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La respuesta europea a la iniciativa china de la Franja y la Ruta no encuentra aún su camino

El proyecto Global Gateway, surgido en 2021 como respuesta de la Unión Europea a la iniciativa estratégica china, no logra hacer pie ni financiera ni operativamente
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11 de enero de 2023 a las 05:01

La Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), lanzada en 2013, es una estrategia de desarrollo de infraestructura global y cooperación internacional impulsada por la República Popular China.​

Se considera una pieza central de la política exterior del gobierno de Xi Jinping y propone un nuevo concepto para las relaciones internacionales basado en la idea de “negociar, construir y compartir juntos”, a partir del libre comercio entre naciones.

China le dio una gran publicidad mediática a la iniciativa y declaró que asumiría una parte importante de la financiación del proyecto.

Para ello, trató de convencer a los países euroasiáticos y europeos de que se beneficiarían enormemente del proyecto. En cierto sentido, Beijing quiso revivir la mística de la antigua Ruta de la Seda, que fue la principal ruta comercial entre Oriente y Occidente en el mundo antiguo.

En general, los países europeos guardaron silencio sobre su reacción al proyecto. Quizás porque preferían esperar a ver las implicancias de este megaproyecto o, quizás,porque estaban esperando para formar un consenso y no reaccionar individualmente.

Pero finalmente, la Unión Europea (UE), en diciembre de 2021, presentó su propio proyecto, el Global Gateway. La presidenta de la Comisión Europea, Ursulavonder Leyen, anunció en Bruselas que el nuevo impulso de infraestructura de la Unión Europea sería una alternativa genuina a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China.

“Podemos hacer eso. Los países hicieron su experiencia”, dijo sobre Global Gateway, una iniciativa de gasto que prometía movilizar hasta US$318.000 millones para 2027 en proyectos de infraestructura moderna fuera de la UE.

La Iniciativa china del BRI es un proyecto de US$ 1 billón para conectarla con el resto del mundo después de las acusaciones sobre “diplomacia basada en la trampa de la deuda". La pandemia obligó a la suspensión de los trabajos, que se reanudarán en la medida en que se retorne a la total normalidad.

La UE y los Estados Unidos se están concentrando en el Global Gateway que, según sus autores, ofrecería un modelo diferente basado en normas democráticas, transparencia financiera y objetivos sostenibles.

Pero pasó más de un año y el proyecto no realizó ningún movimiento ni a nivel oficial ni sobre el terreno. Los observadores dudan si los anuncios realizados por von der Leyden se harán realidad alguna vez y si el ambicioso sueño de conectar Europa con el Este se logrará.

En una audiencia en el Parlamento Europeo, el mes pasado, los legisladores exigieron que se divulgaran los detalles del proyecto contemplado. Para su desconcierto, les dijeron que ninguno de los US$ 318.000 serían de nuevos aportes. “Global Gateway no aporta nuevos medios financieros; no hay dinero adicional cuando se trata del nivel de la UE”, dijo Vincent Grimaud, director interino del departamento de la Comisión para la asociación internacional.

Declaraciones como estas despertaron la incredulidad y el desconcierto entre los parlamentarios ante la incertidumbre de no saber de dónde saldrían los fondos para la financiación del proyecto.

El legislador irlandés del grupo centrista Renew comentó en tono sarcástico: “No hay dinero. Y siempre sostuve la opinión de que, si no hay dinero nuevo, no hay política nueva”.

Hildegard Bentlee, del Partido Popular Europeo, de centroderecha alemán, dijo que había estado tratando de encontrar empresas alemanas que fueran parte de esta aventura, pero no había podido localizar ninguna.

Y agregó: “Si hablo con los periodistas, me preguntan cuáles son estos proyectos de Global Gateway. Si voy al sitio web de la Comisión Europea, no lo encuentro. Así, es difícil”.

Recientemente, Japón prometió US$ 30.000 millones en ayuda e inversión para África para contrarrestar la influencia china. Pero, según estiman en medios afines a la política europea, la UE está “contando los pollos antes de que nazcan”. Recientemente, se llevó a cabo un evento de gala en Bruselas para explicar a los participantes del grupo etario de 18 a 35 años en qué consistía el concepto Global Gateway.

El evento fue satirizado en línea después de que algunos usuarios iniciaron sesión. Se gastó al menos una suma de US$ 410.000 en el evento. ¿Dónde está el proyecto en cuyo nombre se gastó una cantidad considerable para darle publicidad mediática?

Un usuario de Twitter escribió en una publicación de la UE: “Hay una sequía masiva en el este de África, el ACNUR no tiene suficientes fondos para alimentos para los refugiados en los campamentos, etc., ¿y en esto es en lo que eligieron gastar el dinero?”.

Un portavoz de la Comisión dijo que no había una lista central de proyectos disponible, ni podían dar una cifra sobre el gasto total hasta la fecha.

Sin embargo, en una entrevista con el website Politico la semana pasada, Stefano Sanin, secretario general del Servicio Europeo de Acción Exterior prometió que “los proyectos vendrían el próximo año. Una vez que hayamos implementado mucho más sustancialmente el concepto de Global Gateway, demostrará ser una opción atractiva, precisamente porque el BRI fue visto con toda la negatividad... con todos los problemas que estaba creando”.

La pregunta que desconcierta a los observadores es por qué la UE optó por hacer algo que huele a competencia con los proyectos chinos. Hay poco sentido en este juego de la competencia, ya que China y la UE tienen diferentes ideologías, ecosistemas y situaciones geográficas.

Otro aspecto para considerar es si Global Gateway representa un cambio en las motivaciones, objetivos y modalidades de la UE para la cooperación con los países y regiones en desarrollo.  Hay muchas superposiciones temáticas con los marcos estratégicos existentes para comprometerse con África y las vecindades de la UE.

Incluso existe la sensación de que Global Gateway hace retroceder el reloj a los días en que la UE enfocaba el gasto de ayuda en infraestructura y enfatizaba su "neutralidad política". Sin embargo, el contexto geopolítico en el que se encuentra la UE está siendo transformado por la pandemia, las guerras y la multipolaridad.

Los impactos de eventos trascendentales como la pandemia de Covid-19 y la invasión rusa de Ucrania todavía se están desarrollando. El Global Gateway señala un importante ajuste en la respuesta de la UE a estas transformaciones, particularmente en lo que respecta a su compromiso con el "Sur Global". Esto creará un nuevo paradigma para la política de desarrollo de la UE, definido por sus intereses estratégicos y es impredecible cómo se reflejará esta nueva realidad en relación a la iniciativa china.

TheEurAsian Times, IDOS, Político

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