El área que ocupe el cultivo de arroz dependerá de cuánto siga lloviendo, pero con solo ser similar a la del año pasado reportará US$ 100 millones más, tras la mejora del precio
Las lluvias de la última semana y las que se pronostican para la próxima definirán la capacidad de siembra de arroz para la zafra 2023/24.
La lenta recuperación de las represas después de tres años de sequía le está pasando factura a un sector que, hasta ahora, había escapado de las consecuencias directas de la emergencia hídrica. Pero ese problema llegó. Hasta último momento no se sabrá qué capacidad de agua habrá para los arroceros en esta temporada, justo cuando los precios están en su nivel más alto en al menos una década.
Los productores esperan, al menos, mantener el área de 160 mil hectáreas de la última temporada. “Con 100% de agua la intención de siembra sería la misma o algo superior a la de 2022/2023”, afirmaron desde la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA).
Informe agrícola. Las fechas límites para decidir cuánto sembrar con base en el agua disponible son el 15 de setiembre en el norte del país y el 25 de setiembre en los departamentos del este.
Más de la mitad del área –cerca de 90.000 hectáreas– está en los departamentos de Rocha y Treinta y Tres, y allí en algunas de esas zonas las lluvias han sido insuficientes para generar reservas de agua.
Al cierre de esta nota seguía muy bajo el nivel de la represa de India Muerta, de importancia fundamental en su zona de influencia que tiene por epicentro el norte de Rocha.
El sector productivo está “ávido” por las buenas perspectivas del mercado internacional, y la confianza que genera el sostenido incremento de rendimiento de los cultivos en Uruguay. Hace tres años que se cosechan más de 9.000 kilos por hectárea y en la última zafra se levantaron 1,5 millones de toneladas.
El Niño ya ha golpeado en Asia, y se teme que acentúe faltantes de agua en zonas productivas relevantes. Esta amenaza gatilló una decisión clave. La suspensión de India –principal exportador mundial, con 40% del arroz del mundo– no tiene final a la vista. Y en el mercado se evalúa que puede persistir hasta las elecciones de mayo de 2024 cuando el gobierno se jugará su reelección. En India un precio accesible para el arroz es un tema de obvia sensibilidad social. Pero lo que baja el precio fronteras adentro, lo dispara en el resto del mundo.
Tras la prohibición de India, siguió la del cuarto exportador mundial. Myanmar anunció la suspensión de las exportaciones desde el 1º de setiembre hasta el 15 de octubre, para contener el aumento de precios. En este caso una férrea dictadura militar que enfrenta protestas civiles y grupos guerrilleros.
Si Tailandia o Vietnam se sumaran a una limitación en la exportación la inseguridad alimentaria se dispararía. Mientras, lo que se mueve nerviosamente son los precios.
Informe agrícola. Los valores del arroz están en máximos desde 2011. En Brasil subieron casi 23% en los últimos tres meses y superaron los US$ 20 por bolsa de 50 kilos de arroz cáscara.
Aunque el precio en Uruguay es estructuralmente algo menor al de Brasil, es una ocasión para no dejar pasar, máxime en un momento en que los precios ganaderos se han desinflado.
Lo que es US$ 20 en Brasil puede ser US$ 17,50 en Uruguay, muy por arriba de un precio “normal” de US$ 10 a 11,50 por bolsa.
En Asia subieron aún más: 35% en lo que va de año en Vietnam y Tailandia, grandes productores y exportadores, en situación de riesgo climático. El arroz 100% grado B de Tailandia promedió en agosto US$ 657, 56% más que en el mismo mes de 2022.
Informe agrícola. 
Informe agrícola. Los años de clima con influencia de El Niño “terminan siendo de buenos valores, porque llueve en el Cono Sur y en la zona del Pacífico sudamericano, pero en Asia, gran productor mundial de arroz, es una zona de sequía”, indicó Alfredo Lago, presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA).
Las proyecciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) marcan que 2024 sería el tercer año consecutivo de baja en el stock mundial de arroz, desde 187 millones de toneladas a mediados de 2021 a 172 millones a mediados del año próximo.
El volumen de exportación se reduce a un ritmo de dos millones anuales en 2023 y 2024.
En Brasil la caída de área arrocera es estructural y el país tiene stocks muy bajos, de acuerdo a USDA, a mitad del año próximo serán los menores desde 2003. Los aumentos del consumo interno en Argentina y Brasil reducen sus excedentes exportables, constituyendo variables positivas para el precio.
En un escenario de costos estructuralmente altos, la cuenta al día de hoy arroja US$ 2.111 por hectárea, 6% menos que los US$ 2.250 del 2022/2023, récord para los últimos 17 años. En esta semana una suba de precios de la urea puede incrementar algo estos costos.
Pero en un escenario de materias primas con precios flojos, el arroz brilla.
Los costos que ajustan a la baja son aquellos que están en dólares, principalmente los insumos (fertilizantes, herbicidas) que se estabilizan luego de un alza importante.
En contraposición, ajustan al alza los costos en pesos uruguayos básicamente por atraso cambiario, ajustes de tarifas energéticas, portuarias y de transporte.
Por eso lo crucial del desenlace climático de la primera quincena de setiembre.
Juan Samuelle Arroz con cáscara. Lago advierte de situaciones paradójicas que se pueden producir ante una primavera “llovedora”. “Las ventanas de siembra son acotadas y si está lloviendo no podemos sembrar; puede darse la paradoja de que en noviembre estén las represas llenas pero el productor no tuvo capacidad de sembrar en fecha óptima”.
En ese caso existe la posibilidad de sembrar más tarde “hipotecando potencial de rendimiento pero captando un mejor ingreso a través del valor de exportación; son variables no muy lineales a tener en cuenta para que los productores tomen decisiones”.
Informe agrícola. Los promedios de precio de exportación de la última cosecha son “satisfactorios” apunta Lago: US$ 520 por tonelada para el arroz cáscara y US$ 630 el arroz industrializado.
Al final del ejercicio comercial, “cuando nos sentemos con la industria, vamos a poder negociar un incremento esperamos que interesante” sobre el precio provisorio que hoy está fijado en US$ 13,50 por bolsa y es el más alto en 15 años.
Más del 80% del arroz de la última zafra se ha comercializado a precios que mejoraron en el segundo semestre del año, y a un ritmo de 100 mil toneladas mensuales en el último semestre móvil. De hecho, el arroz fue el producto estrella en las exportaciones de agosto, con un 66% de incremento en el monto exportado: US$ 67 millones contra US$ 40 millones de agosto 2022.
El área efectiva concretada dependerá de los próximos 10 o 15 días. Previo a las lluvias que empezaron a llegar a fines de agosto las previsiones de la situación hídrica eran del 70% a 75% a nivel país. El norte estuvo más comprometido, con una disponibilidad en las represas de 40% del agua necesaria.
Hasta el 15 de setiembre se juega mucha concreción de área, con más urgencia en el norte. En la zona este la fecha límite es el 25 de setiembre.
En el caso de que se pueda mantener el área y el rendimiento, una producción similar a la de la última cosecha podría llevar las exportaciones de arroz de la zafra 2023/24 cosecha a más de US$ 600 millones, unos US$ 100 millones más que en 2022.
Cosecha de arroz.
ACA / Alfonso Zorrilla El área, en el mejor de los casos, será similar a la del año pasado.
