Camilo dos Santos

MEF avanza en “desmonte” de Fondo Covid pero asegura que la plata “no va a faltar”

Aguardan plan de vacunación 2023 en medio de polémica por continuidad de recursos; el gasto del MSP en sedantes aumentó 2.543% por pandemia

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07 de agosto de 2022 a las 05:00

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La campaña de vacunación que ha desarrollado Uruguay contra el covid-19 ha constituido una de las políticas sociales y económicas más importantes de este gobierno, permitiendo –además del freno a la curva ascendente de muertes por el coronavirus– adelantar la “normalización” de la actividad económica. Del presidente Luis Lacalle Pou para abajo, fueron varios los integrantes del Poder Ejecutivo que destacaron ese hecho y lo señalaron con un diferencial con respecto a otras naciones.

A fines de agosto, o a más tardar en la primera quincena de setiembre la Comisión Nacional Asesora de Vacunaciones se reunirá para tomar una definición fundamental: cómo continuará esa política. Los expertos deberán decidir qué le aconsejarán al Ministerio de Salud Pública (MSP) en cuanto a cuál será la política de vacunación y refuerzo en 2023.  El plan vacunatorio no es la única interrogante que en esta hora hay en la secretaría de Estado. 

 “En verdad, no hay una respuesta certera” dijo sin vueltas en el Parlamento el ministro Daniel Salinas la semana pasada, cuando tuvo que ir a exponer sobre el Presupuesto previsto para el año que viene, y de paso responder a dos consultas específicas de la oposición: el plan en sí mismo y cómo se financiará. “Vamos a apelar a fondos del Ministerio de Economía y Finanzas”, fue la respuesta que pudo dar el jerarca. 

La incógnita del ministerio es que, hasta ahora, las vacunas son financiadas a través del Fondo Covid -19 que, por decisión del gobierno, no tiene recursos concretos para el próximo año.  Este viernes, los datos del MSP a través de su monitor indicaban que el 85% de la población objetivo en Uruguay cuenta al día de hoy con al menos una dosis de la vacuna. El 82% de la población cuenta con dos dosis, el 58% recibió tres y solo el 21,65% tiene cuatro dosis. 

Miles de millones

La comparecencia del Ministerio de Salud Pública en el Parlamento dejó también en evidencia la magnitud de la inversión durante la pandemia. En 2020, el gasto de la cartera computado al covid-19 fue de $ 978 millones. El año siguiente, el dinero destinado a ese fin se incrementó hasta los $ 12,5 mil millones.  Buena parte de ese incremento se fundamentó, más allá de la vacunación, en la realización de estudios diagnósticos de la enfermedad, en la contratación de laboratorios y en la compra de fármacos sedativos.

Según dijo en el Parlamento la gerenta del MSP Daniela Figueroa, allí el aumento del gasto en 2021 fue de 2.453% con respecto a 2020. Ese incremento se debió a la adquisición de ampollas de morfina, atracurio, diazepam y otras drogas sedantes. La explicación de este significativo incremento responde al número de pacientes que estuvieron ingresados en cuidados intensivos.  Este tipo de fármacos se utilizan para sedar a los pacientes entubados. Su uso allí es habitual, pero la cantidad de ingresados y el período mayor de internación en estos casos disparó su utilización. 

La llegada de la pandemia hizo crecer exponencialmente la necesidad de estos y otros productos y el MSP procuró asegurarse enseguida su disponibilidad. Una sola de las compras directas efectuada por la cartera, incluida en el balance de gastos, lo demuestra. Allí se detalla la adquisición de 56 mil ampollas de midazolam, 28 mil de fentalino, 190 mil de atracurio, 56 mil de propofol y 236 mil de morfina. También fueron importadas 140 mil ampollas de rocuronio, 56 mil de diazepam, que es intercambiable con el midazolam. Aparte de los sedantes, se compraron en el exterior 230 mil ampollas de epinephrine y de morepinefrina, destinadas a estimular la respuesta cardíaca. 

Hasta que no funcione más 

El futuro de lo que venía siendo financiado por el Fondo Covid-19 constituye una de las principales interrogantes planteadas desde el Frente Amplio en esta Rendición de Cuentas. La oposición expresó su preocupación por las previsiones que existen a nivel oficial sobre el cierre de ese fondo y su impacto por ejemplo en la salud estatal, que viene ejecutando el 13% de sus recursos a través de ese instrumento. En la compra de medicamentos, 25% del gasto fue a través del Fondo Covid, que no tiene previsto recursos para 2023. 

