Federico Anfitti / EFE

Lecciones de las urnas en primavera

La 22ª elección para gobierno departamental dejó señales claves para quienes trabajan con la mira en el ciclo 2024-25

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03 de octubre de 2020 a las 05:00

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Para dónde sopló el viento? ¿Hubo sorpresas? ¿Qué lecciones dejó el voto 2020? Vayamos por partes.

 Primero, la “voluntad popular” estuvo alineada al resultado de 2019 con un corrimiento hacia “la coalición” liderada por Lacalle Pou y una pérdida de poder para la izquierda. Para el Frente Amplio no es una baja de electorado que se acumula a la del año pasado, sino que se trata de una réplica del impacto adverso del año anterior.

 Segundo, no hubo una gran sorpresa pero sí tuvieron sorpresitas. La victoria blanca en Rocha era posible pero no probable, y tanto en el Frente Amplio como en el gobierno, veían que había más chance de continuidad que de cambio, pero ganó el nacionalista Alejo Umpierrez que enfrentaba a un intendente con alta aprobación de gestión, como Anibal Pereyra, y al que había sido jefe de gobierno por dos períodos: el “Chueco” Barrios.

Las “sorpresitas” estuvieron en la derrota de la izquierda en municipios claves de Maldonado, como San Carlos y Piriápolis, en el artiguense Bella Unión, cuna del movimiento cañero, y en uno de los municipios de la capital, que no es costero sino que es donde hay más pobreza (el Municipio “F” que abarca Manga, Maroñas, Piedras Blancas, Punta de Rieles y que según reciente estudio de CERES tiene a 34,3% de los vecinos viviendo en condiciones de pobreza).

Tercero, las lecciones están en la importancia de la “unidad” partidaria, la voluntad de “ampliar” bases mediante acuerdos y la generación de una ofertad electoral que atienda “gustos” diversos.

Los blancos ganaron en Rocha donde hicieron un acuerdo multipartidario unitario, mientras que el Frente ganó Salto donde olvidó profundas diferencias internas, se presentó unido, y aprovechó que sus rivales se desgastaron entre sí. Dentro de la coalición multicolor, en Salto hasta los de Cabildo se dividieron entre Albisu y Coutinho.

La lección de las urnas del 27 no es nueva, pero no por vieja no es clave.

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Durante mucho tiempo, en el Patido Colorado convivían corrientes diversas pero se congeniaban para votar juntos y aprovechar la ley de lemas, mientras que los blancos sufrían enfrentamientos y votaban bajo lemas distintos, que no sumaban votos. Eso tuvo su punto más alto en 1938 y 1942.

El mejor año para los colorados fue el 42, con la candidatura presidencial de Juan José de Amézaga y una victoria absoluta en todo el país, con las 19 intendencias para este partido.

Los blancos votaban divididos en dos lemas, el tradicional y el denominado Partido Nacional Independiente, lo que daba ventajas en lo numérico y generaba desánimo en los adherentes que sufrían la faltaba espiritu unitario.

Aquella fractura pudo zurcirse y al final de los 50 se produjo la reunificación, mientras Herrera logró alianza con el Ruralismo y eso amplió la base electoral

El mejor año para los blancos fue justamente el 58 cuando ganaron casi todas las intendencias (18 en 19) y los colorados quedaron refugiados en Artigas.

La izquierda era testimonial, por lo que ensayó acuerdos parciales en 1962 y una coalición “amplia” en 1971, lo que se consolidó e incluso se amplió.

El mejor año para los frenteamplistas fue el de 2005, cuando por el empuje de la victoria nacional y en el momento de máxima amplitud y variedad político-ideológica, ganaron 8 intendencias: Montevideo, Canelones, Maldonado, Rocha, Florida, Salto, Paysandú y Treinta y Tres.

Fue en 2004 cuando el Frente fue lo más amplio posible, con un lema que refleja acuerdos “Encuentro Progresista-Frente Amplio-Nueva Mayoría”. Ahí confluyeron marxistas, leninistas, maoistas, trostkistas, socialdemócratas, socialcristianos, umbandistas, ecologistas, artiguistas, anarquistas, nacionalistas, batllistas, organizaciones afro, colectivos gay, humanistas; había una lista para cada gusto.

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Los gobiernos departamentales se eligen por voto popular desde 1919, porque antes eran designados por el Poder Ejecutivo, tanto los Jefes Políticos (1830-1911) como los primeros intendentes (1909-1919). Desde 1919 se han realizado 22 elecciones y en algunos departamentos se comprueba una firme tradición:

-los departamentos más blancos son Flores (21 victorias), Cerro Largo y Durazno (20), Treinta y Tres (19), Lavalleja, Tacuarembó y Colonia (17);

-los departamentos que tuvieron más gobiernos colorados son Rivera y Artigas (17 en 22 cada uno);

-el Frente Amplio se ha consolidado en la zona metropolitana, y lleva siete victorias seguidas en Montevideo (desde 1989) y cuatro en Canelones (desde 2005). Esa base fuerte está en los departamentos que tienen mayor cantidad de votantes: 39% en la capital y 15% en el departamento canario, lo que da un total de casi 54% del total nacional.

Hasta 1989 se habían realizado 15 elecciones, de las cuales en Montevideo, 14 ganaron los colorados y apenas una los blancos (1958); a partir de ahí ganó el Frente (7).

En Canelones, hasta el 2000 se habían hecho 17 elecciones departamentales, con 14 victorias coloradas, 3 blancas y una para Pueblo Soberano (en 1946, el año de los lemas de “uniones vecinales”); y luego vinieron 4 triunfos frentistas seguidos.

Queda claro que el Frente desplazó al Partido Colorado en esa mitad del cuerpo electoral, la metropolitana.

Y queda claro que en la otra mitad, del “interior profundo”, el que domina es el Partido Nacional. Pero los blancos liderando una coalición de parentesco ideológico con colorados (y ahora el movimiento de Manini, un poco blanco y un poco colorado).

Los partidos comprueban una vez más que a la victoria se llega con unidad política, con variedad de oferta partidaria, con trabajo de largo aliento, y con fórmulas programáticas que sintonicen con demandas populares.

Concluyó un ciclo electoral y se abre otro en el que compiten dos coaliciones: una que se armó entre 1970 y 1971, y otra que comenzó a delinearse en 1996 y que se concretó en 2019-2020. La próxima puja electoral será entre ambas, y la victoria será para quién haya leído mejor las lección de las urnas.

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