Las pieles y los años 70 volvieron a las pasarelas

El crudo invierno neoyorquino sirvió de ambiente ideal para que los diseñadores hicieran lujo de uno de los materiales que más se vieron en el Lincoln Center: las pieles.

Este material apareció en abrigos y en detalles de prendas en tanta variedad, al punto que Brandon Holley, editora en jefe de la revista Lucky, afirmó que nunca había visto tanta piel en una temporada.

Acompañados de este material, los abrigos fueron las prendas que más se destacaron en las pasarelas. Alexander Wang y Joseph Altuzarra fueron solo dos de los grandes nombres que más utilizaron este elemento, introduciendo además mitones especiales para los climas crudos.

Los materiales y diseños ofrecerán cientos de opciones a los consumidores. Desde chaquetas de estilo militar, de lana tradicional o cuero. “Y la hermosa piel en las capuchas será el acento de muchas de ellas”, agregó la editora.

“Los abrigos son muy fuertes” dijo Avril Graham, editora ejecutiva de moda y belleza en Harper’s Bazaar. “Es algo que todos quieren comprar y desean gastar algo de dinero en ello”.
Carolina Herrera fue una de las diseñadoras destacadas, y utilizó la piel de zorro tanto para abrigos como para prendas de noche.

Por su parte, Custo Barcelona optó por abrigos con más opulencia y con formas más construidas, apostando al mismo tiempo en la mezcla de elementos, como lana, algodón y tejidos sintéticos.

Las estampas en sus diversas variedades también se subieron a la pasarela. Desde Diane Von Fürstenberg (DVF) con sus formas geométricas, pasando por las tradicionales patas de gallo en la colección de Tommy Hilfiger a los cuadros retro de Marc by Marc Jacobs.

DVF se destacó por el uso de fuertes acentos, como el fucsia y el rojo sobre texturas que asemejaban pieles de animales y estampas geométricas monocromáticas que remiten directamente a los 70. Chaquetas de cuero con detalles en piel acompañaron a sus característicos vestidos cruzados.

Marc by Marc Jacobs utilizó los cuadros tanto para abrigos femeninos y masculinos, como para accesorios como carteras y bolsos. Sus diseños volvieron también a los 70, con abrigos sueltos y polleras a la rodilla. La paleta de colores fue básicamente cálida y las estampas encontraron inspiración en la naturaleza o en la estricta geometría.

Tommy Hilfiger encontró la inspiración en la sobriedad inglesa de los años 60 y 70, utilizando el estampado de pata de gallo en una gran variedad de tamaños, pero los verdaderos protagonistas fueron los tonos monocromáticos.