Cada vez más personas están pendientes de velar y proteger a sus animales de compañía. A este tipo de personas las conocemos como “pet friendly”. Pero, qué pasa si ese amor hacia los animales hace que lleve su mascota a la oficina, ¿será una gran idea? ¿o quizá incomode al resto de trabajadores? Según especialistas en el tema, esta decisión más que un problema, puede traer muchos beneficios.
Para compañías más grandes como Google, no es nada inusual llevar al perro a la oficina; lo mismo parece suceder con muchas compañías holandesas. En Linkedin, actualmente hay 75 vacantes activas en compañías holandesas que mencionan un perro de oficina.
Una investigación realizada por Virginia Commonwealth University demostró que las personas experimentan menos estrés cuando un perro está cerca. Los investigadores tomaron muestras de saliva de los empleados de una fábrica y observaron cuanta cantidad de hormona del estrés (cortisol) contenía. Los resultados mostraron que solo los empleados que habían tenido un perro cerca tenían bajos niveles de cortisol al final del día.
El portal web Business Insider recogió más información al respecto. Según indica el sitio, Marie-José Enders, quien estudia la relación entre los animales y los humanos en la Open University, señaló que “definitivamente es bueno para el ambiente de trabajo tener un perro en la oficina. No solo la persona disminuye el nivel de cortisol cuando acaricia a un perro, sino que también produce más hormona oxitocina, lo que lo hace sentir más relajado y feliz".
Enders señala que si su jefe lo está haciendo pasar un mal rato, una mascota puede solucionarlo todo. "Un animal en el trabajo hace que las personas estén más motivadas: les gusta más su trabajo y experimentan menos estrés", indicó.
De otro lado, Esther Jonker, dueña de un labrador de nombre Joep, notó todos estos efectos en la empresa donde trabaja. “He estado llevando a Joep a la oficina todos los días durante aproximadamente dos años", dijo, "y por lo general levanta la atmósfera considerablemente".
Según la psicóloga Lotte Spijkerman, los perros y los gatos tienen aproximadamente el mismo efecto psicológico en las personas.
"Reducen el estrés y aumentan la productividad, principalmente porque interactúan con usted por su propia cuenta y, cuando se acercan a su estación de trabajo, es un buen recordatorio de que es posible que necesite un descanso", explicó.
En el caso de un hámster, el efecto es menos notorio, pero si no tiene ganas de cambiar las cajas de arena o de sacar al perro a pasear, este animal es una buena opción.
¿Y qué tal un pez? "Observar peces también puede ser muy relajante", dice Spijkerman. "Una pecera tiene casi el mismo efecto en las personas que ver un fuego de chimenea. Eso se aplica a las aves o cualquier cosa natural en la oficina, como las plantas. Incluso los olores pueden tener un efecto calmante, y los olores cítricos son útiles para calmar", revela.
Fuente: Gestión - RIPE
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