La parodia a Trump del primer ministro australiano

La posibilidad de una presidencia de Trump fue tomada en tono jocoso tanto por programas de TV de humor como por medios considerados serios de Estados Unidos.

Pero la visibilidad de la excéntrica personalidad de Trump al triunfar en las elecciones en su país a fines del año pasado, multiplicó en el mundo sus imitadores. Uno de los mejores Trump es sin dudas el comediante Alec Baldwin, quien lo interpretó en varias ocasiones en el popular show, Saturday Night Live.

Ahora, apareció una competencia para Baldwin que no es estadounidense ni tiene que ver con el ámbito del humor. Se trata del primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, quien en una cena off-the-record con periodistas, imitó al presidente de Estados Unidos.

"Vamos ganando y ganando en las encuestas. ¡Vamos ganando tanto! ¡Vamos ganando como nunca hemos ganado antes!", dice en video y audios filtrados. "No son las encuestas falsas, esas son en las que no vamos ganando", añadió Turnbull con el mismo tono y gestos que caracterizan a los discurso de Donald Trump.

Además, el líder australiano dejó implícito que Trump conoce a "este hombre ruso", en referencia a las investigaciones de los vínculos entre la campaña del estadounidense y el gobierno de Rusia.

Tensión entre líderes

Esta imitación es el reflejo de una tensión entre gobiernos que caracteriza desde la asunción de Trump en enero su vínculo de este con el australiano Turnbull.

En febrero de este año se conoció que los dos mandatarios mantuvieron una conversación poco cordial sobre el compromiso asumido por el gobierno de Obama de recibir refugiados en Estados Unidos, algo que el actual presidente republicano rechaza. Por ese entonces se conoció que la charla adquirió un tono poco amigable y que Trump, en un gesto poco diplomático, cortó el teléfono a Trunbull.

Luego de esto, en mayo de este año ambos tuvieron la oportunidad de reunirse cara a cara cuando el australiano visitó Nueva York, momento que también estuvo cargado de tensión.

Sin embargo, los líderes pudieron charlar de forma más cordial y llegaron a darse las manos ante cámaras.