El balance presupuestal del Ministerio de Economía y Finanzas señala que en 2021 se destinaron US$ 1.167 millones a través del fondo para atender todo tipo de necesidades. 

De ese total, US$ 448 millones fueron a medidas sanitarias y US$ 293 millones se asignaron a apoyos sociales. El resto, unos US$ 427 millones, fueron a medidas estrictamente económicas. 
Desde el 13 de marzo de 2020, cuando el gobierno decretó la emergencia sanitaria, por el Fondo Covid pasaron US$ 2.200 millones, de los cuales US$ 370 no estaban ni siquiera previstos, pero  tuvieron que agregarse este año debido a que los casos de covid continuaron en 2022.  “No era lo que esperábamos”, explicó el mes pasado en el Parlamento la ministra Azucena Arbeleche. 

El Ministerio de Economía tuvo que retornar al Parlamento este jueves por Rendición de Cuentas. Allí las autoridades despejaron algunas dudas. Por ejemplo, que la cartera seguirá proveyendo los fondos que se necesitan para la compra de las vacunas. Así lo dejó en claro la contadora general de la Nación, Magela Manfredi.  A su vez, todas las medidas de diferente índole que comenzaron a implementarse antes del 4 de abril, cuando el Poder Ejecutivo dispuso el levantamiento de la emergencia sanitaria, seguirán contando con recursos. 

“No va a ser un corte automático”, aclaró por su parte el subsecretario de Economía, Alejandro Irastorza, con respecto a lo que se venía financiando a través del Fondo Covid. 

La diferencia es que el MEF hablará para eso con todos los ministerios y organismos públicos involucrados. La cartera comandada por Arbeleche conversará con ellos acerca del “desmonte” del fondo”, realizando a su vez un “seguimiento más agresivo y un control más férreo” de los gastos de los que, por ahora, admitió desconocer si se transformarán en definitivos.
La idea fue complementada este jueves por el director de Finanzas Públicas del ministerio, Fernando Blanco.  ”En la medida en que vayamos acordando esos procesos, el dinero no les va a faltar”, señaló. “El Fondo Covid funcionó, funciona y va a seguir funcionando hasta que deje de funcionar bien”, agregó. 

Otras incógnitas

Un informe de la bancada del Frente Amplio elaborado por el senador Daniel Olesker apunta a que, según los mensajes presupuestales presentados por el gobierno en los dos últimos años, el gasto público medido en relación al PBI bajará 2% entre 2021 y 2025, sin que a su entender se prevea algún tipo de fondo extraordinario para atender las “secuelas” de la pandemia”. 

Este tipo de interrogantes fueron remarcadas este jueves en presencia del equipo económico por parte de los diputados opositores, que apuntaron a otras incógnitas en relación a la caída de Fondo Covid-19, como lo que ocurrirá con los medicamentos. La diputada Bettiana Díaz (MPP)planteó su preocupación también porlos casi 1.600 funcionarios que la entidad sanitaria pública contrató en el marco de la emergencia sanitaria a través del fondo, y cuyo futuro funcional y financiación se desconoce.  En esa misma situación están algunos centros de atención, como el Instituto Nacional de Ortopedia y Traumatología (INOT). 

Las implicancias de la desaparición del Fondo Covid-19 alcanzan incluso a las tobilleras electrónicas implementadas por el Ministerio del Interior en los casos de violencia de género, un gasto que a juicio del Frente Amplio debería considerarse permamente pero que el Poder Ejecutivo optó por ejecutar a través de este fondo de emergencias.
Esa cartera tiene asignados este año unos $ 30 millones para la compra de estos dispositivos de vigilancia. La explicación es que se había previsto que, al obligar la emergencia sanitaria a gran parte de la población a permanecer en sus domicilios, probablemente se diera un incremento de la violencia intrafamiliar.

“Está claro que se están financiando gastos permanentes a través de un fondo coyuntural”, dijo Díaz. Su compañero de bancada Gustavo Olmos (Fuerza Renovadora), dijo que es una maniobra vía Fondo Covid para mejorar el resultado fiscal. 

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