Las imitaciones de la proteína animal no logran competir, pero siguen intentándolo

El desplome de Beyond Meat evidencia la dificultad de las carnescultivadas para imponerse como alternativa para los consumidores

Tiempo de lectura: -'

11 de noviembre de 2022 a las 15:00

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

El mercado de la carne está en problemas. Los precios del ganado han caído hasta recién establecer un piso tentativo esta semana. Y eso pasa en Uruguay, en Argentina y en Brasil. China tiene problemas económicos y a pesar de sus políticas duras anti Covid, los casos de la enfermedad están aumentando. Europa está en guerra, y con una inflación que no cede la principal preocupación será calefaccionarse en el inminente invierno. Pero para un sector en particular el golpe es todavía mayor: las empresas que hicieron punta con productos que imitan a la carne tienen problemas más graves que los de los productores ganaderos.

La empresa emblemática, Beyond Meat, apuntó a ser una estrella de la Bolsa de Valores y ahora está luchando por sobrevivir, despidiendo empleados y con el bochorno de su gerente general despedido de la compañía por morder la nariz de una persona en la vía pública.

Su partida se produjo en medio de una reorganización más amplia de la empresa, que lucha contra la demanda vacilante de sus productos. Beyond Meat también anunció en octubre que estaba despidiendo a 200 empleados, alrededor del 20% de su fuerza laboral.

“Creemos que nuestra decisión de reducir el personal y los gastos en toda la empresa, incluido nuestro grupo de liderazgo, refleja un tamaño adecuado de nuestra organización dadas las condiciones económicas actuales”, dijo el vocero de la firma, Ethan Brown. “Seguimos confiando en nuestra capacidad para lograr el crecimiento y el impacto a largo plazo”, agregó.

AFP
Las empresas que hicieron punta con productos que imitan a la carne tienen problemas más graves que los de los productores ganaderos.

Beyond Meat, que comenzó a vender sus productos en 2012, culpó a las presiones del alto costo de vida por empujar a los compradores a opciones menos costosas, incluida la carne tradicional. Muchos analistas creen que en tiempos de inflación y temores por una posible recesión no hay disposición de los consumidores para gastar más en este tipo de productos. Pero aun así sigue sacando productos al mercado. Esta semana lanzó nuggets que imitan la carne de pollo, donde ya tiene una cartera diversa de productos.

La proyección de ventas para 2022 es de una caída entre 9% y un 14% en comparación con 2021.

Es la segunda vez que la compañía recorta su pronóstico en los últimos meses, y marca una fuerte desaceleración del crecimiento de más del 20% que había proyectado inicialmente. Las acciones de Beyond Meat, que llegaron a valer más de US$ 196,5, cotizaron esta semana a US$ 12,65. Y parecen en una cuenta regresiva, un tobogán desde junio de 2021.

En octubre Beyond Meat despidió a 200 trabajadores.

Los proyectos de carne cultivada tampoco han demostrado viabilidad este año. Un demoledor informe de la publicación The Conversation planteó que genera más problemas que soluciones; es probable que a esta tecnología le lleve décadas producir volúmenes significativos y reducir los altos costos energéticos que involucra entre muchos otros obstáculos.

Pero el sector que apunta a competir con la proteína animal sigue buscando formas de hacerse fuerte en un mercado que seguirá preocupado por el calentamiento global y que considera la posibilidad de comer carne sin que ningún animal muera.

Acciones de Beyond Meat.

Hamburguesas híbridas: la tercera vía

Este año se abrió un tercer camino: mezclar ingredientes de origen vegetal como soja y otros granos con 20% de células de carne cultivada para hacer una hamburguesa “híbrida”. 

De la misma manera que los vehículos híbridos actuaron como un puente entre la experimentación con vehículos eléctricos de la década de 1970 y su rápida comercialización en la actualidad, los productos cárnicos híbridos intentan hacer lo mismo con la carne cultivada.

La californiana SciFi Foods ha emergido este año para sumarse a las más conocidas (Beyond Meat e Impossible Foods) en un segmento que cuenta con más de 100 empresas. Facturó US$ 22 millones y es una de las pocas firmas que adoptan el enfoque específicamente híbrido al objetivo de resolver algo que faltaba en las opciones vegetales: el sabor.

