La uruguaya responsable de compras para el retail más grande de América Latina

A los 23 años comenzó su trabajo en la compañía aérea Uair, pero luego de un tiempo esta quebró y Oramas se vio obligada a replantearse su vida profesional. 

Impulsada por el empresario Pedro de Lisa mientras trabajaba nueve horas diarias en Proexur SRL (representante de la marca Dole en Uruguay), empezó la carrera universitaria. “Me exigió mucho esfuerzo, pero no me arrepiento ni por un segundo”, dijo a Café & Negocios. Una vez terminada su educación terciaria decidió hacer un posgrado en Marketing porque quería especializarse en el rubro comercial. 

De su puesto en Proexur SRL pasó a trabajar en un freeshop y luego recibió una propuesta de Airbus Helicopters. Allí ingresó como Logistic Manager, un rol con el que obtuvo su primera experiencia viviendo fuera de Uruguay porque se capacitó por más de medio año en Santiago de Chile. 

Luego de años trabajando en la compañía —en la que obtuvo una promoción a un cargo comercial— renunció a su puesto en 2017 y se trasladó de forma permanente al exterior. “La oportunidad surgió cuando me casé. Mi esposo vivía en Chile desde hacía más de diez años y me tocó emigrar a mí”, contó.

En el país andino se desarrolla como Regional Sourcing Manager para Cencosud S.A. Es la responsable de compras y proveedores para el área de alimentos a nivel internacional. “Trabajo mayormente con perecibles, por lo que el tiempo de reacción es clave para el negocio”, contó sobre su puesto laboral. Este se combina muy bien con su personalidad porque “si uno es reactivo más que proactivo, no sirve para este tipo de negocio”. Oramas se define como “muy inquieta”, una persona que siempre está pensando en el siguiente paso a dar. 

¿Le costó adaptarse a la vida en el exterior?

Sin duda que sí. Ser extranjero no es fácil porque nunca se deja de serlo. A pesar de tener todo desde el punto de vista material, siempre falta algo porque el lugar donde uno está no es el propio. Igualmente, mi vida en Chile es buena porque los uruguayos estamos muy bien conceptuados. Siempre me he sentido respetada y valorada profesionalmente.

¿Qué destaca de su vida en Santiago de Chile?

Creo que lo más importante es la experiencia. El poder tener algo con que comparar a Uruguay, ese país al que siempre tanto le exigimos porque queremos que sea perfecto. Al estar en el exterior  uno puede notar que no todo es tan malo como creía, y que lo bueno es mucho mejor que lo que tienen otros países. Chile es uno de los mejores países de Latinoamérica para vivir y para trabajar, sin embargo, eso no le quita sus defectos. Sería bueno poder juntar lo mejor de Uruguay con lo mejor de Chile y armaríamos algo tremendo.

¿Cuáles son los defectos que ve en Chile?

La cultura es muy diferente a lo que estamos acostumbrados en Uruguay. Los uruguayos somos muy cálidos; directos pero amigables. En Chile no es así. Extraño el poder decir las cosas que pienso con respeto y sin caerle mal al otro. Además, la diferencia social en Chile es muy marcada y eso es algo a lo que no logro acostumbrarme; algo a lo que me niego a acostumbrarme pero que se puede observar sin importar en donde uno se mueva. Eso, aunque no afecta de forma directa es algo que duele ver y ahí es donde uno empieza a agradecer más lo que tiene en Uruguay.

¿Notó diferencias en la forma de trabajar en Chile con respecto a su experiencia en Uruguay?

La base de todo es diferente, desde las horas que uno tiene que trabajar al día, hasta las vacaciones legales al año (que son menos). También los pagos; en Chile no existe el aguinaldo ni el salario vacacional que tanto apreciamos y en Uruguay damos por sentado. Otra cosa bien diferente de  trabajar en Chile es que sin título universitario no se puede trabajar en puestos laborales acorde, aunque se tenga la experiencia necesaria. 

¿Cómo es trabajar en Cencosud S.A. concretamente?

Es muy vertiginoso. Ya el pertenecer a un gran retail es un desafío importante, pero sumando el hecho de que es una compañía de nivel internacional, con muchas unidades de negocio y que cotiza en bolsa, el reto es aun mayor. Trabajar en Cencosud S.A conlleva una gran responsabilidad.

¿Qué destaca de su trabajo?

Son increíbles las relaciones interpersonales que uno llega a desarrollar en este puesto. En un mundo donde el cliente siempre tiene la razón, es importante remarcar que en las organizaciones de hoy día se debe crear relaciones a largo plazo con los socios de negocio y trabajar a diario por mantenerlas y hacerlas crecer. A veces creemos que porque pertenecemos a una gran compañía podemos darnos el lujo de exigir cosas que no corresponden,  pero así se dañan las relaciones y se pierden vínculos en el corto plazo.

¿Y cuáles son los desafíos?

Lograr buenos resultados cada año, incluso en estos últimos años enmarcados en un contexto de pandemia, donde estamos viviendo situaciones de  incremento de costos porque la logística se vio afectada sobremanera. Siempre hay que buscar el equilibrio entre el precio de venta que el producto tendrá para el consumidor, el costo que le pagaremos al proveedor y el margen que quedará para la compañía. Todo eso que parece una ecuación simple es muy compleja. Para resolverla, a veces se tienen que tomar decisiones para nada agradables.  

¿Cuáles son sus planes para el futuro?

Seguir creciendo profesionalmente y buscando nuevos desafíos que me motiven a ir un poco más allá. En los próximos años buscaré ampliar mi horizonte, quizás en otro mercado o quizás en otro sector de la economía. l