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La pobreza subió luego de 14 años y alcanzó al 8,1% de los uruguayos
Con un leve incremento en 2018, los niveles de pobreza aumentaron por primera vez en 14 años, con 8.000 uruguayos que en el último año percibieron ingresos insuficientes para adquirir una canasta básica. El aumento de la pobreza estuvo concentrado en adolescentes y adultos, mientras que la pobreza infantil se ubicó en niveles más bajos que en 2017.
Los datos divulgados el viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que 8,1% de los uruguayos vive en hogares cuyos ingresos no alcanzan a satisfacer mínimamente las necesidades básicas de sus integrantes.
Esa cifra se encontró dos décimas por encima del registro de 2017. Si bien no alcanza a ser un aumento significativo desde el punto de vista estadístico, el indicador muestra una primera estimación puntual más alta que el año anterior desde 2004.
La pobreza medida por el método del ingreso bajó desde 39,9% de la población en 2004 a 7,9% en 2017. A pesar del leve aumento del último año, eso implica que un millón de uruguayos abandonaron la condición de pobreza desde el pico que tuvo lugar en la salida de la última crisis.
Por su parte, los niveles de indigencia –aquellos uruguayos que no alcanzan con sus ingresos a satisfacer mínimamente sus necesidades alimenticias– se mantuvieron estables en 0,1% de la población.
El ingreso que necesita un hogar para salir de la categoría de pobre o indigente depende del número de integrantes que tenga y el cálculo no es lineal. También incide si es un hogar de la capital, en el interior urbano o el interior rural del país.
Un hogar de Montevideo de un solo integrante era considerado pobre en diciembre del año pasado si percibía menos de $ 13.619, mientras que en el interior urbano el umbral era de $ 8.825. Para un hogar de cuatro integrantes, en tanto, la línea de pobreza se ubicó en $ 44.556 y $ 29.746, respectivamente.
En el caso de la línea de indigencia, el cálculo es lineal y está definida por la canasta mínima que requiere un individuo para satisfacer mínimamente sus necesidades alimenticias. Para un habitante de Montevideo era de $ 3,377 en diciembre y para el interior rural se ubicó en $ 3.091.
Por su parte, el índice de Gini, el principal indicador de desigualdad, se mantuvo incambiado en el último año en 0,38 puntos.
Por grupos de edades
Los niveles de pobreza en Uruguay no son iguales a lo largo de la pirámide de edades. La pobreza se concentra en los primeros años de vida y alcanza niveles mínimos entre los adultos mayores.
Casi uno de cada seis niños menores de seis años (17,2%) vive en un hogar en condición de pobreza. Entre los niños en edad escolar la pobreza baja a 15% y entre los adolescentes –de 13 a 17 años– alcanza a 13,9%.
Solo entre los adultos el nivel de pobreza es de un solo dígito. En el grupo que va de 18 a 64 años el indicador es de 6,6% y entre los mayores de 65 años es de apenas 1,4%. Esto es, uno de cada 70 adultos mayores vive en hogares con ingresos insuficientes para satisfacer mínimamente sus necesidades básicas.
En el último año la pobreza aumentó entre los adolescentes y adultos, pero se redujo en la temprana infancia.
Entre los menores de seis años, la pobreza se redujo dos décimas de punto porcentual. En el grupo que va de 6 a 12 años, la disminución fue de una décima.
En tanto, la pobreza entre adolescentes aumentó en cuatro décimas y entre los adultos dos décimas. En adultos mayores el incremento fue de una décima de punto.
