La fuga de Hugo Pereira del Comcar sigue sumando capítulos en la Justicia. La fiscal Ana Vallverdú recibió este lunes la declaración de Yoana Olivera, pareja de Pereira que el domingo 29 afirmó en Santo y Seña de Canal 4 que el recluso se había fugado por la puerta del centro penitenciario disfrazado de operador carcelario y que incluso lo había visto con las botas de policía puestas, cuando una de ellas estaba rota.
Pese a que Pereira negó eso ante la Fiscalía, donde dijo haberse fugado por un alambrado perimetral, Olivera insistió este lunes en la Justicia con su versión acerca del escape de su pareja por la puerta del Comcar, dijo a El Observador el abogado de ambos, Aníbal Martínez Chaer.
El jurista aseguró que, llorando, la mujer afirmó además que a Pereira "lo están apretando" y que "él no va a entregar ni involucrar a nadie". Y argumentó que como sabe que tendrá que volver al Comcar, no quiere "vender" a quienes lo ayudaron a salir.
Además, según el abogado, Olivera hizo entrega a la fiscal de la bandera uruguaya presuntamente extraída del uniforme de operador penitenciario con el que la mujer dijo que Pereira se había fugado por la puerta del Comcar. La insignia fue mostrada días atrás en las redes del programa La Pecera de Azul FM.
Olivera dice que la amenazaronu en Colonia
Olivera declaró ante la fiscal del caso que sufrió una amenaza en el departamento de Colonia, donde reside. Según el relato de su abogado, caminaba por la calle cuando se le acercó una camioneta que la siguió por varias cuadras de la que se bajó un hombre de camisa blanca y pantalón pinzado que se le acercó y le dijo: "¿Vos sos la mujer del narco? Cuidate".
La declaración duró cerca de una hora y media. Además le preguntaron cómo y cuándo se habían conocido y por terceras personas vistas en imágenes que compartían.
Está previsto que Olivera visite a Pereira en Punta de Rieles esta semana y su abogado, Martínez Chaer, presentará este martes un escrito a la jueza penal de ejecución de Sexto Turno, Ana Ruibal, para que se concrete el pase a cardiólogo que reclaman hace meses. El delincuente sigue sosteniendo que tenía miedo de morirse sin atención.