; y los efectos devastadores aún pueden verse y sentirse, pues muchos no podrán regresar a sus hogares ya que las casas están arruinadas y su futuro en cuanto a vivienda sigue siendo tan incierto como cuando el huracán arrasó con todo y produjo millones de dólares en pérdidas.

Antenoche, en College Station, a 140 kilómetros de Houston, los cinco expresidentes vivos de Estados Unidos, Carter, Clinton, Obama, y Bush padre e hijo, se reunieron en ocasión de un concierto realizado para recaudar fondos para las víctimas de los huracanes recientes. A la misma hora, los Astros, el equipo de béisbol de Houston, lograba lo que puede considerarse una hazaña, trayendo por consiguiente una gran e inesperada alegría a la ciudad: derrotó a los Yankees de Nueva York en el séptimo juego de las semifinales del campeonato de la MLB (la principal liga de béisbol del mundo) y jugará la final contra los Dodgers de Los Ángeles.

Los Yankees, el equipo con mayor poderío económico de la liga, parecía ser el seguro finalista y el miércoles, tras ponerse arriba 3-2 en la serie de siete juegos, el periodismo daba casi por seguro una final entre los dos clubes más ricos y pertenecientes a las dos mayores urbes del país. Pero, cuando todo parecía liquidado, Dios escuchó las plegarias de los habitantes de una de las ciudades más religiosas de la Unión Americana.

De locatarios y con estadio lleno, los Astros jugaron dos partidos brillantes, a todo o nada, de esos que hacen historia, ganando de atrás y logrando meterse en la final por segunda vez en su historia. La estrella de los Astros es el venezolano José Altuve, estrella gigante también en su país. Un fenómeno. Mide 1,65 metros de estatura. Es el jugador más bajo de toda la liga y si su equipo logra salir campeón será candidato para obtener la distinción de "jugador del año". Las finales comienzan mañana.

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