Diego Battiste

Mundo gamer uruguayo: un negocio en pañales en busca de un marco legal

Desde el punto de vista contractual, es difícil encontrar una regulación que dé garantías a jugadores y empresas

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06 de agosto de 2020 a las 05:03

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A nivel mundial, el mundo gamer factura unos US$ 134 mil millones al año, y tiene como protagonistas a empresas de la talla de Tencent, Sony y Apple. Esta ola todavía no ha llegado a Uruguay y el sector sigue mostrando tímidos avances.

Entre las prácticas más comunes -pero que aún no se dan en Uruguay- se suelen firmar contratos entre las empresas y los jugadores para dar garantías del dinero que las distintas firmas abonarán. “El negocio en Uruguay está muy en pañales todavía”, contó el abogado Rodrigo Pagliaro. En tanto, agregó que la mayoría de las asociaciones se dan es dentro del sector privado y no tienen “mucha presencia jurídica”.

Hasta ahora este tipo de asociaciones o grupos de jugadores participan en los torneos que se organizan en el correr del año. No obstante, no suele haber presencia de marcas o inversores que apuesten por el rubro, salvo casos puntuales. “Este tipo de torneos son casi privados, y los premios no son dinero, sino que son insumos informáticos”, ejemplificó.

El abogado contó, además, que desde el punto de vista jurídico el rubro no está del todo masificado por lo que se suelen realizar contratos comerciales y no laborales. “Acá en Uruguay, hoy por hoy, hay un vacío legal. No se sabe si aplica un contrato laboral o comercial”, sostuvo Pagliaro.

En esta línea, especificó que si viniera una empresa extranjera, tendría que realizar el trámite por la vía comercial. “Esto sucede más que nada por una razón práctica. En este caso, el jugador operaría como un futbolista”, dijo.

De cara al corto plazo, según Pagliaro, Uruguay deberá regular este mundillo porque se estima que el sector de los esports seguirá creciendo y tomará una gran importancia. Esto sucede, sobre todo, si se mira lo que está pasando en la región ya que no ha parado de crecer. “Es una desventaja para Uruguay, porque no atrae a las empresas para que vengan y pongan dinero. No hay certezas jurídicas para saber qué impuesto tienen que tributar”, dijo.

Por otra parte, Pagliaro sostuvo que este rubro va a avanzar porque tiene “una transnacionalidad importante” y esto hace que muchas empresas se fijen en distintos países. “Uruguay, a nivel internacional, se posiciona como un país de vanguardia en lo tecnológico. Pero falta que alguien ejecute estas oportunidades, y para eso tiene que haber una norma que respalde a las dos partes que firman un contrato”.

A modo de ejemplo, el abogado dijo que en Francia desde el 2017 se aprobó un decreto que regula al gamer como un trabajador más. Esto no sería descabellado comenzar a pensarlo por estas latitudes, "ya que serviría de impulso para los actores del sector", subrayó. 

Una inyección de dinero

El presidente de la Asociación de Esports de Uruguay (AESU), Diego Martínez, dijo a El Observador que ningún equipo de gamers uruguayo tiene una personalidad jurídica. “Aún es muy amateur como para que logren alcanzar el volumen de una empresa”, afirmó.

Para llegar a un determinado nivel de profesionalización, según Martínez, es necesario que las empresas puedan volcar dinero para sustentar la actividad de los equipos. A la AESU suelen llegar muchas consultas acerca de cuál es la mejor forma de realizar contratos, pero la mayoría no incluyen dinero y operan como un canje. 

En tanto, el directivo contó que es una oportunidad de negocio “enorme” y esto se nota cuando se observa lo que pasa en otros países. Sin embargo, el hecho de que la actividad local aún sea muy amateur no les resulta atractivo a las compañías que tienen posibilidades de invertir, contó. “Desde hace tiempo estamos buscando darle un marco más profesional, sobre todo desde el punto de vista audiovisual para que sea algo vendible”, agregó Martínez. 

Dado que la gran mayoría de los jugadores son jóvenes, para Martínez es necesario que se eduquen en lo empresarial y entiendan la lógica de los negocios. “Tienen que comprender cómo funciona ese mundo, sino va a ser difícil”, enfatizó.

Más allá de tratar de profesionalizar, para el encargado de esports de Defensor Sporting, Agustín Nieves, también es oportuno educar a la población. “Para muchos hacer esto es jugar a los jueguitos”, dijo.

En ese sentido, contó que el club es el primero dentro de Uruguay que se expande a más videojuegos que no sean solo de fútbol. De esta manera tienen varios equipos de jugadores que se encargan de competir en los distintos torneos. “La idea no es ser los únicos, sino que más clubes hagan lo mismo”.

De igual modo, coincidió con Martínez y Pagliaro en que aún falta más marco legal para tratar de esclarecer las dudas que surjan sobre si es o no un trabajo. “Falta que se vea qué tan redituable es todo esto”, agregó.

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