Lo que se viene: del viejo cheque papel a los digitalizados y electrónicos

La iniciativa legislativa aprobada por el Directorio del BCU identifica la necesidad de introducir cambios a la ley de cheques vigente que solo reconoce como valor el cheque físico. 

En primer término, se incorpora a la ley actual el reconocimiento de la imagen digitalizada del cheque físico como valor. Es decir, se dispone que el cheque físico o cartular podrá ser depositado a través de la remisión al banco receptor de su imagen digitalizada.

El texto recuerda que cuando comenzaron a surgir las Fintech, y con ellas a ampliarse el elenco de medios de pago, se manejaba la hipótesis de que rápidamente el cheque, como instrumento de pago con soporte en papel, tendería a desaparecer. Sin embargo, la evidencia mostró que esto no fue así.

Si bien la utilización del cheque se redujo, sobre todo a partir de la obligatoriedad de utilizar medios electrónicos de pago para determinado tipo de transacciones impuesta por la Ley de Inclusión Financiera, “lejos estamos de imaginar un sistema de pagos minorista sin cheques. Si bien existen instrumentos alternativos, el cheque mantiene vigencia. La protección legal que ofrecen los títulos valores a su tenedor representa un factor determinante para que así sea”, dice el anteproyecto.

Cheque electrónico

 Además, se reconoce expresamente la existencia del cheque electrónico, el cual nace, circula y se cancela de forma electrónica, análogamente al valor escritural. 

El uso de cheques electrónicos es algo que los bancos locales están explorando desde hace tiempo. Una experiencia que se sigue de cerca es la de Argentina. En ese país desde mediados de 2019 es posible emitir y recibir los llamados Echeq, un instrumento con las mismas funcionalidades que un cheque físico en papel.

La operativa es una funcionalidad más entre las que el usuario ya utiliza en la aplicación o plataforma web de su banco.

Este formato tiene entre sus ventajas la reducción de costos, mayor agilidad y eficiencia en el procesamiento y compensación, mayor seguridad en la gestión, endosos sin límite, y disminución de posibilidad de fraude o falsificación, entre otras.

El BCU tendrá la facultad de reglamentar la ley en todos sus términos, “lo que permitirá garantizar la eficiencia, la seguridad y la confianza en el instrumento y en el sistema de pagos, incorporando las nuevas tecnologías de forma oportuna”, dice el texto.

La propuesta aprobada es parte de los objetivos de la hoja de ruta para el mejoramiento del sistema de pagos en Uruguay que se dio a conocer el año pasado. 

El BCU entiende conveniente que el marco jurídico incorpore herramientas generadas por los avances tecnológicos y la evolución del negocio, a efectos de dotar de mayor eficiencia a los procedimientos sin afectar la seguridad ni la confianza depositada en el cheque, así como tampoco sus funciones jurídicas y económicas, explica el texto del proyecto.