SCiFi Foods y otras empresas como New Age Eats, han empezado a usar una herramienta de edición de genes para desarrollar líneas celulares bovinas que pueden crecer en los biorreactores sin necesidad de adherirse a una superficie, como en los biorreactores previos. Este procedimiento reduce el costo de producción de células.

De momento el costo de producción de estas carnes híbridas se ubica entre US$ 37 y US$ 50 por kilo, cuatro veces más caro que el costo de la carne picada en Estados Unidos. Para que la carne cultivada realmente marque la diferencia, deberá ser producida y vendida a un precio lo suficientemente bajo como para competir con un sistema de carne industrial altamente subsidiado. 

En muchos sentidos, es el mismo desafío económico al que se enfrentaron las fuentes de energía renovable, como la eólica y la solar, al tratar de desplazar a los combustibles fósiles. Pero a diferencia de la energía renovable, algunos ingenieros destacados y expertos en biofabricación creen que el sector de los alimentos nunca avanzará hasta el punto en que una hamburguesa cultivada pueda competir en costo con una convencional.

Marco Verch/Flickr
. Las acciones de Beyond Meat, que llegaron a valer más de US$ 196,5, cotizaron esta semana a US$ 12,65.

Singapur a la vanguardia

Singapur se ha convertido en un punto de referencia global para la industria de proteínas alternativas, con nuevas empresas que acuden en masa a la isla para desarrollar y lanzar alternativas libres de animales a los productos cárnicos tradicionales.

Hay al menos 36 empresas de proteínas alternativas con sede en la ciudad, que colectivamente han recaudado más de US$ 213 millones en financiación. Mirte Gosker, directora gerente del think tank Good Food Institute (GFI) Asia-Pacífico, sostiene que Singapur es “sin duda el principal centro de proteínas alternativas en Asia, y posiblemente en el mundo”.

Junto con Israel ha sido el “más expresivo y activo en su apoyo a las proteínas alternativas” a nivel mundial.

Los principales actores de la industria alimentaria del mundo se reunieron en la ciudad-estado la semana pasada para la cumbre de innovación agroalimentaria de Asia-Pacífico. Varias docenas de nuevas empresas y grupos de expertos acordaron referirse de ahora en adelante a la carne producida en laboratorio, también conocida como agricultura celular, como “carne cultivada”.

Singapur fue el primer país en aprobar la venta comercial de carne cultivada, en forma de nuggets de pollo y pechuga de pollo producidos por Good Meat, una subsidiaria de la firma estadounidense Eat Just. En la cumbre ambiental COP27 que se está desarrollando en Egipto, el pabellón de Singapur reparte bocaditos de carne cultivada.  De momento ha pasado un año desde que empezó con altas expectativas en este segmento de carnes que no se han concretado. Todavía no hay empresas rentables en este segmento y los costos parecen seguir lejos del producto real. Pero el esfuerzo tecnológico sigue con tanta fuerza como el calentamiento global que genera cuestionamientos de los consumidores.

Competencia a los lácteos

El precio de los lácteos ha aflojado como el de la carne y en este caso la imitación es más fácil. Empieza a notarse que el precio de la avena va en suba en el mercado internacional por la demanda de “leche de avena”. Se van sumando distintas alternativas vegetales, de las cuales la de almendra y la de avena lideran.

Pero tampoco es por ahora una alternativa que compita significativamente con el comercio de leche en polvo o quesos. Además, es ambientalmente dudoso que expandir la agricultura sea mejor que un sistema bien manejado con las vacas en pastoreo.

La semana pasada Singapur se convirtió en el primer país en aprobar la venta comercial de una proteína cultivada "de la nada", según su eslogan de marketing. La soleína, un polvo amarillo parecido al queso parmesano rallado, es el producto de microbios que se alimentan de gases (dióxido de carbono, hidrógeno y oxígeno) y nutrientes. Según su desarrollador, la empresa finlandesa Solar Foods, se utilizará en productos como carnes, panes y productos para untar de origen vegetal.

 

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.